Con este título, la cereza nacional destronó a una italiana que pesaba 21,69 gramos, con un récord que se mantuvo durante 16 años.
El logro comenzó a conocerse en enero de este año, cuando la productora Frutícola Patagonia informó que una de sus cerezas había llegado al conocido libro de récords mundiales por su gran tamaño, pero esta semana llegó a manos del productor Claudio Vergara el certificado que confirma su peso y origen en Chile Chico, al borde del Lago General Carrera en Aysén.
Pese a los vientos y las temperaturas, la zona es ideal para el crecimiento del fruto. "Es una zona privilegiada donde regamos nuestras cerezas con agua de glaciar, tenemos un suelo que está fertilizado por el volcán Hudson, lo que antes fue una pesadilla, hoy es una maravi la y tenemos más horas de luz", dijo Vergara en febrero a El Diario de Aysén.
Así también lo explicó el doctor en Ciencias de la Agricultura, Juan Pablo Zoffoli y que es muy cercano del productor de la galardonada cereza. "En ese tipo de zonas productivas es más fácil obtener fruta grande porque son zonas de temporadas muy largas. Por ejemplo, una fruta desde la floración a la cosecha toma entre 60 y 65 días, mientras que en esa zona puede llegar a 80, 90 y hasta 100 días. Incluso para esa zona es un record porque no es fácil llegar a esos tamaños", explicó.
Zoffoli, también director de extensión de la Facultad de Agronomía y Forestal de la Universidad Católica, comentó que el peso normal de una cereza es de 10 gramos, es decir esta fruta alcanzó más del doble de una tradicional, dijo estar intrigado con la cosecha completa: "Me gustaría conocer cuánta fruta de ese árbol estaba con ese calibre".