Ese grupo de comerciantes fue protegido en todo momento por otros colegas armados con bates de béisbol y palos, cuya misión consistía en vigilar el exterior y custodiar la cortina metálica del mall. Solo dejaban entrar a los rostros conocidos, quienes corrían hacia sus tiendas, sacaban los productos y los subían a sus vehículos.
Carlos llegó cerca de las 10 de la mañana en una camioneta Changan doble cabina. En un par de horas dejó solo los muebles dentro de a tienda. Se llevó en bolsas plásticas piluchos, enteritos, calcetines, gorros, pantys, entre otras cosas. Lo ayudó su socia, una amiga y vecina de infancia, y una florista, cuyo puesto queda justo en la entrada del mall.
Otros locatarios también aprovecharon la mañana para reforzar las entradas de sus tiendas. Aparecieron muchachos cargando fierros y planchas de madera hacia el interior del centro comercial. En ese sector de Maipu, el único tema de conversación de los comerciantes giraba en torno a los saqueos de los últimos días. Algunos veían videos de los turbazos en sus celulares.
Carlos cuenta que en medio del ataque al Mall Pumay, muchas personas se cortaron con los vidrios trizados que quedaron esparcidos por los pasillos. Entre todos los locatarios, recuerda, agarraron palos, fierros, cualquier cosa, para repeler a la turba. Algunos de esos sujetos, agrega, fueron detenidos por los mismos comerciantes, quienes los amarraron con cinta adhesiva para luego entregarlos a Carabineros.
"Menos mal se pudo controlar el asunto, pero todos quedaron con miedo de que pasara lo mismo en la noche. Hubo locatarios que sufrieron crisis de pánico y los tuvimos que consolar. Al final nos organizamos y varios colegas se quedaron en vigía dentro del mall. Otros empezaron al tiro a embalar sus cosas para sacarlas. Se amanecieron", recuerda.
"La idea original era resguardar las tiendas, no sacar la mercadería -agrega Carlos- pero en redes sociales vimos que querían saquear y quemar el mall. Por eso se tomó esta decisión. Sabemos que hay hartas noticias dando vuelta, pero preferimos prevenir y sacar la mercadería antes que perderla. Si vuelven a entrar, no encontrarán nada".