En la emisión de "Pasapalabra" correspondiente al martes 6 de agosto, a Nicolás Gavilán (22 años, estudiante de Pedagogía en Música de Hualpén) le bastaba una última
palabra para lograr el premio total del programa: 382 millones de pesos. Era la cuarta vez
que estaba en esa posición y seguidores del
espacio, su contrincante y hasta el mismísimo
Julián Elfenbein hinchaba para que lo consiguiera. No pudo.
La última palabra contenía la Z y su significado reseñaba tidesgracia imprevista". "Tropezón", contestó entonces Gavilán, alternativa
que estaba errada. "Era azar", corrigió Elfenbein, visiblemente contrariado, al igual que la
contrincante y las personas del público.
"Este capítulo fue bien frustrante, a mí se me había ocurrido la palabra, que era azar, después me decidí por otra y no le achunté... pero el hecho de estar tan cerca me hace saber que ganar no es imposible", refleja Gavilán. ¿Cómo enfrenta la frustración, Nicolás?
La noche cuando pasó le di muchas vueltas. Pero ya me ha pasado antes, así es que después con el otro capítulo, lo supero rápido. Me concentro y siempre tengo la esperanza de poder ganarlo. Nicolás confiesa que tras los roscos perdidos "no veo tele ni escucho música" y que a veces pasa el mal momento "tomando una cerveza, eso me ayuda a dormir". ¿Muchos nervios en la palabra final, señor Gavilán?
Es un juego, pero yo en realidad siento harta presión por la cantidad de plata y porque la gente espere que me lo gane. Se me exige harto.
"Este capítulo fue bien frustrante, a mí se me había ocurrido la palabra, que era azar, después me decidí por otra y no le achunté... pero el hecho de estar tan cerca me hace saber que ganar no es imposible", refleja Gavilán. ¿Cómo enfrenta la frustración, Nicolás?
La noche cuando pasó le di muchas vueltas. Pero ya me ha pasado antes, así es que después con el otro capítulo, lo supero rápido. Me concentro y siempre tengo la esperanza de poder ganarlo. Nicolás confiesa que tras los roscos perdidos "no veo tele ni escucho música" y que a veces pasa el mal momento "tomando una cerveza, eso me ayuda a dormir". ¿Muchos nervios en la palabra final, señor Gavilán?
Es un juego, pero yo en realidad siento harta presión por la cantidad de plata y porque la gente espere que me lo gane. Se me exige harto.