En julio viajaron a Estados Unidos, donde vive el papá de Solís, y pasaron dos meses paseando por Miami y Nueva York. Una semana después del regreso a Chile, él le pidió matrimonio frente al mar mientras tomaban desayuno en la terraza de un departamento en Concón.
Este sábado 9 de noviembre se casaron al estilo de la película "Coco", recreando la tradición mexicana del Día de Muertos en Leyda, comuna de San Antonio, en una ceremonia civil "campestre, a la hora de almuerzo, con cordero al palo, novios tipo catrinas (calaveras) sobre la torta y calacas (coloridos cráneos de cerámica) de regalo para os invitados", cuenta la ex figura de "Así somos".
¿Por qué recrear el Día de Muertos en un matrimonio?
Porque cuando te casas muere un ciclo y nace uno nuevo. Jamás había vivido fuera de la casa de mis padres. Me voy por primera vez de la casa de mi familia. De hecho, nos queríamos casar el 1 de noviembre pero no había disponibilidad. Regalamos calacas a la gente, decoramos con flores de colores, papelitos picados y pusimos un altar con nuestros familiares fallecidos.
Ese no fue el único guiño cinéfilo de la pareja. En lugar del clásico vals bailaron el de "La bella durmiente". "Me recuerda mi infancia y el príncipe azul. Siempre sentí que me casaría con Andrés porque esta relación fluyó fácil, nunca hubo dudas y a estas a turas no desconfiar es algo inusual. Yo ya no pensaba en las almas gemelas ni en el príncipe azul. Hoy hay muchos hombres que se burlan del compromiso. No tenía muchas esperanzas porque con el correr del tiempo te das cuenta que la vida no es como película de Disney, aunque existía ese deseo de niña de formar una familia con el hombre ideal", admite.