A comienzos de septiembre, a una
cuadra de avenida Vitacura, en
calle Lo Arcaya 1741, Gissella Gallardo y su amiga Roberta Melo
inauguraron Diseño Urbano, una tienda de
vestuario y accesorios femeninos que importan desde Brasil. Acá la esposa de Mauricio Pinilla y su socia brasileña cuentan la historia
de su emprendimiento.
Amistad. Gisella y Roberta se hicieron amigas cuando modelaban juntas. "Siempre estuvimos vinculadas a la moda. El año pasado comenzamos a conversar sobre este emprendimiento" dice la señora de Mauricio Pinilla. "Estábamos buscando a gritos salir un poco de la rutina de mamá con hijos, queríamos algo que nos gustara. Entonces como la Gisse vivió en Italia (2009 a 2017) y yo amo la moda, esto de la tienda comenzó a tomar forma", suma Roberta.
Divisón de la pega. "Traemos la ropa por embarque en avión. Brasil fabrica desde la tela de la ropa. Llega bien comprimida en una caja. Yo estoy a cargo de marketing", cuenta Melo. "Ele- gimos a través de los catálogos por inter- net de los proveedores en Bras'l y después ellos nos mandan (la ropa) a Chile. Yo me encargo del inventario y los precios. Tene- mos boletas (emitidas por el Servicio de Impuestos Internos) y bolsas de la tienda porque hay que hacer las cosas bien", des- taca Gissella. En as historias destacadas del Instagram de la tienda (@disenourba- nogiyro) aparece una de estas boletas donde se aprecia que las am.gas tienen una sociedad por acciones (SPA), bajo el rubro Venta de prendas de vestir, calzado y acceso- nos.
Efecto Brasil. "Quería- mos traer ropa de Sao Pau- lo, donde las mujeres se arreglan harto, traer cosas diferentes porque acá vas a las grandes tiendas y todas tienen lo mismo", detalla Melo y agrega otro factor que las levó a escoger esa ciudad: "También elegimos Brasil, porque investigamos, nos asesoramos y descubrimos que hay un acuerdo económico para importar ropa. "Tenemos mucho stock, pero sólo una prenda por modelo en todas las tallas, desde la S a la XL, todas al mismo precio. Vendemos poleras, blusas, petos, chaquetas de jeans, vestidos ideales para graduaciones. Dos clientas hasta compraron su vestido para su matrimonio civil", sigue Gallardo. ¿Precios? Chalecos básicos desde $9.990 y vestidos desde $44.990.
Gustos distintos. "Míranos: somos súper distintas para vestirnos. Yo soy más relajada y la Roberta es súper señorita", precisa Gallardo. "Por eso agarramos públicos distintos. Cuando estamos viendo ropa para traer le digo a la Gisse que confíe en sus gustos", le responde la brasileña.
Ajuste. Para ambas, el gran plus de Diseño Urbano recae en Hilda del Mar, quien además de ser la vendedora de la tienda, es modista y maneja una máquina de coser tras el probador. "Tenemos el taller acá mismo, entonces una clienta puede comprar algo y arreglarlo enseguida, así te vas con la ropa a tu medida. La idea surgió porque a ambas nos pasaba que comprábamos algo que después quedaba colgado en el clóset porque no nos quedaba bien" precisa Gissella. El servicio está incluido en el precio de la prenda.
Fotos. En el Instagram de la tienda y en sus redes personales aparecen Gissella (@gissepaz) y Roberta (@robertamelodossantos) luciendo las prendas. La brasileña admite que la gente quiere ver a la Gissella y pide la ropa que la señora del jugador de Coquimbo Unido usa. La aludida se sincera: "Me carga tener que sacarme fotos con las prendas. Cuando trabajé de modelo eran calces (pruebas de vestuario) y comerciales y siento que no nací para eso. Entonces a veces estoy en mi casa con ropa de la tienda y aprovecho. Le pido a mis ñiños (tiene tres hijos) o a Mauricio que me tomen una foto". En cambio, Roberta declara que le encantan las fotos. "Vivimos con la Gisse a una cuadra y yo tengo un estudio de fotografía en la casa", cuenta.
