Sao Paulo.- Minuto 37. Paulo
Dybala envía un pase largo al área,
Lionel Messi intenta llegar pero no
alcanza porque Gary Medel cubre
muy bien e balón. La pelota se va por el
fondo de la cancha, el argentino le pega un
empujón al chileno con la mano izquierda
mientras va aún en carrera. El Pitbul frena,
se da vuelta y o encara, por supuesto. Ambos chocan, primero hombro con hombro,
pero Gary lo lleva a otro nivel: lo golpea de
frente y arremete con cuatro pechazos.
"Son cosas del fútbol, que se quedan
dentro del campo, el árbitro se manejó súper mal. Era amarilla para los dos", dijo
Gary, tras el partido. Messi, ya en el cuarto
empujón, abrió los brazos como dejando
claro que el agredido era él. Gonzalo Jara
tomó de la cintura al trasandino y Gabriel
Arias trató de agarrar a Gary. Mario Díaz de
Vivar, el árbitro de 35 años con menos experiencia en el torneo, les mostró a roja de
inmediato. Dos minutos antes, el Pitbull había llegado bien a un cruce con la Pulga.
La cosa no terminó ahí. Hasta que Gary
se fue a camarines pasaron 4 minutos y 15 segundos. Un gran enredo en el área chilena, con jugadores separando y pidiéndole al
juez que no los expulsara. Y más peleas.
Luego de ver la cartulina roja, Gary le gritó
de todo a Messi en la cara, aunque Beausejour lo tenía agarrado. Después se trabó con
el defensa Germán Pezzella. No paró nunca
de reclamarle al árbitro.
El Pitbull estaba tostado desde hace un
buen rato con el juez paraguayo. En realidad, todo se intensificó con el primer gol de
Argentina, al minuto 12, por Sergio Agüero.
'No es foul , aparte le saca amarilla a Beausejour.
Luego estamos reclamando cinco
jugadores y él dice que esperemos el pito y
luego Argentina juega y cobra gol. Entonces
te saca un poco del partido todo eso", argumentó Medel, antes de subirse al bus. "Él
juega siempre al límite y más de una vez
pasa por estas situaciones en los partidos", dijo Messi sobre Gary.
Al final, Medel le pasó la jineta de capitán a Jean Beausejour, aunque él no quería. Lo buscó porque era su último partido
con la Selección. En el camino, Vidal le dio
la mano y luego el King repitió el gesto con
Messi. "No daba para expulsión, ni para
Messi ni para Medel, quien tampoco lo toca. Dos pechazos no dan para algo tan grave, menos si tienen el VAR", dijo el Rey
Arturo.
Gary no le bastó con la pelea en la cancha y en su camino al vestuario le gritó algo a la banca argentina. El técnico trasandino Lionel Scaloni lo miró y Pablo Aimar, su
ayudante y ex jugador, se enfureció y le levantó un brazo. "Después nos pusimos a ver
los videos y (Leo Messi) no hizo absolutamente nada. Él solamente recibió los empujones del jugador chileno. Es injusto", dijo
Paulo Dyba, autor del segundo gol (el 2-1
fue anotación de penal de Vidal), quien
agregó que "para el árbitro expulsar a Messi
tiene un plus".
A las 18.10, con el partido terminado,
Gary volvió al campo, de chaqueta y acompañado por Igor Lichnovsky, a recibir su
medalla. Mucho más calmado, echó la talla
incluso con un argentino de cuerpo técnico. Messi, en cambio, no recibió su medalla.
"Mucha bronca porque creo que no merecía
roja", dijo después. "Está en su derecho. Vi
el partido con Brasil y es normal que esté
enojado con las decisiones que se tomaron
en esta Copa América", subrayó Medel, ya
nuevamente en estado zen.
Cuando abandonaba el estadio, Gary
otra vez se enfureció. Recibio insultos de los
hinchas argentinos desde la tribuna y en
respuesta, les tiró el chicle que masticaba.
'No había seguridad. Estaban tirando cosas", reclamó después.