La fiscal Patricia Varas relató en
la audiencia de formalizacion
que el lunes 12 de febrero de
2018, dos días después de la desaparición de Fernanda Maciel, el
principal acusado, Felipe Rojas Lobos, entró en reiteradas ocasiones a
su lugar de trabajo, en cuya bodega
apareció este lunes el cuerpo de la
joven tras 499 días de búsqueda.
Varas aseguró ante el tribunal
que las cámaras de vigilancia del
vecindario muestran a Rojas (amigo
y vecino hace 10 años de Fernanda)
llegando a la bodega aque lunes 12
de febrero en bicicleta a las 9.32 horas con 25 kilos de cemento y a las
14.53 horas con un saco de cal.
Fernanda apareció este lunes enterrada a 70 centímetros de profundidad en aquella bodega, distante a
media cuadra de su casa, en Conchalí.
Apareció cubierta con cal, una
losa de cemento y dos metros de
escombros.
La fiscal Varas aseguró que le ordenó a la PDI investigar las compras de cemento y cal que se hicieron ese 12 de febrero en las ferrete-
rías aledañas. Recién en marzo de
este año, recibió un informe donde
se le señaló que Rojas pagó en efectivo el saco de 25 kilos de cemento,
a las 9.21 horas de ese día.
Las imágenes de video, precisó
la fiscal, sitúan a Rojas por primera
vez en la bodega a las 8.41 horas. Luego de entrar y salir en reiteradas
ocasiones, el hombre abandonó el
lugar recién a las 16.18.
La gruta
A Rojas se le preguntó el 17 de
mayo de este año qué hacía con un
saco de cemento y otro de cal en la
bodega. "Él nos dijo que el encargado de a bodega le había pedido que
pintara con cal una grutita que hay
en la parte de atrás y que luego re-
parara unas losas de la bodega. Esta
persona (el encargado de la bodega) después nos dijo que nunca le
encargó nada", aseguró la fiscal.
"Fui a comprar los sacos de cemento para arreglar la entrada del
portón negro de a bodega, para hacer unos pastelones, pero como no
salió la mezcla, dejé todo allí y la boté a la basura", declaró Rojas.
La fiscal detalló también que ese
12 de febrero, Rojas llamó a uno de
sus jefes pidiéndole salir temprano para ir a buscar a su amiga Fernanda, quien había desaparecido.
'Nunca salió a buscarla; él se man-
tuvo al interior de la bodega,
creando una coartada", acotó.
La fiscal relató que dos días
después, Rojas llamó nuevamente
a sus jefes para informarles que
renunciaba, porque había encontrado un trabajo más cerca del instituto donde estudiaba.