“Tenemos restricciones para salir del territorio venezolano. No nos dan pasaporte y si te vas del país, te abren un expediente. Incluso nos están dando de baja y nos tratan como si fuéramos desertores”.
Así resumió G.H. (24), exintegrante de las Fuerzas Armadas venezolanas, la situación de exmilitares de su país, pertenecientes a diversas instituciones, que durante el último mes se han sumado al alto flujo de sus compatriotas que se trasladaron a Tacna —38 kilómetros al norte de la frontera con Chile— para tramitar desde esa ciudad peruana su ingreso a Chile.
Hasta hace pocos días, previo al anuncio realizado el viernes pasado por autoridades de Gobierno en La Moneda —de que las visas en el Consulado de Chile en Tacna se tramitarán ahí hasta mañana, y que luego de ello habrá que hacerlo más de 1.200 kilómetros al norte, en el Consulado de Chile en Lima—, ese flujo de exmilitares venezolanos en general prefería pasar inadvertido entre sus compatriotas.
Pero a pocas horas de que comience a regir la medida, esas personas en forma paulatina comenzaron a romper ese anonimato, o al menos a hacer más públicas sus denuncias y a formar parte o frecuentar durante horas el improvisado campamento levantado a pocos metros de la legación diplomática chilena, donde hasta ayer se mantenía un centenar de carpas, con familias completas en su interior.
“Yo viajé durante casi una semana entre Venezuela y Perú, pasando por Colombia y Ecuador, junto con cuatro personas, incluyendo menores”, añadió G.H., oriunda de Valencia, en Venezuela.
En las últimas horas, en Tacna aumentó la tensión entre varios centenares de personas, que en algunos casos completaron hasta casi 50 días de espera para cruzar la frontera hacia Chile, luego de una denuncia realizada a través de un video, difundido el martes por redes sociales, por ocho venezolanos que aseguraron ser “militares en el exilio” en Perú.
El grupo denunció que están en una situación crítica y que durante las últimas semanas han acudido en dos oportunidades —ambas sin éxito— hasta la frontera con Chile para solicitar refugio. A sus reclamos también sumaron supuestos incumplimientos por parte de autoridades venezolanas ligadas al Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, para facilitar su llegada al país. “El Mercurio” intentó obtener una versión de parte de la representante en Chile de Guaidó, Guarequena Gutiérrez, sin obtener una respuesta pública al emplazamiento.
Según registros de la Policía de Investigaciones (PDI), esos ocho venezolanos corresponden a casi la mitad de los ciudadanos de ese país que solicitaron refugio para ingresar a Chile.
Julio fue el mes con menor cantidad de pedidos de ese tipo durante este año, lo que coincide con casi un mes de vigencia de la medida que obliga a los venezolanos a tramitar y obtener la Visa de Responsabilidad Democrática, medida que rige desde el 22 de junio pasado.
Desde el Gobierno se indicó ayer que según la Ley 20.430, que establece disposiciones para proteger a refugiados, “no se puede entregar mayor información de personas en esa condición, porque la declaración de toda solicitud es confidencial”.
Frontera
En las últimas horas se ha intensificado la vigilancia policial para prevenir cruces ilegales.
Así resumió G.H. (24), exintegrante de las Fuerzas Armadas venezolanas, la situación de exmilitares de su país, pertenecientes a diversas instituciones, que durante el último mes se han sumado al alto flujo de sus compatriotas que se trasladaron a Tacna —38 kilómetros al norte de la frontera con Chile— para tramitar desde esa ciudad peruana su ingreso a Chile.
Hasta hace pocos días, previo al anuncio realizado el viernes pasado por autoridades de Gobierno en La Moneda —de que las visas en el Consulado de Chile en Tacna se tramitarán ahí hasta mañana, y que luego de ello habrá que hacerlo más de 1.200 kilómetros al norte, en el Consulado de Chile en Lima—, ese flujo de exmilitares venezolanos en general prefería pasar inadvertido entre sus compatriotas.
Pero a pocas horas de que comience a regir la medida, esas personas en forma paulatina comenzaron a romper ese anonimato, o al menos a hacer más públicas sus denuncias y a formar parte o frecuentar durante horas el improvisado campamento levantado a pocos metros de la legación diplomática chilena, donde hasta ayer se mantenía un centenar de carpas, con familias completas en su interior.
“Yo viajé durante casi una semana entre Venezuela y Perú, pasando por Colombia y Ecuador, junto con cuatro personas, incluyendo menores”, añadió G.H., oriunda de Valencia, en Venezuela.
En las últimas horas, en Tacna aumentó la tensión entre varios centenares de personas, que en algunos casos completaron hasta casi 50 días de espera para cruzar la frontera hacia Chile, luego de una denuncia realizada a través de un video, difundido el martes por redes sociales, por ocho venezolanos que aseguraron ser “militares en el exilio” en Perú.
El grupo denunció que están en una situación crítica y que durante las últimas semanas han acudido en dos oportunidades —ambas sin éxito— hasta la frontera con Chile para solicitar refugio. A sus reclamos también sumaron supuestos incumplimientos por parte de autoridades venezolanas ligadas al Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, para facilitar su llegada al país. “El Mercurio” intentó obtener una versión de parte de la representante en Chile de Guaidó, Guarequena Gutiérrez, sin obtener una respuesta pública al emplazamiento.
Según registros de la Policía de Investigaciones (PDI), esos ocho venezolanos corresponden a casi la mitad de los ciudadanos de ese país que solicitaron refugio para ingresar a Chile.
Julio fue el mes con menor cantidad de pedidos de ese tipo durante este año, lo que coincide con casi un mes de vigencia de la medida que obliga a los venezolanos a tramitar y obtener la Visa de Responsabilidad Democrática, medida que rige desde el 22 de junio pasado.
Desde el Gobierno se indicó ayer que según la Ley 20.430, que establece disposiciones para proteger a refugiados, “no se puede entregar mayor información de personas en esa condición, porque la declaración de toda solicitud es confidencial”.
Frontera
En las últimas horas se ha intensificado la vigilancia policial para prevenir cruces ilegales.