La noche del viernes 18 de octubre, Santiago estalló en una vorágine de violencia,
fuego y rabia, que se volcó, con especial ensañamiento, sobre el Metro.
Un total de 21 estaciones fueron incendiadas y otras tantas vandalizadas, siendo las líneas más afectadas la 4, que conecta Puente Alto con Providencia, y la 4A, que une La Florida con La Cisterna.
A un mes del estallido, Metro habilitó este lunes cinco nuevas estaciones de la línea 4, Las Mercedes, Hospital Sótero del Río, Vicente Valdés, Vicuña Mackenna y Plaza de Puente Alto, luego de un trabajo colosal, como describe Miguel Urzúa, gerente de mantenimiento del Metro de Santiago.
"Los equipos de mantenimiento desarrollaron un trabajo por fases", explica. "En la primera fase se realizó la revisión de los sistemas de energía eléctrica para energizar la vía entre Vicente Valdés y Plaza de Puente Alto. Las zonas más dañadas estaban en las estaciones Trinidad, San José de la Estrella, Los Quillayes y Protectora de la nfancia, debido, principalmente, a los incendios producidos en esas estaciones".
Luego, agrega Urzúa, "fue necesario realizar la unión de más de 1.500 puntos de los diferentes cables relacionados a la transmisión de energía eléctrica y sistemas, con el fin de lograr energizar y conseguir la conducción segura a través del sistema de protección Automatic Train Protection o ATP (encargado, entre otras cosas, de frenar automáticamente los trenes en caso de emergencia), reponer la red de comunicaciones entre el Centro Integrado de Control (CIC) y los conductores en los trenes, además de sistemas de comunicación con las estaciones, tales como telefonía, entre otros".
En forma paralela, agrega, se realizó la limpieza de las estaciones, retirando los escombros para permitir el paso seguro de los trenes.
"Asimismo, se hicieron trabajos en las estaciones Plaza de Puente Alto, Las Mercedes y Sótero del Río relacionadas principalmente con la reparación de escaleras mecánicas dañadas, reposición de vidriería y pintura, reposición de torniquetes, sistemas de iluminación y cámaras de seguridad que habían sido vandalizadas y rotas", dice Urzúa. "Finalmente se realizaron varias pruebas de seguridad ferroviaria, de manera de disponer un servicio seguro a los pasajeros".
Durante la mañana del lunes, las estaciones habilitadas funcionaron con normalidad, pero pasadas las 11 horas un grupo de estudiantes secundarios llegó a la estación Plaza de Puente Alto para protestar, lo que obligó a su cierre.
Un total de 21 estaciones fueron incendiadas y otras tantas vandalizadas, siendo las líneas más afectadas la 4, que conecta Puente Alto con Providencia, y la 4A, que une La Florida con La Cisterna.
A un mes del estallido, Metro habilitó este lunes cinco nuevas estaciones de la línea 4, Las Mercedes, Hospital Sótero del Río, Vicente Valdés, Vicuña Mackenna y Plaza de Puente Alto, luego de un trabajo colosal, como describe Miguel Urzúa, gerente de mantenimiento del Metro de Santiago.
"Los equipos de mantenimiento desarrollaron un trabajo por fases", explica. "En la primera fase se realizó la revisión de los sistemas de energía eléctrica para energizar la vía entre Vicente Valdés y Plaza de Puente Alto. Las zonas más dañadas estaban en las estaciones Trinidad, San José de la Estrella, Los Quillayes y Protectora de la nfancia, debido, principalmente, a los incendios producidos en esas estaciones".
Luego, agrega Urzúa, "fue necesario realizar la unión de más de 1.500 puntos de los diferentes cables relacionados a la transmisión de energía eléctrica y sistemas, con el fin de lograr energizar y conseguir la conducción segura a través del sistema de protección Automatic Train Protection o ATP (encargado, entre otras cosas, de frenar automáticamente los trenes en caso de emergencia), reponer la red de comunicaciones entre el Centro Integrado de Control (CIC) y los conductores en los trenes, además de sistemas de comunicación con las estaciones, tales como telefonía, entre otros".
En forma paralela, agrega, se realizó la limpieza de las estaciones, retirando los escombros para permitir el paso seguro de los trenes.
"Asimismo, se hicieron trabajos en las estaciones Plaza de Puente Alto, Las Mercedes y Sótero del Río relacionadas principalmente con la reparación de escaleras mecánicas dañadas, reposición de vidriería y pintura, reposición de torniquetes, sistemas de iluminación y cámaras de seguridad que habían sido vandalizadas y rotas", dice Urzúa. "Finalmente se realizaron varias pruebas de seguridad ferroviaria, de manera de disponer un servicio seguro a los pasajeros".
Durante la mañana del lunes, las estaciones habilitadas funcionaron con normalidad, pero pasadas las 11 horas un grupo de estudiantes secundarios llegó a la estación Plaza de Puente Alto para protestar, lo que obligó a su cierre.