El estudio "Synanthropic Spiders from Chile", publicado el 2013 por la Revista Ibérica
de Aracnología, estableció que en nuestro país habitan alrededor de 800 tipos de
arañas, de las cuales unas 30 se pueden considerar sinantrópicas (las que
deambulan por nuestros hogares).
El biólogo y doctor en neurociencia Jesús Olivares, coordinador de extensión del Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso (CINV), dice que las especies que mayormente merodean por las viviendas son las de rincón, araña tigre, tubito, falsa viuda negra. A continuación, las describe:
Rincón: Su coloración es marrón. Cuando es adulta, puede medir hasta de seis centímetros de diámetro con sus patas extendidas. Su cuerpo mide cerca de un centímetro. Tiene seis ojos dispuestos en tres pares. En la parte superior de su cefalotórax (cabeza más tórax en los arácnidos) se observa como la silueta de un violín con la base apuntando hacia los ojos.
Tigre: Tiene seis ojos. Se la reconoce fácilmente por su diseño con manchas marrón atigrado. Sus patas son muy largas y delgadas. Su cefalotórax es algo prominente y sus movimientos, más bien lentos. No tienen la capacidad de morder a un humano, sus quelíceros (estructuras que contienen los colmillos) son pequeños y están adaptados para disparar una mezcla de veneno y seda pegajosa, razón por la cual también se las conoce con el nombre de arañas escupidoras.
Tubito: Se reconoce por su característico nido, que forma un tubo en rendijas de nuestras casas. Es robusta y de patas cortas. Tiene seis ojos, un par ubicado en posición central y los otros ubicados lateralmente. Su veneno no implica riesgo.
Falsa viuda negra: Habitualmente hace telarañas en lugares algo húmedos. Su abdomen es globoso y proporcionalmente de mayor tamaño que su cefalotórax. Tiene ocho ojos. Su veneno, similar al de las viudas negras, pero mucho menos tóxico, puede causar reacciones bastante molestas en algunas personas.
Saltarina: Tiene ocho ojos y destacan por el gran tamaño del par anterior. Tiene hábitos diurnos mayoritariamente y es común verla dando saltos en paredes que reciben el sol directamente.
"Para ellas son como islas u oasis: tienen comida y temperaturas agradables durante todo el año. Se concentran especialmente en aquellos lugares que pueden atraer a insectos (su comida)", detalla.
"Tienen varios mecanismos para cazar. Pocas especies se basan en los olores, especialmente arañas diurnas, pero la gran mayoría busca ambientes estables climáticamente: en esos lugares ubican sus telas y esperan a que un insecto quede atrapado. Pueden pasar meses esperando a que caiga un insecto en su tela y si el tiempo es excesivo, comienzan a moverse para cazar directamente. Si encuentran una presa cuando salen de caza, para ellas quiere decir que es más probable encontrar alimento nuevamente ahí y construyen una nueva tela en ese lugar", indica.
Destaca que son muy hábiles para llegar hasta altas alturas.
"Un piso 20 0 100 para una araña no es un inconveniente. Ellas tienen la capacidad de llegar a estas sorprendentes alturas gracias a que son capaces de realizar un proceso que se conoce como ballooning, que consiste en que la araña libera fibras de seda desde su abdomen y aprovechando corrientes de aire ascendentes y fuerzas e ectrostáticas, se elevan como si se tratara de parapentes", describe.
Melissa Schulthess, médica veterinaria de la U. Mayor, señala que as arañas están presentes en todo el año, pero a medida que el clima se vuelve más frío se produce un menor avistamiento.
"En el verano, producto del calor y de la mayor disponibilidad de alimento, las arañas salen con más frecuencia de sus escondites, por lo que el contacto con las personas es mayor en esta época", explica.
Milenko Aguilera, biólogo y miembro del Laboratorio de Aracnología de la U. de Concepción, específica que aunque hay especies que tienen distribución en todo Chile, que son las más comunes, hay muchos otros tipos de arácnidos que la gente no conoce y que son propias de ciertas zonas biogeográficas.
Olivares recomienda pasar la aspiradora por los rincones una vez a la semana para disminuir su alimento y obligarlas a ir a otros sitios a buscarlo.
