Vivir en departamentos pequeños parece, a primera
vista, un obstáculo para
ayudar al planeta reciclando.
¿Dónde instalo una compostera
si no tengo jardín o terraza?
¿Cómo organizo plásticos, atas
y cartones sin que estén desparramados por todos lados?
Ese fue el desafío que enfrentó Anita Farfán, quien arrienda
un departamento en Av. Portugal, Santiago Centro. Pese a que
trabaja en la empresa Desafío
Ambiente -donde reciclan botellas de plástico, cartón
y latas de aluminio de industrias
y casas- esta ingeniera en agro-negocios tampoco tenía muy
claro cómo convertir sus 60 m2
en un "departamento verde".
"Lo único que tenía claro era que debía hacerme cargo de mi
propia basura", cuenta. Tras
darle varias vueltas al asunto, finalmente Farfán diseño un sistema de reciclaje propio que le
permite almacenar y ordenar
botellas, latas y recipientes de
artículos de aseo e higiene antes
de llevarlos a algún punto de reciclaje.
"Con cajas de frutas construí
un mueble que puse en una habitación del departamento que
uso como bodega. Tiene dos
metros de largo y 50 centímetros de ancho", detalla.
Abajo del mueble está una compostera donde bota distintos residuos orgánicos: cáscaras de frutas, de huevo, hojas de verduras e incluso el contenido de as bolsitas de té. "Lamenta- blemente el envoltorio de las bolsas del té no puedo reciclar- lo, porque no ogro identificar qué tipo de plástico es", precisa.
¿Y el olor?
La compostera, obviamente, huele. Para amortiguar el olor de la descomposición orgánica, Anita le añade semana mente tierra de hoja a la mezcla, la que también se preocupa de remover diariamente. Cuando está lista, la saca y la añade como abono al jardín de su edificio. Para quienes tienen el olfato más delicado, pero igual quieren compostar bajo techo, una opción para evitar malos olores es contratar los servicios de Bendito Residuo: por $18.000, esta empresa entrega un recipiente similar a un basurero de 20 litros donde los usuarios depositan su basura (incluso restos de carne).
"Concordamos un horario para retirar los residuos semanalmente; cada cuatro meses, les devolvemos un saco con 50 kilos de tierra de hoja que pueden utilizar como abono para sus plantas o para e jardín del edificio", detalla Gianni Sichel, CEO de esta empresa de reciclaje y educación ambiental.
Abajo del mueble está una compostera donde bota distintos residuos orgánicos: cáscaras de frutas, de huevo, hojas de verduras e incluso el contenido de as bolsitas de té. "Lamenta- blemente el envoltorio de las bolsas del té no puedo reciclar- lo, porque no ogro identificar qué tipo de plástico es", precisa.
¿Y el olor?
La compostera, obviamente, huele. Para amortiguar el olor de la descomposición orgánica, Anita le añade semana mente tierra de hoja a la mezcla, la que también se preocupa de remover diariamente. Cuando está lista, la saca y la añade como abono al jardín de su edificio. Para quienes tienen el olfato más delicado, pero igual quieren compostar bajo techo, una opción para evitar malos olores es contratar los servicios de Bendito Residuo: por $18.000, esta empresa entrega un recipiente similar a un basurero de 20 litros donde los usuarios depositan su basura (incluso restos de carne).
"Concordamos un horario para retirar los residuos semanalmente; cada cuatro meses, les devolvemos un saco con 50 kilos de tierra de hoja que pueden utilizar como abono para sus plantas o para e jardín del edificio", detalla Gianni Sichel, CEO de esta empresa de reciclaje y educación ambiental.