La historia entre ambos seres humanos empezó el
verano de 2002, en el restaurante Los Buenos Muchachos de centro de Santiago. Ella tenía 16 años,
aún no salía del colegio y ya vivía una carrera de modelo.
Era Javiera Acevedo. Él contaba 29, era periodista y novel
rostro publicitario. ¿Quién? Pablo Zúñiga. Ambos protagonizarían un spot del antiácido Disfruta, ese que que
consistía en que ella, acompañada de un sujeto no tan
pintoso, era entrevistada bien acaramelada por el reportero a la salida de un local. "Disfruta... para poder comer
cualquier cosa", terminaba todo Zúñiga, irónico.
Tal trabajo no sólo acarreó algo de plata al par de rubios. Ahí nació una gran amistad.
Javiera Acevedo, hoy de 34 años, al habla: "A la vuelta, después de terminar el comercial nos fuimos hablando todo el canino. Yo era bien chica, pero estaba matada de la risa con este gallo tan chistoso. Encontré que se podía tener la confianza que se manifiesta con el humor. Fue como conocerlo de toda la vida".
Zúñiga, de 47 primaveras, un matrimonio y cinco hijos, añade: "El tema es que vivíamos cerca, entonces nos mandaron juntos en un taxi. Nos fuimos conversando en el auto, y nos matamos de la risa todo el rato. Era como una hermana chica que se reía mucho. Nos despedimos y nos quedamos de juntar. Desde eso ya han pasado 17 años y aún somos amigos".
¿Existe la amistad pura entre hombres y mujeres, señor Zúñiga?
Yo creo que sí, pero también puede pasar lo Otro. Igual se pueden confundir las cosas.
¿Se confundieron las cosas alguna vez?
Cuando tomaba un poco de alcohol, sí, pero rápidamente fue anulado... jajajá. Siempre hemos sido amigos. Siempre he conocido a sus pololos. Yo salía con ella y sus pololos y yo con mi señora. Somos muy yuntas y creo que nos queremos mucho.
Javiera Acevedo, quien ha trabajado con su amigui en espacios de TV como 'Tiempo límite" y "Tocshow", reafirma conceptos: "Él es alguien súper importante en mi vida, yo creo que me conoce tal cual soy. Nunca nos hemos pasado rollos entre sí, al menos no me lo ha dicho. Él es súper paternal, lo veo como un hermano grande que me aconseja un montón
"Conozco a su familia, a sus papás, hemos comido junto a ellos. También he ido a la casa de su hermano con mis hijos. a veces me ha tocado aconsejar a porque claro, ha tenido penas de amor", interrumpe Zúñiga. "Yo sé que no tengo buen ojo (para los hombres), y él opina, y casi siempre tiene razón. Es como mi sicólogo, me dice si te quieren, no te pueden hacer eso", retoma Acevedo.
Entiendo que le ayudó a mudarse, Javiera.
Sí, ahí se portó un siete el año pasado. Llegó con overol a instalarme una manguera, una lámpara y otras cosas más... la intención es lo que vale.
¿Por qué, qué pasó?
Mira, no quedaron tan bien, pero pregúntale a él.
¿Qué Ocurrió con los trabajos que hizo en casa de Javiera, don Pablo?
Yo la apoyé, me pidió ayuda para hacer cosas de gasfitería y jardinería, pero me condoreé heavy. Le instalé mal la manguera afuera, la cuestión se terminó saliendo y tuvo que pagarle a alguien mucho más por el trabajo. Ella valora la intención... somos amigos.
Tal trabajo no sólo acarreó algo de plata al par de rubios. Ahí nació una gran amistad.
Javiera Acevedo, hoy de 34 años, al habla: "A la vuelta, después de terminar el comercial nos fuimos hablando todo el canino. Yo era bien chica, pero estaba matada de la risa con este gallo tan chistoso. Encontré que se podía tener la confianza que se manifiesta con el humor. Fue como conocerlo de toda la vida".
Zúñiga, de 47 primaveras, un matrimonio y cinco hijos, añade: "El tema es que vivíamos cerca, entonces nos mandaron juntos en un taxi. Nos fuimos conversando en el auto, y nos matamos de la risa todo el rato. Era como una hermana chica que se reía mucho. Nos despedimos y nos quedamos de juntar. Desde eso ya han pasado 17 años y aún somos amigos".
¿Existe la amistad pura entre hombres y mujeres, señor Zúñiga?
Yo creo que sí, pero también puede pasar lo Otro. Igual se pueden confundir las cosas.
¿Se confundieron las cosas alguna vez?
Cuando tomaba un poco de alcohol, sí, pero rápidamente fue anulado... jajajá. Siempre hemos sido amigos. Siempre he conocido a sus pololos. Yo salía con ella y sus pololos y yo con mi señora. Somos muy yuntas y creo que nos queremos mucho.
Javiera Acevedo, quien ha trabajado con su amigui en espacios de TV como 'Tiempo límite" y "Tocshow", reafirma conceptos: "Él es alguien súper importante en mi vida, yo creo que me conoce tal cual soy. Nunca nos hemos pasado rollos entre sí, al menos no me lo ha dicho. Él es súper paternal, lo veo como un hermano grande que me aconseja un montón
"Conozco a su familia, a sus papás, hemos comido junto a ellos. También he ido a la casa de su hermano con mis hijos. a veces me ha tocado aconsejar a porque claro, ha tenido penas de amor", interrumpe Zúñiga. "Yo sé que no tengo buen ojo (para los hombres), y él opina, y casi siempre tiene razón. Es como mi sicólogo, me dice si te quieren, no te pueden hacer eso", retoma Acevedo.
Entiendo que le ayudó a mudarse, Javiera.
Sí, ahí se portó un siete el año pasado. Llegó con overol a instalarme una manguera, una lámpara y otras cosas más... la intención es lo que vale.
¿Por qué, qué pasó?
Mira, no quedaron tan bien, pero pregúntale a él.
¿Qué Ocurrió con los trabajos que hizo en casa de Javiera, don Pablo?
Yo la apoyé, me pidió ayuda para hacer cosas de gasfitería y jardinería, pero me condoreé heavy. Le instalé mal la manguera afuera, la cuestión se terminó saliendo y tuvo que pagarle a alguien mucho más por el trabajo. Ella valora la intención... somos amigos.