Amistad. Gisella y Roberta se hicieron amigas cuando modelaban juntas. "Siempre estuvimos vinculadas a la moda. El año pasado comenzamos a conversar sobre este emprendimiento" dice la señora de Mauricio Pinilla. "Estábamos buscando a gritos salir un poco de la rutina de mamá con hijos, queríamos algo que nos gustara. Entonces como la Gisse vivió en Italia (2009 a 2017) y yo amo la moda, esto de la tienda comenzó a tomar forma", suma Roberta.
Divisón de la pega. "Traemos la ropa por embarque en avión. Brasil fabrica desde la tela de la ropa. Llega bien comprimida en una caja. Yo estoy a cargo de marketing", cuenta Melo. "Ele- gimos a través de los catálogos por inter- net de los proveedores en Bras'l y después ellos nos mandan (la ropa) a Chile. Yo me encargo del inventario y los precios. Tene- mos boletas (emitidas por el Servicio de Impuestos Internos) y bolsas de la tienda porque hay que hacer las cosas bien", des- taca Gissella. En as historias destacadas del Instagram de la tienda (@disenourba- nogiyro) aparece una de estas boletas donde se aprecia que las am.gas tienen una sociedad por acciones (SPA), bajo el rubro Venta de prendas de vestir, calzado y acceso- nos.
Efecto Brasil. "Quería- mos traer ropa de Sao Pau- lo, donde las mujeres se arreglan harto, traer cosas diferentes porque acá vas a las grandes tiendas y todas tienen lo mismo", detalla Melo y agrega otro factor que las levó a escoger esa ciudad: "También elegimos Brasil, porque investigamos, nos asesoramos y descubrimos que hay un acuerdo económico para importar ropa. "Tenemos mucho stock, pero sólo una prenda por modelo en todas las tallas, desde la S a la XL, todas al mismo precio. Vendemos poleras, blusas, petos, chaquetas de jeans, vestidos ideales para graduaciones. Dos clientas hasta compraron su vestido para su matrimonio civil", sigue Gallardo. ¿Precios? Chalecos básicos desde $9.990 y vestidos desde $44.990.
Gustos distintos. "Míranos: somos súper distintas para vestirnos. Yo soy más relajada y la Roberta es súper señorita", precisa Gallardo. "Por eso agarramos públicos distintos. Cuando estamos viendo ropa para traer le digo a la Gisse que confíe en sus gustos", le responde la brasileña.
Ajuste. Para ambas, el gran plus de Diseño Urbano recae en Hilda del Mar, quien además de ser la vendedora de la tienda, es modista y maneja una máquina de coser tras el probador. "Tenemos el taller acá mismo, entonces una clienta puede comprar algo y arreglarlo enseguida, así te vas con la ropa a tu medida. La idea surgió porque a ambas nos pasaba que comprábamos algo que después quedaba colgado en el clóset porque no nos quedaba bien" precisa Gissella. El servicio está incluido en el precio de la prenda.
Fotos. En el Instagram de la tienda y en sus redes personales aparecen Gissella (@gissepaz) y Roberta (@robertamelodossantos) luciendo las prendas. La brasileña admite que la gente quiere ver a la Gissella y pide la ropa que la señora del jugador de Coquimbo Unido usa. La aludida se sincera: "Me carga tener que sacarme fotos con las prendas. Cuando trabajé de modelo eran calces (pruebas de vestuario) y comerciales y siento que no nací para eso. Entonces a veces estoy en mi casa con ropa de la tienda y aprovecho. Le pido a mis ñiños (tiene tres hijos) o a Mauricio que me tomen una foto". En cambio, Roberta declara que le encantan las fotos. "Vivimos con la Gisse a una cuadra y yo tengo un estudio de fotografía en la casa", cuenta.