De forma paulatina y con horarios flexibles, las universidades y colegios a lo largo del país han programado para estos días el retorno a las actividades académicas. Pese a eso, la normalidad no ha sido posible.
En la U. Católica el plan era regresar ayer a las aulas. Para facilitar esto, incluso se dispusieron buses de acercamiento para llegar al campus San Joaquín desde comunas como La Florida y Puente Alto. Sin embargo, hasta ayer, 24 carreras estaban en paro indefinido, según datos de la universidad.
“Probablemente serán más en la semana, muchas están levantando votaciones”, anticipa Belén Larrondo, vocera de los alumnos UC y, además, de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). La dirigenta dice que “muchos tienen sus posturas y quieren terminar (el año), pero muchos también se quieren movilizar”.
Ambas opiniones se enfrentaron en el campus San Joaquín, donde alumnos de Ingeniería Comercial —que no está en paro— cumplían una evaluación, mientras otros hacían un cacerolazo afuera. El ruido interrumpió la prueba, según cuenta una alumna que afirma apoyar “la causa, no la forma”. Dice que no es primera vez que las protestas se dirigen a su carrera: “Comercial se ve como una burbuja, que son todos del mismo colegio (…). Se estigmatiza como si todo ingeniero comercial UC fuera así, pero no”.
No fue todo. Estudiantes protestaron en la entrada a San Joaquín y Carabineros intervino con bombas lacrimógenas y el carro lanzagua. El rector Ignacio Sánchez aseguró que “se dio una violencia desmedida, donde tenemos que lamentar tres estudiantes con perdigones en distintas partes del cuerpo”.
Añadió que la fuerza policial acudió por el bloqueo al tránsito que la protesta generó, y que “fue un circulo vicioso que terminó con múltiples bombas lacrimógenas dentro del campus, gran cantidad de perdigones que se dispararon y una situación completamente descontrolada. Algo que partió como pacífico terminó en una violencia muy condenable, completamente innecesaria”.
Más tarde, tras la concentración que hubo en el centro de la capital, vándalos ingresaron a la Casa Central UC. Los violentistas retiraron materiales para encender una barricada en la calle, hasta la llegada de Fuerzas Especiales.
Tras estos hechos, anoche el rector Sánchez anunció que hoy se suspenderán todas las actividades académicas, estudiantiles y administrativas del plantel. “Todos los campus de Santiago permanecerán cerrados y estaremos evaluando de manera permanente la situación nacional para poder asegurar el bienestar de toda nuestra nuestra comunidad ante esta seria crisis que estamos enfrentando como país”, dijo.
Sin embargo, estudiantes votaron el inicio de un paro indefinido. Nicole Martínez, vicepresidenta de la federación, plantea que tanto su universidad como otras estatales “no deberían retomar las clases hasta que efectivamente el Gobierno acabe con la violación de derechos humanos y dé una señal política clara de un proceso constituyente”.
Durante la semana, las casas de estudio paralizadas podrían aumentar. Los alumnos de la U. de Santiago —que aún no tiene fecha de regreso— decidirán hoy, mientras que en la U. Adolfo Ibáñez ayer hubo asambleas y votaciones. En la U. Diego Portales, en tanto, los estudiantes se reunieron para analizar una eventual movilización.
Otras universidades aún no agendan el regreso a las actividades. Es el caso de la U. Alberto Hurtado y la U. de Playa Ancha, que hasta ayer no anunciaban una fecha. Inacap tenía previsto volver a clases ayer, pero durante la tarde suspendió la jornada vespertina.
El actual escenario incluso ha llevado a la U. de Aysén a enfrentar su primera paralización desde su creación, que comenzó la semana pasada y tiene carácter indefinido.
En el norte, las autoridades de la U. de Antofagasta (UA) reconocen que la suspensión de las clases, entre otros problemas, ocasiona modificaciones de calendarios, dificultades en la renovación de becas por la falta de las calificaciones requeridas y suspensión de pagos de aranceles. “La opción es terminar en enero, pero por anteriores paros, podríamos cerrar el semestre en marzo”, explicó Carlos Baeza, director de Gestión Docente de la UA.
En la zona central, la U. de O'Higgins tiene clases parciales y evalúa extender el año académico, mientras que la U. de Talca sigue sin clases.
Mary Carmen Jarur, vicerrectora académica de este último plantel, dijo que “trabajamos una propuesta de reprogramación considerando la calendarización que el pleno de presidentes nos presentó”.
Una excepción es la UC del Maule que ayer reinició sus actividades y cerraría el semestre el 20 de enero. En tanto, los alumnos de la U. de Concepción deberían regresar a clases mañana miércoles, aunque desde la semana pasada su personal ya cumple actividades administrativas y de investigación. En la UC de Temuco y la U. de La Frontera solo hay actividades administrativas.
En Punta Arenas, los estudiantes de la U. de Magallanes mantuvieron el paro indefinido, al cual se plegaron la asociación de profesionales y funcionarios.
En la U. Católica el plan era regresar ayer a las aulas. Para facilitar esto, incluso se dispusieron buses de acercamiento para llegar al campus San Joaquín desde comunas como La Florida y Puente Alto. Sin embargo, hasta ayer, 24 carreras estaban en paro indefinido, según datos de la universidad.
