A las 11 horas de hoy, Macarena Santelices (UDI) oficializará ante el Concejo Municipal su renuncia indeclinable a la alcaldía de Olmué, la que se hará efectiva a contar del 24 de este mes. Un día después, el cargo será declarado como vacante, empezando a correr el plazo de diez días hábiles que tendrán los ediles de dicha comuna para convocar a una sesión extraordinaria y elegir a uno de ellos como el reemplazante de la gremialista, quien -tal como lo adelantó a este Diario- dejará su puesto para iniciar una candidatura a gobernadora regional por Valparaíso.
Como se podía prever, el anuncio de Santelices provocó gran revuelo en la zona por tratarse del primer movimiento concreto de cara a la inédita elección de 2020. Sin embargo, de paso su decisión también sembró un manto de dudas al interior del municipio en torno a quién asumiría como el futuro alcalde hasta diciembre del próximo año, con los beneficios que ello traerá de cara a las próximas elecciones.
Una definición que hasta hace un par de semanas, mientras la alcaldesa aún evaluaba renunciar al cargo, no generaba mayor incertidumbre al considerar que de los seis concejales de Olmué, cuatro fueron escogidos en representación de Chile Vamos: Sonia Muñoz (RN), Yolanda Pablo (RN), Ramón Donoso (UDI) y Jorge Jil (PRI). Mientras que los dos cupos restantes quedaron en manos de Carlos Vargas (DC) y Pablo Altamirano (PS).
Con ese escenario, y tomando en cuenta que la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades establece que asumirá la alcaldía el edil que obtenga más votos de entre sus pares, en el oficialismo daban por descontado que el municipio seguiría en manos de ellos al menos hasta las elecciones del próximo año.
No obstante, en las últimas semanas la principal carta que tenían como reemplazante de Santelices -y que al parecer contaba con los votos de todos los concejales electos por la misma coalición- decidió no aspirar al cargo, provocando una dura encrucijada al interior de la comuna huasa.
Con su inesperada baja, las opciones del oficialismo para seguir administrando el municipio se redujo sólo a los concejales Donoso, Jil y Pablo. Pero el problema, según trascendió, es que no todos estarían dispuestos a cuadrarse por un mismo nombre para asegurar la alcaldía y evitar que la oposición se hiciera de ella.
"Cuando los temas son comunales creo que el partido político deja de tener relevancia. En un pueblo chico como Olmué nos conocemos todos y la militancia política deja de importar", reconoció la concejala Yolanda Pablo, confirmando que estaría dispuesta a votar por cualquier de los ediles, incluso por ella.
En esa línea, la RN incluso fue un paso más allá y aclaró no tener una buena evaluación del trabajo de Santelices, y que por lo mismo esperaría que su reemplazante fuera "lo más independiente a la gestión de estos últimos siete años".
"La administración de ella fue muy antojadiza y generó mucho dolor, en especial en los funcionarios que hoy están fuera", comentó la edil.
Una de las "ventajas" que tendría el concejal es que contaría con el apoyo irrestricto de Vargas (DC), lo que evitaría de plano que la alcaldía vuelva a manos de la centro izquierda.
Consultado al respecto, Jil también reconoció que "es muy difícil que un concejal no aspire a llegar más arriba", aunque se mostró cauto frente a la reñida votación que se avizora en los próximos días.
De todas formas, habrá que esperar la impresión que tendrán los partidos de Chile Vamos en torno a su figura (ver nota relacionada), considerando que si bien fue electo por el Partido Regionalista Independiente (PRI) y luego tuvo un breve paso por RN, el concejal aclaró que recientemente había fichado por el Partido Humanista (PH), colectividad que integra el Frente Amplio.
"Donoso tuvo algunas diferencias con la alcaldesa e incluso se me acercó arrepentido por haber presentado una solicitud de destitución en mi contra", aseguró el socialista, quien agregó más incertidumbre a la situación tras sostener que no descartan quedarse con la alcaldía. "Mi primera opción es Vargas y él lo está analizando. Pero como entiendo que no estaría dispuesto, no le cerramos la puerta a poder contar con los apoyos de los concejales Pablo e incluso de Donoso", avisó Altamirano.
