"En cuatro oraciones ella resumió lo que está pasando", dijo de vuelta en el estudio Monserrat Álvarez. La periodista mantuvo la serenidad, mientras su compañero en la conducción del matinal, Julio César Rodríguez, lloraba.
"Me salió instintivamente hacer lo que hice. Justo hoy (martes) desperté súper bajoneada por la situación país. En el noticiario andaba como destrozada y cuando llegué al matinal me fortalecí un poco", analiza Monserrat después del programa. "La incertidumbre agota mucho, eso nos tiene angustiados y desgastados a todos. En el matinal hemos hablado un montón de veces de los problemas de salud, de las licencias médicas, de las pensiones. Pero en este contexto un testimonio como el de esa señora se hace más dramático y urgente", sigue la periodista.
¿Ha llorado en estos días?
En pantalla no. Mi estado de ánimo constante lo podría describir como desolada. Por ser periodista me gusta estar informada y conectada todo el día. Las dos primeras semanas (post estallido social del 18 de octubre) yo estuve al aire desde las 5:30 (también conduce "Contigo CHV Noticias") hasta la una de la tarde. Fue una etapa súper dura. El domingo pasado hice un esfuerzo, me desconecté y me estaba resultando. Hasta que caché que había renunciado Evo Morales (a la presidencia de Bolivia) y me quedé hasta las doce y media de la noche conectada y el lunes me tuve que levantar a las cuatro y media de la mañana.
¿No le gusta llorar en pantalla?
Soy pudorosa, lo reconozco, jajajá. No me gusta que me vean llorando. Varias veces he estado con un nudo en la garganta y me he contenido. Antes era más llorona, creo que por una cosa más hormonal. Cuando eres joven lloras más, después aprendes a manejarlo.
¿Tiene alguna Vía de escape para estos momentos?
No me resulta hacer nada porque no puedo dejar de pensar en lo que está pasando. Los seres humanos necesitamos tener una evasión mínima como sobrevivencia, pero no he podido. Hasta cuando conversas con alguien hablas de lo mismo. Ayer (lunes) me resultó hacer yoga por primera vez desde el 18 de octubre y me sirvió mucho.
¿Por qué no había hecho antes?
Practico yoga en mi casa y no había podido porque no me daba el ánimo. Mi rol maternal también ha sido súper demandante. Tengo dos cabros (17 y 20 años) que han estado en paro, que van a las marchas y estoy muy pendiente de contenerlos, escucharlos, conversar con ellos, darle énfasis a lo que creo que está mal. Les digo que se cuiden en las manifestaciones porque me da ene susto que les pueda pasar algo, pero igual quiero que se expresen.
¿Qué les dice?
Para mí es súper importante que tengan contenido en sus demandas. Que el acto de protestar sea conciente y reflexivo. Eso implica una labor constante de educación y como la mayoría de las veces no estamos de acuerdo en casi nada, me discuten. Eso es muy fuerte también. Los niños de ahora tienen sus ideas súper armadas y uno tiene que entregarles matices. Yo soy de una generación decidida que luchó contra la dictadura. Por lo mismo tengo otras apreciaciones y temores. Para mí es súper importante cuidar la democracia y necesito que mis niños también lo entiendan así.
¿Cómo se las ha arreglado con el tema doméstico?
Por los horarios nunca más fui a un supermercado. Me las arreglo con los almacenes y ferias del barrio. Como mis hijos están sin clases me ayudan harto también en eso.