“Probablemente serán más en la semana, muchas están levantando votaciones”, anticipa Belén Larrondo, vocera de los alumnos UC y, además, de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). La dirigenta dice que “muchos tienen sus posturas y quieren terminar (el año), pero muchos también se quieren movilizar”.
Ambas opiniones se enfrentaron en el campus San Joaquín, donde alumnos de Ingeniería Comercial —que no está en paro— cumplían una evaluación, mientras otros hacían un cacerolazo afuera. El ruido interrumpió la prueba, según cuenta una alumna que afirma apoyar “la causa, no la forma”. Dice que no es primera vez que las protestas se dirigen a su carrera: “Comercial se ve como una burbuja, que son todos del mismo colegio (…). Se estigmatiza como si todo ingeniero comercial UC fuera así, pero no”.
No fue todo. Estudiantes protestaron en la entrada a San Joaquín y Carabineros intervino con bombas lacrimógenas y el carro lanzagua. El rector Ignacio Sánchez aseguró que “se dio una violencia desmedida, donde tenemos que lamentar tres estudiantes con perdigones en distintas partes del cuerpo”.
Añadió que la fuerza policial acudió por el bloqueo al tránsito que la protesta generó, y que “fue un circulo vicioso que terminó con múltiples bombas lacrimógenas dentro del campus, gran cantidad de perdigones que se dispararon y una situación completamente descontrolada. Algo que partió como pacífico terminó en una violencia muy condenable, completamente innecesaria”.
Más tarde, tras la concentración que hubo en el centro de la capital, vándalos ingresaron a la Casa Central UC. Los violentistas retiraron materiales para encender una barricada en la calle, hasta la llegada de Fuerzas Especiales.
Tras estos hechos, anoche el rector Sánchez anunció que hoy se suspenderán todas las actividades académicas, estudiantiles y administrativas del plantel. “Todos los campus de Santiago permanecerán cerrados y estaremos evaluando de manera permanente la situación nacional para poder asegurar el bienestar de toda nuestra nuestra comunidad ante esta seria crisis que estamos enfrentando como país”, dijo.
Otras convocatorias
En la U. de Chile, cada facultad ha analizado si regresa o no a clases y algunas unidades (posgrados, académicos y funcionarios) están retomando actividades de manera flexible. Además, el plantel organiza encuentros triestamentales para abordar la situación del país.Sin embargo, estudiantes votaron el inicio de un paro indefinido. Nicole Martínez, vicepresidenta de la federación, plantea que tanto su universidad como otras estatales “no deberían retomar las clases hasta que efectivamente el Gobierno acabe con la violación de derechos humanos y dé una señal política clara de un proceso constituyente”.
Durante la semana, las casas de estudio paralizadas podrían aumentar. Los alumnos de la U. de Santiago —que aún no tiene fecha de regreso— decidirán hoy, mientras que en la U. Adolfo Ibáñez ayer hubo asambleas y votaciones. En la U. Diego Portales, en tanto, los estudiantes se reunieron para analizar una eventual movilización.
Otras universidades aún no agendan el regreso a las actividades. Es el caso de la U. Alberto Hurtado y la U. de Playa Ancha, que hasta ayer no anunciaban una fecha. Inacap tenía previsto volver a clases ayer, pero durante la tarde suspendió la jornada vespertina.
Planteles en regiones extienden los paros
Los paros estudiantiles en diversos planteles en regiones se han expandido junto a la ola de protestas y han propiciado un ambiente de incertidumbre —en los alumnos, académicos y administrativos— sobre el cierre del año académico.El actual escenario incluso ha llevado a la U. de Aysén a enfrentar su primera paralización desde su creación, que comenzó la semana pasada y tiene carácter indefinido.
En el norte, las autoridades de la U. de Antofagasta (UA) reconocen que la suspensión de las clases, entre otros problemas, ocasiona modificaciones de calendarios, dificultades en la renovación de becas por la falta de las calificaciones requeridas y suspensión de pagos de aranceles. “La opción es terminar en enero, pero por anteriores paros, podríamos cerrar el semestre en marzo”, explicó Carlos Baeza, director de Gestión Docente de la UA.
En la zona central, la U. de O'Higgins tiene clases parciales y evalúa extender el año académico, mientras que la U. de Talca sigue sin clases.
Mary Carmen Jarur, vicerrectora académica de este último plantel, dijo que “trabajamos una propuesta de reprogramación considerando la calendarización que el pleno de presidentes nos presentó”.
Una excepción es la UC del Maule que ayer reinició sus actividades y cerraría el semestre el 20 de enero. En tanto, los alumnos de la U. de Concepción deberían regresar a clases mañana miércoles, aunque desde la semana pasada su personal ya cumple actividades administrativas y de investigación. En la UC de Temuco y la U. de La Frontera solo hay actividades administrativas.
En Punta Arenas, los estudiantes de la U. de Magallanes mantuvieron el paro indefinido, al cual se plegaron la asociación de profesionales y funcionarios.