Como se podía prever, el anuncio de Santelices provocó gran revuelo en la zona por tratarse del primer movimiento concreto de cara a la inédita elección de 2020. Sin embargo, de paso su decisión también sembró un manto de dudas al interior del municipio en torno a quién asumiría como el futuro alcalde hasta diciembre del próximo año, con los beneficios que ello traerá de cara a las próximas elecciones.
Una definición que hasta hace un par de semanas, mientras la alcaldesa aún evaluaba renunciar al cargo, no generaba mayor incertidumbre al considerar que de los seis concejales de Olmué, cuatro fueron escogidos en representación de Chile Vamos: Sonia Muñoz (RN), Yolanda Pablo (RN), Ramón Donoso (UDI) y Jorge Jil (PRI). Mientras que los dos cupos restantes quedaron en manos de Carlos Vargas (DC) y Pablo Altamirano (PS).
Con ese escenario, y tomando en cuenta que la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades establece que asumirá la alcaldía el edil que obtenga más votos de entre sus pares, en el oficialismo daban por descontado que el municipio seguiría en manos de ellos al menos hasta las elecciones del próximo año.
No obstante, en las últimas semanas la principal carta que tenían como reemplazante de Santelices -y que al parecer contaba con los votos de todos los concejales electos por la misma coalición- decidió no aspirar al cargo, provocando una dura encrucijada al interior de la comuna huasa.
No comprometen votos
"Efectivamente mi nombre sonó y era la primera opción, pero decidí no estar disponible por motivos personales, más que nada porque mi salud no me ha acompañado mucho", explicó a este Diario la concejala Sonia Muñoz, quien obtuvo la segunda mayoría en 2016 con un 5,51% de los votos.Con su inesperada baja, las opciones del oficialismo para seguir administrando el municipio se redujo sólo a los concejales Donoso, Jil y Pablo. Pero el problema, según trascendió, es que no todos estarían dispuestos a cuadrarse por un mismo nombre para asegurar la alcaldía y evitar que la oposición se hiciera de ella.
"Cuando los temas son comunales creo que el partido político deja de tener relevancia. En un pueblo chico como Olmué nos conocemos todos y la militancia política deja de importar", reconoció la concejala Yolanda Pablo, confirmando que estaría dispuesta a votar por cualquier de los ediles, incluso por ella.
En esa línea, la RN incluso fue un paso más allá y aclaró no tener una buena evaluación del trabajo de Santelices, y que por lo mismo esperaría que su reemplazante fuera "lo más independiente a la gestión de estos últimos siete años".
"La administración de ella fue muy antojadiza y generó mucho dolor, en especial en los funcionarios que hoy están fuera", comentó la edil.
Ex pri, hoy humanista
Bajo ese nivel de incertidumbre, el otro nombre que habría comenzado a surgir desde el entorno de la alcaldesa sería el de Jorge Jil, quien obtuvo la votación más baja en 2016.Una de las "ventajas" que tendría el concejal es que contaría con el apoyo irrestricto de Vargas (DC), lo que evitaría de plano que la alcaldía vuelva a manos de la centro izquierda.
Consultado al respecto, Jil también reconoció que "es muy difícil que un concejal no aspire a llegar más arriba", aunque se mostró cauto frente a la reñida votación que se avizora en los próximos días.
De todas formas, habrá que esperar la impresión que tendrán los partidos de Chile Vamos en torno a su figura (ver nota relacionada), considerando que si bien fue electo por el Partido Regionalista Independiente (PRI) y luego tuvo un breve paso por RN, el concejal aclaró que recientemente había fichado por el Partido Humanista (PH), colectividad que integra el Frente Amplio.
Oposición busca apoyos
Otra de las dudas que surgió en el embrollo fue por qué no tomaría fuerza la alternativa de Donoso, siendo el único UDI del Concejo Municipal. Si bien el edil también comentó a este Diario que "humildemente me gustaría (ser alcalde), pero veremos qué se decide", el concejal Altamirano entregó algunos detalles que podrían explicar las razones que hay detrás."Donoso tuvo algunas diferencias con la alcaldesa e incluso se me acercó arrepentido por haber presentado una solicitud de destitución en mi contra", aseguró el socialista, quien agregó más incertidumbre a la situación tras sostener que no descartan quedarse con la alcaldía. "Mi primera opción es Vargas y él lo está analizando. Pero como entiendo que no estaría dispuesto, no le cerramos la puerta a poder contar con los apoyos de los concejales Pablo e incluso de Donoso", avisó Altamirano.