Una fuga de agua es casi imperceptible, a veces se nota porque disminuye la presión y otras porque
la cuenta se dispara mientras que el consumo es el mismo. O bien, cuando el vecino de abajo en el edificio reclama que
tiene humedad en su techo.
José González, encargado de proyectos de la empresa Cerofugas, explica que el método más eficiente para detectar una fuga de agua es el gas trazador. "Este gas está compuesto por 95% de hidrógeno y 5% de nitrógeno, es un gas liviano que rápidamente busca por dónde salir a la superficie", detalla.
"Cuando usamos este método cerramos la llave de paso desde el medidor y después lo inyectamos a la red a la misma presión que circula el agua. Como la cañería debería ser hermética, al inyectar este gas comenzamos a pasar una máquina que detecta el hidrógeno que compone al gas trazador a través de todo el mapeo que tenemos de la red", explica.
González dice que el hidrógeno es un elemento que está presente en la composición del agua y no se encuentra en el ambiente como gas: "Lo que detecta la máquina es el hidrógeno, es muy eficiente porque como no está en el aire, el hidrógeno sólo puede estar saliendo desde el orificio donde está la fuga. El nitrógeno se usa para dar balance a la composición".
El especialista dice que la máquina detecta las partículas por millón de gas y así van buscando dónde está concentrado el hidrógeno para poder reparar la fuga.
Jorge Urbina, dueño de la empresa Control Fugas, dice que en el país hay dos métodos usados con más frecuencia para detectar las fugas: ultrasonido, que funciona igual que el estetoscopio de los médicos, rastreando el sonido que produce la fuga, y gas trazador. El también prefiere usar el gas.
"El ultrasonido ya está obsoleto, es tecnología muy antigua que depende del oído del técnico y de su criterio, es muy poco precisa. Una vez llegamos a un departamento donde habían destruido prácticamente una pared por lo que detectó el ultrasonido y en realidad era un ventilador el que estaba sonando al otro lado, la fuga estaba muy lejos", cuenta Urbina.
"El gas trazador es mucho mejor y se puede utilizar para detectar fugas de gas, agua, cañerías de piscina, calefacción y en cualquier circuito de red que sea cerrado", detalla.
González dice que para asegurar un diagnóstico exacto comparan los resultados del ultrasonido y del gas trazador. "El ultrasonido sirve cuando hay poco ruido, pero lo más eficiente es el gas, al encontrar donde está concentrado ahí al- tiro sabemos que es donde está la fuga asegura.
Urbina dice que la profundidad en donde está la fuga no es un problema. "Hemos detectado fugas a tres metros de profundidad. No importa si está debajo de la loza, la tierra o el radier porque el gas trazador busca rápidamente por dónde salir a la superficie desde el orificio de la fuga", puntualiza.
Diego Sierra, doctoren Química y académico de la Unive1Sdad de Valparaíso, dice que este gas no es peligroso. "No es un gas radioactivo porque gracias a su composición química está hecho para que no reaccione ante sustancias con las que se pone en contacto", asegura.
"El gas trazador se ventila rápidamente. Cuando se vuelve a dar el agua, la misma presión lo expulsa y si después de terminado el proceso se demora en salir de la cañería, no es un problema porque no es tóxico. No representa un riesgo para las personas, es un método muy seguro y muchas empresas lo utilizan", explica.
José González, encargado de proyectos de la empresa Cerofugas, explica que el método más eficiente para detectar una fuga de agua es el gas trazador. "Este gas está compuesto por 95% de hidrógeno y 5% de nitrógeno, es un gas liviano que rápidamente busca por dónde salir a la superficie", detalla.
"Cuando usamos este método cerramos la llave de paso desde el medidor y después lo inyectamos a la red a la misma presión que circula el agua. Como la cañería debería ser hermética, al inyectar este gas comenzamos a pasar una máquina que detecta el hidrógeno que compone al gas trazador a través de todo el mapeo que tenemos de la red", explica.
González dice que el hidrógeno es un elemento que está presente en la composición del agua y no se encuentra en el ambiente como gas: "Lo que detecta la máquina es el hidrógeno, es muy eficiente porque como no está en el aire, el hidrógeno sólo puede estar saliendo desde el orificio donde está la fuga. El nitrógeno se usa para dar balance a la composición".
El especialista dice que la máquina detecta las partículas por millón de gas y así van buscando dónde está concentrado el hidrógeno para poder reparar la fuga.
Jorge Urbina, dueño de la empresa Control Fugas, dice que en el país hay dos métodos usados con más frecuencia para detectar las fugas: ultrasonido, que funciona igual que el estetoscopio de los médicos, rastreando el sonido que produce la fuga, y gas trazador. El también prefiere usar el gas.
"El ultrasonido ya está obsoleto, es tecnología muy antigua que depende del oído del técnico y de su criterio, es muy poco precisa. Una vez llegamos a un departamento donde habían destruido prácticamente una pared por lo que detectó el ultrasonido y en realidad era un ventilador el que estaba sonando al otro lado, la fuga estaba muy lejos", cuenta Urbina.
"El gas trazador es mucho mejor y se puede utilizar para detectar fugas de gas, agua, cañerías de piscina, calefacción y en cualquier circuito de red que sea cerrado", detalla.
González dice que para asegurar un diagnóstico exacto comparan los resultados del ultrasonido y del gas trazador. "El ultrasonido sirve cuando hay poco ruido, pero lo más eficiente es el gas, al encontrar donde está concentrado ahí al- tiro sabemos que es donde está la fuga asegura.
Urbina dice que la profundidad en donde está la fuga no es un problema. "Hemos detectado fugas a tres metros de profundidad. No importa si está debajo de la loza, la tierra o el radier porque el gas trazador busca rápidamente por dónde salir a la superficie desde el orificio de la fuga", puntualiza.
Diego Sierra, doctoren Química y académico de la Unive1Sdad de Valparaíso, dice que este gas no es peligroso. "No es un gas radioactivo porque gracias a su composición química está hecho para que no reaccione ante sustancias con las que se pone en contacto", asegura.
"El gas trazador se ventila rápidamente. Cuando se vuelve a dar el agua, la misma presión lo expulsa y si después de terminado el proceso se demora en salir de la cañería, no es un problema porque no es tóxico. No representa un riesgo para las personas, es un método muy seguro y muchas empresas lo utilizan", explica.