Bastó que la protagonista de
"Amor a la Catalán" de Canal
13, Tamara Acosta, anunciara
que dejaría de lado "los alimentos procesados" durante 4 semanas para
que se generara el debate y surgieran un
montón de dudas.
"No es una dieta ni un detox, es un programa de alimentación que se llama reboot, que sirve para detectar qué alimentos le hacen mal a mi organismo porque tengo algunos problemas digestivos" , aclara la actriz, quien se hizo asesorar por el health coach Matías Novoa, certificado en el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York.
La actriz advierte que "la idea es comer comida real, casera como se comía antiguamente y ojalá de proveedores locales, comprar en la feria o La Vega". "Estoy chocha porque yo que no cocinaba ni un huevo frito, ahora estoy cocinando. El otro día hice un mousse de brócoli y me quedó exquisito. También hice pan de quínoa y chía. Me llevo mi lonchera a las grabaciones. Mi meta no es bajar de peso pero se agradece, sobre todo ahora que viene el verano".
¿Qué es lo que puede comer y lo que no, Tamara?
No gluten, huevo, soya, harina ni azúcar, atún, conservas en general y todo lo que tenga una etiqueta con algún ingrediente que termine en osa, como fructosa o sucralosa, por ejemplo. Tampoco puedo consumir stevia ni colorantes. Después de eso se hace un experimento por dos semanas de ir incorporándolos para ver cuál es la reacción del cuerpo. Puedo comer verduras, frutas, semillas, leche de coco, pistachos. Y puedo tomar agua filtrada, limonada o té. Imagínate una alcachofa, una sopa de verduras y un pescado con espárragos. No es tan terrible.
¿Qué dicen los entendidos?
Dentro de todas estas buenas intenciones de Tamara, cabe preguntarse qué son los alimentos procesados y los no procesados, por qué los alimentos se procesan y por qué serían nocivos para la salud. Vamos por parte:
¿Todos los alimentos son procesados?
"Los alimentos procesados son aquellos en los que se ha ocupado algún tipo de tecnología en su elaboración para que se facilite la preparación o el consumo de ellos" resume la nutrióloga de la Clínica Alemana, Karen Salvo. Mientras que la académica del INTA y doctora en nutrición, Marcela Reyes, habla de la clasificación NOVA, que mide el nivel de procesamiento de los alimentos y el propósito de este procesamiento porque "hasta lavar una manzana podría ser considerado procesarla". Existen cuatro grupos, según detalla Reyes:
1.- "Los alimentos naturales o mínimamente procesados, como la fruta congelada o la eche pasteurizada".
2.- "Los ingredientes culinarios. Si bien éstos están procesados, como el aceite y la mantequilla, son productos que no se comen solos, sino que se juntan con el primer grupo para hacer preparaciones culinarias o comidas caseras. Esta clasificación plantea que ojalá nosotros comiéramos productos de estos dos grupos".
3.- "Procesados, como pan, queso, jamón, conservas, o sea, alimentos a los que se les ha añadido otros nutrientes o ingredientes como azúcar y sal para aumentar su conservación, pero que han existido durante los últimos cien años".
4.- "Ultraprocesados a los que hay que tenerles cuidado porque ni siquiera sabemos bien de qué alimentos provienen. De hecho, se reconocen cuando uno mira el envasado y se da cuenta que por lo menos hay un ingrediente que uno no tiene en su cocina, como esos nombres que parecen fórmula química".
¿Con qué fin deberían procesarse?
La profesional del INTA, Marce a Reyes, dice que los alimentos se procesan "para que duren más". La ingeniera en alimentos y gerente de Cet Agroindustrial, Noemí Zúñiga, plantea que "no es que el procesamiento sea malo. En muchos casos es una ventaja, como llegar con limones refrigerados, envasados de Chile a otros países o permite tener pasta de choclo en épocas en la que no la encuentras".
¿Dañinos?
La nutrióloga de la Clínica Alemana, Karen Salvo, sostiene que "como los alimentos procesados son altos en grasas saturadas y trans tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular, y en general también son altos en azúcares y en sodio, y tienden a ser bajos en micronutrientes y fibra. Por eso se trata de estimular la disminución del consumo de estos alimentos pues no consumirlos en la dieta no produce ningún efecto perjudicial". La académica del INTA, Marcela Reyes, afirma que etlos últimos estudios hacen sugerir que los dañinos son los aditivos de distintos tipos, como saborizantes y colorantes, que son sustancias que el cuerpo no conoce y pueden estar generando alteraciones". Aporta otro dato: "Estos alimentos provocan un sobreconsumo porque son hiperpalatables, lo que indica que no puedes parar de comerlos, como cuando abres un paquete de papas fritas y te lo comes todo. Esto tiene que ver con la textura, el sabor y el color que le otorgan los aditivos".