El biólogo y doctor en neurociencia Jesús Olivares, coordinador de extensión del Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso (CINV), dice que las especies que mayormente merodean por las viviendas son las de rincón, araña tigre, tubito, falsa viuda negra. A continuación, las describe:
Rincón: Su coloración es marrón. Cuando es adulta, puede medir hasta de seis centímetros de diámetro con sus patas extendidas. Su cuerpo mide cerca de un centímetro. Tiene seis ojos dispuestos en tres pares. En la parte superior de su cefalotórax (cabeza más tórax en los arácnidos) se observa como la silueta de un violín con la base apuntando hacia los ojos.
Tigre: Tiene seis ojos. Se la reconoce fácilmente por su diseño con manchas marrón atigrado. Sus patas son muy largas y delgadas. Su cefalotórax es algo prominente y sus movimientos, más bien lentos. No tienen la capacidad de morder a un humano, sus quelíceros (estructuras que contienen los colmillos) son pequeños y están adaptados para disparar una mezcla de veneno y seda pegajosa, razón por la cual también se las conoce con el nombre de arañas escupidoras.
Tubito: Se reconoce por su característico nido, que forma un tubo en rendijas de nuestras casas. Es robusta y de patas cortas. Tiene seis ojos, un par ubicado en posición central y los otros ubicados lateralmente. Su veneno no implica riesgo.
Falsa viuda negra: Habitualmente hace telarañas en lugares algo húmedos. Su abdomen es globoso y proporcionalmente de mayor tamaño que su cefalotórax. Tiene ocho ojos. Su veneno, similar al de las viudas negras, pero mucho menos tóxico, puede causar reacciones bastante molestas en algunas personas.
Saltarina: Tiene ocho ojos y destacan por el gran tamaño del par anterior. Tiene hábitos diurnos mayoritariamente y es común verla dando saltos en paredes que reciben el sol directamente.
Dónde están
Olivares precisa que muchas se refugian en los espacios oscuros y bien reducidos, dado que allí consiguen las condiciones idóneas para vivir."Para ellas son como islas u oasis: tienen comida y temperaturas agradables durante todo el año. Se concentran especialmente en aquellos lugares que pueden atraer a insectos (su comida)", detalla.
"Tienen varios mecanismos para cazar. Pocas especies se basan en los olores, especialmente arañas diurnas, pero la gran mayoría busca ambientes estables climáticamente: en esos lugares ubican sus telas y esperan a que un insecto quede atrapado. Pueden pasar meses esperando a que caiga un insecto en su tela y si el tiempo es excesivo, comienzan a moverse para cazar directamente. Si encuentran una presa cuando salen de caza, para ellas quiere decir que es más probable encontrar alimento nuevamente ahí y construyen una nueva tela en ese lugar", indica.
Destaca que son muy hábiles para llegar hasta altas alturas.
"Un piso 20 0 100 para una araña no es un inconveniente. Ellas tienen la capacidad de llegar a estas sorprendentes alturas gracias a que son capaces de realizar un proceso que se conoce como ballooning, que consiste en que la araña libera fibras de seda desde su abdomen y aprovechando corrientes de aire ascendentes y fuerzas e ectrostáticas, se elevan como si se tratara de parapentes", describe.
Melissa Schulthess, médica veterinaria de la U. Mayor, señala que as arañas están presentes en todo el año, pero a medida que el clima se vuelve más frío se produce un menor avistamiento.
"En el verano, producto del calor y de la mayor disponibilidad de alimento, las arañas salen con más frecuencia de sus escondites, por lo que el contacto con las personas es mayor en esta época", explica.
Milenko Aguilera, biólogo y miembro del Laboratorio de Aracnología de la U. de Concepción, específica que aunque hay especies que tienen distribución en todo Chile, que son las más comunes, hay muchos otros tipos de arácnidos que la gente no conoce y que son propias de ciertas zonas biogeográficas.
Olivares recomienda pasar la aspiradora por los rincones una vez a la semana para disminuir su alimento y obligarlas a ir a otros sitios a buscarlo.