Hoy fuimos a la Luna y volvimos a la Tierra", dijo el
campeón olímpico keniano Eliud Kipchoge, luego
de convertirse este sábado en el primer ser
humano que baja a barrera de las dos horas
en los 42,195 kilómetros del maratón en el
desafío "Ineos 1:59 Challenge", prueba financiada por el multimillonario petrolero
británico Jim Ratcliffe, quien supervisó directamente la concreción de la hazaña en el
parque Prater de Viena, Austria.
A sus 34 años y tras haber fallado en 2017 en el mismo objetivo en el circuito de Monza, Italia, el campeón de los últimos Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro logró cronometrar una hora 59 minutos y 40 segundos valiéndose de un inmenso dispositivo técnico y tecnológico. No se trató de un maratón propiamente tal, la Asociaeón Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) no reconoce como récord el registro obtenido, pero lo cierto es que Kipchoge logró rebajar en un minuto y 59 segundos su plusmarca mundial vigente de dos horas 1'39", lograda en 2018 en Berlín y debidamente homologada por la IAAF.
"Ha sido el mejor momento de mi vida. Cargaba una enorme presión, incluso me llamó el presidente de Kenia (Uhuru Kenyatta)", dijo Kipchoge, quien de antemano sabía, al igual que los organizadores, que la prueba no sería reconocida debido principalmente a que el recorrido del circuito vienés no está certificado, a que no hubo control antidopaje, a que no había al menos tres atletas en condición de ganar, que Kipchoge contara con un equipo de 42 liebres de apoyo y que la hidratación se hiciera directamente al deportista por medio de asistentes montados en bicicleta, entre otras cosas.
"Yo creo que independiente de todos los factores favorables que tuvo para lograr este registro, el cuerpo y la mente es propia de cada persona. Puede que la IAAF no reconozca la marca, pero de que corrió los 42.195 metros, los corrió él y nadie más en menos de dos horas", comenta la pacer y fundadora de Runbella, Fabiola Hernández.
A sus 34 años y tras haber fallado en 2017 en el mismo objetivo en el circuito de Monza, Italia, el campeón de los últimos Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro logró cronometrar una hora 59 minutos y 40 segundos valiéndose de un inmenso dispositivo técnico y tecnológico. No se trató de un maratón propiamente tal, la Asociaeón Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) no reconoce como récord el registro obtenido, pero lo cierto es que Kipchoge logró rebajar en un minuto y 59 segundos su plusmarca mundial vigente de dos horas 1'39", lograda en 2018 en Berlín y debidamente homologada por la IAAF.
"Ha sido el mejor momento de mi vida. Cargaba una enorme presión, incluso me llamó el presidente de Kenia (Uhuru Kenyatta)", dijo Kipchoge, quien de antemano sabía, al igual que los organizadores, que la prueba no sería reconocida debido principalmente a que el recorrido del circuito vienés no está certificado, a que no hubo control antidopaje, a que no había al menos tres atletas en condición de ganar, que Kipchoge contara con un equipo de 42 liebres de apoyo y que la hidratación se hiciera directamente al deportista por medio de asistentes montados en bicicleta, entre otras cosas.
"Yo creo que independiente de todos los factores favorables que tuvo para lograr este registro, el cuerpo y la mente es propia de cada persona. Puede que la IAAF no reconozca la marca, pero de que corrió los 42.195 metros, los corrió él y nadie más en menos de dos horas", comenta la pacer y fundadora de Runbella, Fabiola Hernández.