"No es una dieta ni un detox, es un programa de alimentación que se llama reboot, que sirve para detectar qué alimentos le hacen mal a mi organismo porque tengo algunos problemas digestivos" , aclara la actriz, quien se hizo asesorar por el health coach Matías Novoa, certificado en el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York.
La actriz advierte que "la idea es comer comida real, casera como se comía antiguamente y ojalá de proveedores locales, comprar en la feria o La Vega". "Estoy chocha porque yo que no cocinaba ni un huevo frito, ahora estoy cocinando. El otro día hice un mousse de brócoli y me quedó exquisito. También hice pan de quínoa y chía. Me llevo mi lonchera a las grabaciones. Mi meta no es bajar de peso pero se agradece, sobre todo ahora que viene el verano".
¿Qué es lo que puede comer y lo que no, Tamara?
No gluten, huevo, soya, harina ni azúcar, atún, conservas en general y todo lo que tenga una etiqueta con algún ingrediente que termine en osa, como fructosa o sucralosa, por ejemplo. Tampoco puedo consumir stevia ni colorantes. Después de eso se hace un experimento por dos semanas de ir incorporándolos para ver cuál es la reacción del cuerpo. Puedo comer verduras, frutas, semillas, leche de coco, pistachos. Y puedo tomar agua filtrada, limonada o té. Imagínate una alcachofa, una sopa de verduras y un pescado con espárragos. No es tan terrible.
¿Qué dicen los entendidos?
Dentro de todas estas buenas intenciones de Tamara, cabe preguntarse qué son los alimentos procesados y los no procesados, por qué los alimentos se procesan y por qué serían nocivos para la salud. Vamos por parte:
¿Todos los alimentos son procesados?
"Los alimentos procesados son aquellos en los que se ha ocupado algún tipo de tecnología en su elaboración para que se facilite la preparación o el consumo de ellos" resume la nutrióloga de la Clínica Alemana, Karen Salvo. Mientras que la académica del INTA y doctora en nutrición, Marcela Reyes, habla de la clasificación NOVA, que mide el nivel de procesamiento de los alimentos y el propósito de este procesamiento porque "hasta lavar una manzana podría ser considerado procesarla". Existen cuatro grupos, según detalla Reyes:
1.- "Los alimentos naturales o mínimamente procesados, como la fruta congelada o la eche pasteurizada".
2.- "Los ingredientes culinarios. Si bien éstos están procesados, como el aceite y la mantequilla, son productos que no se comen solos, sino que se juntan con el primer grupo para hacer preparaciones culinarias o comidas caseras. Esta clasificación plantea que ojalá nosotros comiéramos productos de estos dos grupos".
3.- "Procesados, como pan, queso, jamón, conservas, o sea, alimentos a los que se les ha añadido otros nutrientes o ingredientes como azúcar y sal para aumentar su conservación, pero que han existido durante los últimos cien años".
4.- "Ultraprocesados a los que hay que tenerles cuidado porque ni siquiera sabemos bien de qué alimentos provienen. De hecho, se reconocen cuando uno mira el envasado y se da cuenta que por lo menos hay un ingrediente que uno no tiene en su cocina, como esos nombres que parecen fórmula química".
¿Con qué fin deberían procesarse?
La profesional del INTA, Marce a Reyes, dice que los alimentos se procesan "para que duren más". La ingeniera en alimentos y gerente de Cet Agroindustrial, Noemí Zúñiga, plantea que "no es que el procesamiento sea malo. En muchos casos es una ventaja, como llegar con limones refrigerados, envasados de Chile a otros países o permite tener pasta de choclo en épocas en la que no la encuentras".
¿Dañinos?
La nutrióloga de la Clínica Alemana, Karen Salvo, sostiene que "como los alimentos procesados son altos en grasas saturadas y trans tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular, y en general también son altos en azúcares y en sodio, y tienden a ser bajos en micronutrientes y fibra. Por eso se trata de estimular la disminución del consumo de estos alimentos pues no consumirlos en la dieta no produce ningún efecto perjudicial". La académica del INTA, Marcela Reyes, afirma que etlos últimos estudios hacen sugerir que los dañinos son los aditivos de distintos tipos, como saborizantes y colorantes, que son sustancias que el cuerpo no conoce y pueden estar generando alteraciones". Aporta otro dato: "Estos alimentos provocan un sobreconsumo porque son hiperpalatables, lo que indica que no puedes parar de comerlos, como cuando abres un paquete de papas fritas y te lo comes todo. Esto tiene que ver con la textura, el sabor y el color que le otorgan los aditivos".