"No hemos celebrado aún. La verdad es que el acuerdo fue en medio de la
contingencia de lo que estaba pasando en Chile, como que no nos nacía. Es
rarísimo. Prendías la televisión y veías el país destruyéndose y, por otro lado,
nosotros muy felices. De verdad no hemos salido a comer ni siquiera entre nosotros
para celebrar.
Lo dice Ignacio Detmer, ingeniero comercial de 34 años, sobre el exitazo que vivió hace pocas semanas: la empresa de avisos clasificados mundial OXL invirtió US$400 millones para expandir su emprendimiento, donde se valorizó a firma en US$700 millones, superando incluso a la otra chilena Cornershop, tasada por Uber en torno a los US$ 675 millones.
De muy bajo perfil, Detmer, que viste de jeans, camisa y mochila al hombro, está detrás de Frontier Car Group, holding que tiene dos emprendimientos ligados a la compra y venta de autos online con presencia en diez países: Vendenostuauto.com, donde le compran autos particulares en menos de una hora y media y le entregan el pago al instante, y Autobastas.cl, donde los subasta entre automotoras. La cofundó en 2017 con cuatro socios más, uno de ellos el chileno Ricardo Donoso con quien se hacen cargo del mercado latinoamericano. E resto maneja otros destinos como Nigeria, Pakistán, India, entre otros, desde el otro lado del mundo. "Somos una empresa de tecnología que se dedica a transar autos, tenemos 1.700 empleados y este año proyectamos vender más de 12.000 autos en Chile. En general, acá se trasan más de un millón de modelos usados al año, las automotoras comercializan entre 700 a 800 unidades a mes, por lo que no había nadie que tomara una participación grande el mercado", afirma.
-¿Qué se siente estar entre los emprendimientos más valorizados de Chile?
-Emocionante, pero queremos ser la más exitosa del mundo. Como estamos metidos todo el día en esto, estoy seguro de que el próximo año vamos al menos duplicar esa cifra. Desde que partimos, teníamos claro que queríamos convertirnos en el mayor transador de autos.
Por el clásico boca a boca, sus socios andaban buscando en Chile a alguien que supiera del negocio automotriz por al auge que tenía la venta de autos online en Europa y querían replicarlo en otros lados. Por conocidos en común, llegaron a Ignacio, quien tenía un taller mecánico y una pequeña casa de remate de autos. "Había hecho varios emprendimientos, incluso antes había experimentado en el transporte escolar. Vendí mi participación ahí porque no me daba para hacer ambas cosas. Hablamos un viernes y el lunes tuve que dar una respuesta de si entraba o no. Aporté con mi trabajo y echar a andar el negocio en Chile, después abrimos Argentina, Colombia, y así. Ha sido mucho trabajo para todos, el primer año me tocó trabajar de lunes a domingo", dice.
-¿Ya bajó el ritmo de trabajó o no?
-Somos una startup y no podemos parar. El primer año trabajé los siete días a la semana, el segundo seis y ahora, no sé, volví a los siete días (ríe). Mi señora es la que más sufre. Al principio nos pagamos sueldos muy bajo de mercado, tuvimos que apoyar financieramente a la empresa, pero lo hicimos felices porque teníamos una misión a largo plazo.
-Ahora son una empresa grande y tiene sus beneficios.
-Nos toca viajar mucho, viajo tres a cuatro veces al mes, nos pasamos arriba de un avión, pero nunca hemos pagado un pasaje en business, no podemos gastar en eso. No hay que creerse el cuento y hay que ser siempre humilde.
Cuenta que con el acuerdo, OXL pasó a tomar e control de la compañía, pero que los cofundadores seguirán al mando de la empresa por los próximos cinco años. "Ya habíamos dejado de tener la mayoría. Hemos bajado mucho nuestra participación, pero al final la apuesta es tener una participación menor en algo muy grande que tener un gran porcentaje en una empresa muy chica. Estamos conformes".
Lo dice Ignacio Detmer, ingeniero comercial de 34 años, sobre el exitazo que vivió hace pocas semanas: la empresa de avisos clasificados mundial OXL invirtió US$400 millones para expandir su emprendimiento, donde se valorizó a firma en US$700 millones, superando incluso a la otra chilena Cornershop, tasada por Uber en torno a los US$ 675 millones.
De muy bajo perfil, Detmer, que viste de jeans, camisa y mochila al hombro, está detrás de Frontier Car Group, holding que tiene dos emprendimientos ligados a la compra y venta de autos online con presencia en diez países: Vendenostuauto.com, donde le compran autos particulares en menos de una hora y media y le entregan el pago al instante, y Autobastas.cl, donde los subasta entre automotoras. La cofundó en 2017 con cuatro socios más, uno de ellos el chileno Ricardo Donoso con quien se hacen cargo del mercado latinoamericano. E resto maneja otros destinos como Nigeria, Pakistán, India, entre otros, desde el otro lado del mundo. "Somos una empresa de tecnología que se dedica a transar autos, tenemos 1.700 empleados y este año proyectamos vender más de 12.000 autos en Chile. En general, acá se trasan más de un millón de modelos usados al año, las automotoras comercializan entre 700 a 800 unidades a mes, por lo que no había nadie que tomara una participación grande el mercado", afirma.
-¿Qué se siente estar entre los emprendimientos más valorizados de Chile?
-Emocionante, pero queremos ser la más exitosa del mundo. Como estamos metidos todo el día en esto, estoy seguro de que el próximo año vamos al menos duplicar esa cifra. Desde que partimos, teníamos claro que queríamos convertirnos en el mayor transador de autos.
Por el clásico boca a boca, sus socios andaban buscando en Chile a alguien que supiera del negocio automotriz por al auge que tenía la venta de autos online en Europa y querían replicarlo en otros lados. Por conocidos en común, llegaron a Ignacio, quien tenía un taller mecánico y una pequeña casa de remate de autos. "Había hecho varios emprendimientos, incluso antes había experimentado en el transporte escolar. Vendí mi participación ahí porque no me daba para hacer ambas cosas. Hablamos un viernes y el lunes tuve que dar una respuesta de si entraba o no. Aporté con mi trabajo y echar a andar el negocio en Chile, después abrimos Argentina, Colombia, y así. Ha sido mucho trabajo para todos, el primer año me tocó trabajar de lunes a domingo", dice.
-¿Ya bajó el ritmo de trabajó o no?
-Somos una startup y no podemos parar. El primer año trabajé los siete días a la semana, el segundo seis y ahora, no sé, volví a los siete días (ríe). Mi señora es la que más sufre. Al principio nos pagamos sueldos muy bajo de mercado, tuvimos que apoyar financieramente a la empresa, pero lo hicimos felices porque teníamos una misión a largo plazo.
-Ahora son una empresa grande y tiene sus beneficios.
-Nos toca viajar mucho, viajo tres a cuatro veces al mes, nos pasamos arriba de un avión, pero nunca hemos pagado un pasaje en business, no podemos gastar en eso. No hay que creerse el cuento y hay que ser siempre humilde.
Cuenta que con el acuerdo, OXL pasó a tomar e control de la compañía, pero que los cofundadores seguirán al mando de la empresa por los próximos cinco años. "Ya habíamos dejado de tener la mayoría. Hemos bajado mucho nuestra participación, pero al final la apuesta es tener una participación menor en algo muy grande que tener un gran porcentaje en una empresa muy chica. Estamos conformes".