Era mediodía en el hall central de la Cámara de Diputados cuando comenzó a
emerger por los parlantes "Raining
Blood", canción de la banda estadounidense
Slayer. Muy cerca de la estatua El Pensador,
en el hall principal, estaba Tom Araya, vocalista viñamarino de la famosa agrupación de
thrash metal, la misma que este domingo se
presentó en el último show de su carrera en
Chile.
Tom Araya esperaba sereno, acompañado de su familia y de tres guardaespaldas, a que comenzara la ceremonia en que le entregarían una medalla y una colorida escultura proveniente de Rapa Nui como reconocimiento a su contribución a la música mundial y su fuerte vínculo con Chile.
Desde dos asientos de distancia, el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Schel, lo miraba casi sin pestañear. "En lo personal es un orgullo tener a Tom aquí; me siento como cabro chico enviándoles fotos a mis amigos, soy muy fanático de Slayer", dijo. Sichel no se aguantó y comentó su sorpresa de que la diputada RN Camila Flores fuera tan fanática del artista y del grupo. "De partida me sorprendió que ella fuese fanática del thrash metal. Creo que es muy destacable la gestión que hizo porque la música genera unidad y eso es lo que necesitamos hoy en día".
El sábado pasado, un día antes del concierto en el Festival Santiago Gets Louder, Camila Flores se animó y partió a pedirle al presidente de la Cámara, Iván Flores, la realización de un homenaje al artista viñamarino.
"Lo primero que hice fue contactar al mánager de la banda, porque yo sabia que solo lo iba a lograr hablando directamente con él. Eso fue muy difícil porque, además, había dos instituciones que también querían homenajearlo: el equipo de futbol Santiago Wanderers y El Mercurio de Valparaíso", relata la diputada.
Sin embargo, aunque asegura que el mánager tramitó mucho su petición, "el equipo de la gobernación de Valparaíso me ayudó, ya que estaban trabajando con Tom Araya para la realización de un recital que se dio el día martes aquí en Valparaíso. Entonces, los estuve presionando bastante hasta que ellos pudieron preguntarle personalmente si aceptaba venir a este acto, lo que es muy importante porque él pudo elegir este homenaje y no otro.", dijo.
Durante el discurso que dio la diputada, esta mencionó a Javier Araya, padre del artista, quien emigró a California junto con su esposa e hijos en 1966 en busca de una mejor vida, y al fallecido ex guitarrista de su banda, Jeff Hanneman. "Cuando los mencioné a ellos se notó que Tom se emocionó, se notó que para él fueron muy importantes en su vida y en su carrera. Además, cuando lo fui a recibir a la puerta, su esposa me comentó que estaba muy emocionada y que era muy importante este reconocimiento para ellos como familia", acotó Flores.
Al marcharse, rodeado por su equipo de seguridad, Tom Araya gritó: "Viva Slayer".
Durante la despedida, la diputada Flores recibió un obsequio: "Subí al móvil a despedirme y agradecerle por aceptar la invitación y, cuando estaba por bajarme, me pasó en la mano una uñeta de Slayer. Es lejos el mejor regalo que me podría haber dado". Además, acompañada por su esposo, comentó que "este es definitivamente el momento más emocionante de mi vida, sin contar mi matrimonio, por supuesto", dijo entre risas con su pareja.
"Yo me comprometo a hacer todo lo posible por traerlo al Festival de Viña. Me comprometo a hablar lo antes posible con la alcaldesa, porque sería muy importante tener a Slayer en la Quinta Vergara", añadió.
Tom Araya esperaba sereno, acompañado de su familia y de tres guardaespaldas, a que comenzara la ceremonia en que le entregarían una medalla y una colorida escultura proveniente de Rapa Nui como reconocimiento a su contribución a la música mundial y su fuerte vínculo con Chile.
Desde dos asientos de distancia, el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Schel, lo miraba casi sin pestañear. "En lo personal es un orgullo tener a Tom aquí; me siento como cabro chico enviándoles fotos a mis amigos, soy muy fanático de Slayer", dijo. Sichel no se aguantó y comentó su sorpresa de que la diputada RN Camila Flores fuera tan fanática del artista y del grupo. "De partida me sorprendió que ella fuese fanática del thrash metal. Creo que es muy destacable la gestión que hizo porque la música genera unidad y eso es lo que necesitamos hoy en día".
El sábado pasado, un día antes del concierto en el Festival Santiago Gets Louder, Camila Flores se animó y partió a pedirle al presidente de la Cámara, Iván Flores, la realización de un homenaje al artista viñamarino.
"Lo primero que hice fue contactar al mánager de la banda, porque yo sabia que solo lo iba a lograr hablando directamente con él. Eso fue muy difícil porque, además, había dos instituciones que también querían homenajearlo: el equipo de futbol Santiago Wanderers y El Mercurio de Valparaíso", relata la diputada.
Sin embargo, aunque asegura que el mánager tramitó mucho su petición, "el equipo de la gobernación de Valparaíso me ayudó, ya que estaban trabajando con Tom Araya para la realización de un recital que se dio el día martes aquí en Valparaíso. Entonces, los estuve presionando bastante hasta que ellos pudieron preguntarle personalmente si aceptaba venir a este acto, lo que es muy importante porque él pudo elegir este homenaje y no otro.", dijo.
Emoción metalera
Tom Araya fue puntual en su llegada al Congreso. A las 12:15 horas se bajaba de la van donde también viajaban su hijo, su esposa y tres guardaespaldas. A esa misma hora Camila Flores estaba en la entrada principal del Parlamento usando su polera de la banda para recibir al ídolo musical.Durante el discurso que dio la diputada, esta mencionó a Javier Araya, padre del artista, quien emigró a California junto con su esposa e hijos en 1966 en busca de una mejor vida, y al fallecido ex guitarrista de su banda, Jeff Hanneman. "Cuando los mencioné a ellos se notó que Tom se emocionó, se notó que para él fueron muy importantes en su vida y en su carrera. Además, cuando lo fui a recibir a la puerta, su esposa me comentó que estaba muy emocionada y que era muy importante este reconocimiento para ellos como familia", acotó Flores.
Al marcharse, rodeado por su equipo de seguridad, Tom Araya gritó: "Viva Slayer".
Durante la despedida, la diputada Flores recibió un obsequio: "Subí al móvil a despedirme y agradecerle por aceptar la invitación y, cuando estaba por bajarme, me pasó en la mano una uñeta de Slayer. Es lejos el mejor regalo que me podría haber dado". Además, acompañada por su esposo, comentó que "este es definitivamente el momento más emocionante de mi vida, sin contar mi matrimonio, por supuesto", dijo entre risas con su pareja.
"Yo me comprometo a hacer todo lo posible por traerlo al Festival de Viña. Me comprometo a hablar lo antes posible con la alcaldesa, porque sería muy importante tener a Slayer en la Quinta Vergara", añadió.