Este jueves comenzó a operar el primer semáforo móvil de la Región Metropolitana,
en el cruce de las calles José Miguel de la Barra con Merced, en el horario punta AM,
desde las 7:00 hasta las 12:00 horas, luego de un acuerdo entre los alcaldes de
Santiago, Felipe Alessandri, y de Las Condes, Joaquín Lavín.
En Santiago existen 76 semáforos sin funcionar debido a la contingencia. "Cuando los hemos arreglado nos duran un par de horas", explica Alessandri, refiriéndose a que vuelven a ser dañados por manifestantes. "Frente a este escenario, al alcalde Lavín se le ocurrió recurrir a los semáforos portátiles. Vimos que funcionaron bien y me preguntó si me interesaban para regular el tráfico y devolverle la normalidad, en parte, a la ciudad", agrega el alcalde de Santiago.
Este semáforo móvil fue fabricado y diseñado en Chile por la empresa Clean Ligth (https://bit.ly/350RVv0), que comercializa soluciones portátiles de iluminación solar para lugares de difícil acceso energético, como generadores, torres de iluminación o de viqilancia.
Según detalla Jordan Butler, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y socio fundador de Clean Light, el semáforo mide 3,5 metros de alto y tiene un peso de 80 kilos. Fue construido con acero galvanizado y tiene cuatro caras, cada una de e las con tres focos Led (12 luces en total). "Para tener una idea de qué tan portátil puede ser, cabe perfectamente en el pick-up de una camioneta doble cabina", añade.
¿Cómo funciona esta luminaria? Con un panel solar de origen chino, que mide 1 metro de alto por 50 centímetros de ancho, ubicado sobre un carro de 60 centímetros de ancho que recibe la radiación, la cual es almacenada en una batería de 1,2 kW/h (de la marca británica Ultra Cell) que energiza el semáforo.
"Con cinco horas de carga el semáforo puede funcionar durante 60 horas y no tiene problemas de operatividad en los días nublados porque siempre existe radiación", añade Butler.
El de esta esquina operará, por el momento, en dicho horario punta mañana en días hábiles.
Explica que, por ejemplo, en la hora punta de la mañana "no circula la misma cantidad de autos y peatones que a las 11:00 horas, durante la noche o los fines de semana. Todos esos cambios los podemos hacer en línea desde la UOCT, pero en el caso de los semáforos portátiles las modificaciones de programación necesarias solo son posibles de hacer manualmente".
El modelo que se instaló en José Miguel de la Barra con Merced (y que a la municipalidad de Las Condes le costó $1.500.000, aproximadamente) no se puede conectar a la red de fibra óptica de la UOCT, debido a que en Santiago "necesitaban un semáforo que se pudiera mover entre diversas esquinas, según la necesidad" comenta Butler.
Clean Light dispone de otro modelo ($4.000.000, aproximadamente) que permite dicha conexión mediante un modem 4G.
"Según nos informó la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Santiago, en este caso requerían 64 segundos de luz verde para la calle José Miguel de la Barra y 35 segundos de luz verde para Merced. Nosotros lo vamos configurando de acuerdo con las necesidades de cada esquina porque diseñamos la tarjeta electrónica de cada equipo, entonces además podemos programarlo para que opere de forma automática", detalla Butler.
El semáforo tiene además la opción de ser manipulado en forma manual mediante un control remoto ubicado a 30 metros de distancia, dependiendo del tráfico.
La empresa, que anteriormente había entregado una unidad similar a la comuna de Chimbarongo, está en conversaciones para ver la posibilidad de instalar otros similares en Estación Central, Caldera y Providencia.
En Santiago existen 76 semáforos sin funcionar debido a la contingencia. "Cuando los hemos arreglado nos duran un par de horas", explica Alessandri, refiriéndose a que vuelven a ser dañados por manifestantes. "Frente a este escenario, al alcalde Lavín se le ocurrió recurrir a los semáforos portátiles. Vimos que funcionaron bien y me preguntó si me interesaban para regular el tráfico y devolverle la normalidad, en parte, a la ciudad", agrega el alcalde de Santiago.
Este semáforo móvil fue fabricado y diseñado en Chile por la empresa Clean Ligth (https://bit.ly/350RVv0), que comercializa soluciones portátiles de iluminación solar para lugares de difícil acceso energético, como generadores, torres de iluminación o de viqilancia.
Según detalla Jordan Butler, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y socio fundador de Clean Light, el semáforo mide 3,5 metros de alto y tiene un peso de 80 kilos. Fue construido con acero galvanizado y tiene cuatro caras, cada una de e las con tres focos Led (12 luces en total). "Para tener una idea de qué tan portátil puede ser, cabe perfectamente en el pick-up de una camioneta doble cabina", añade.
¿Cómo funciona esta luminaria? Con un panel solar de origen chino, que mide 1 metro de alto por 50 centímetros de ancho, ubicado sobre un carro de 60 centímetros de ancho que recibe la radiación, la cual es almacenada en una batería de 1,2 kW/h (de la marca británica Ultra Cell) que energiza el semáforo.
"Con cinco horas de carga el semáforo puede funcionar durante 60 horas y no tiene problemas de operatividad en los días nublados porque siempre existe radiación", añade Butler.
El de esta esquina operará, por el momento, en dicho horario punta mañana en días hábiles.
Bajos volúmenes de tráfico
"Desde un punto de vista técnico, los semáforos portátiles son una alternativa para intersecciones con bajos volúmenes de tráfico, ya que en calles de mayor tránsito se requiere que estén conectados a la red de fibra óptica de Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), para gestionar eficientemente los flujos vehiculares, adaptando los tiempos de los semáforos de acuerdo con la hora y las condiciones del tránsito", afirma el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.Explica que, por ejemplo, en la hora punta de la mañana "no circula la misma cantidad de autos y peatones que a las 11:00 horas, durante la noche o los fines de semana. Todos esos cambios los podemos hacer en línea desde la UOCT, pero en el caso de los semáforos portátiles las modificaciones de programación necesarias solo son posibles de hacer manualmente".
El modelo que se instaló en José Miguel de la Barra con Merced (y que a la municipalidad de Las Condes le costó $1.500.000, aproximadamente) no se puede conectar a la red de fibra óptica de la UOCT, debido a que en Santiago "necesitaban un semáforo que se pudiera mover entre diversas esquinas, según la necesidad" comenta Butler.
Clean Light dispone de otro modelo ($4.000.000, aproximadamente) que permite dicha conexión mediante un modem 4G.
"Según nos informó la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Santiago, en este caso requerían 64 segundos de luz verde para la calle José Miguel de la Barra y 35 segundos de luz verde para Merced. Nosotros lo vamos configurando de acuerdo con las necesidades de cada esquina porque diseñamos la tarjeta electrónica de cada equipo, entonces además podemos programarlo para que opere de forma automática", detalla Butler.
El semáforo tiene además la opción de ser manipulado en forma manual mediante un control remoto ubicado a 30 metros de distancia, dependiendo del tráfico.
La empresa, que anteriormente había entregado una unidad similar a la comuna de Chimbarongo, está en conversaciones para ver la posibilidad de instalar otros similares en Estación Central, Caldera y Providencia.