La duda terminológica se instaló de forma cibernética minutos después de que
Alejandra Valle, antigua conductora de "Intrusos" (La Red), publicara un posteo y una
foto en su perfil de Instagram. La periodista promovía por tal medio "El matinal de
los que sobran", programa online que hace en compañía de los ex panelistas de
matinal Mauricio Jürgensen ("Bienvenidos", Canal 13) y del abogado Daniel Stingo
("Muy buenos días", TVN), cuando un concepto quedó registrado digitalmente.
Pasó colado dentro de un comentario, proferido por Claudio Fariña, ex periodista de prensa de TVN, quien se expresó de la siguiente forma. "¿Sabes qué? El matinal de los que sobran, es el matinal de los bien despedidos... sobre todo el tinterillo de Stingo...". Sin posibilidad de interpretar cabalmente sus palabras, el mensaje por sí sólo dejó un flamante concepto que definimos a continuación.
Según la RAE el término "tinterillo" tiene dos acepciones. La primera se establece como un despectivo coloquial para señalar a un "oficinista".
La segunda se refiere a un "americanismo" para describir a un "picapleitos, abogado de secano, rábula", todos significados que evocan la presencia de un abogado menor.
Daniel Stingo, tratado como "tinterillo", toma la palabra. "Es un poco gratuito lo de Fariña. Creo que he estado una vez con él en la vida, no lo conozco, no sé por qué puso eso, pero todo el mundo tiene derecho a opinar lo que quiera", comenta él.
-¿Por qué cree que le dijo tinterillo, Sr. Stingo?
-Es una forma antigua de tratar despectivamente a los abogados. Es una expresión usada tal vez más por los abuelitos, jejejé. Es una forma antigua.
-¿No le molesta?
-Lo que pasa es que uno no le puede gustar a todo el mundo. Y en verdad si uno ve en Instagram los comentarios negativos son menos del diez por ciento, muy pocos. Entonces si uno es un personaje público tiene que estar dispuesto a que a algunos les gustes y a otros no. Están en su pleno derecho. Y si hay alguien que es más público o menos público, también está en su derecho.
Juan Antonio Massone, perteneciente a la Academia Chilena de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española, establece que "tinterillo se aplicaba a un abogado que a veces tenía una forma mañosa, enredosa de actuar. Ese es un tinterillo. Un Cantinflas del derecho". "Es claramente una palabra despectiva en relación a los abogados, haciendo hincapié en una conducción ilegítima, maniobrera", continúa el también escritor de libros como "Pedazos enteros" (2000, Rumbos).
"La palabra se inventó también para referirse a abogados que no habían terminado la carrera, o mejor dicho a personas que habían estudiado derecho y en algún momento interrumpían sus estudios", complementa Héctor Velis-Meza, autor de "Breve diccionario de chilenismos" (Cerro Huelén, 2014).
-¿De dónde surge?
-Se les denominaba tinterillos a los burócratas, principalmente los de oficinas públicas que tenían que ver con asuntos legales, pero que no eran abogados. Se les llamaba así a estos personajes por una simple razón, en el pasado todos los documentos públicos se escribían con tinta... los que hacían ese trabajo trabajaban con pluma o lapicera. Hoy los documentos públicos se imprimen, pero la palabra tinterillo permaneció y derivó del tintero, que era uno de los instrumentos típicos del burócrata.
¿Qué habrá intentado Fariña decirle entonces a Stingo? "Que es una persona que actúa indebidamente, artificiosamente, mañosamente", interpreta Massone. "En el fondo le dijo abogadillo. Los sufijos terminados en illo son despectivos. Es decir, que esa persona se refirió a él desdeñosa o despreciativamente", cierra Velis-Meza.
"Los sufijos terminados en illo son despectivos"
Pasó colado dentro de un comentario, proferido por Claudio Fariña, ex periodista de prensa de TVN, quien se expresó de la siguiente forma. "¿Sabes qué? El matinal de los que sobran, es el matinal de los bien despedidos... sobre todo el tinterillo de Stingo...". Sin posibilidad de interpretar cabalmente sus palabras, el mensaje por sí sólo dejó un flamante concepto que definimos a continuación.
Según la RAE el término "tinterillo" tiene dos acepciones. La primera se establece como un despectivo coloquial para señalar a un "oficinista".
La segunda se refiere a un "americanismo" para describir a un "picapleitos, abogado de secano, rábula", todos significados que evocan la presencia de un abogado menor.
Daniel Stingo, tratado como "tinterillo", toma la palabra. "Es un poco gratuito lo de Fariña. Creo que he estado una vez con él en la vida, no lo conozco, no sé por qué puso eso, pero todo el mundo tiene derecho a opinar lo que quiera", comenta él.
-¿Por qué cree que le dijo tinterillo, Sr. Stingo?
-Es una forma antigua de tratar despectivamente a los abogados. Es una expresión usada tal vez más por los abuelitos, jejejé. Es una forma antigua.
-¿No le molesta?
-Lo que pasa es que uno no le puede gustar a todo el mundo. Y en verdad si uno ve en Instagram los comentarios negativos son menos del diez por ciento, muy pocos. Entonces si uno es un personaje público tiene que estar dispuesto a que a algunos les gustes y a otros no. Están en su pleno derecho. Y si hay alguien que es más público o menos público, también está en su derecho.
Juan Antonio Massone, perteneciente a la Academia Chilena de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española, establece que "tinterillo se aplicaba a un abogado que a veces tenía una forma mañosa, enredosa de actuar. Ese es un tinterillo. Un Cantinflas del derecho". "Es claramente una palabra despectiva en relación a los abogados, haciendo hincapié en una conducción ilegítima, maniobrera", continúa el también escritor de libros como "Pedazos enteros" (2000, Rumbos).
"La palabra se inventó también para referirse a abogados que no habían terminado la carrera, o mejor dicho a personas que habían estudiado derecho y en algún momento interrumpían sus estudios", complementa Héctor Velis-Meza, autor de "Breve diccionario de chilenismos" (Cerro Huelén, 2014).
-¿De dónde surge?
-Se les denominaba tinterillos a los burócratas, principalmente los de oficinas públicas que tenían que ver con asuntos legales, pero que no eran abogados. Se les llamaba así a estos personajes por una simple razón, en el pasado todos los documentos públicos se escribían con tinta... los que hacían ese trabajo trabajaban con pluma o lapicera. Hoy los documentos públicos se imprimen, pero la palabra tinterillo permaneció y derivó del tintero, que era uno de los instrumentos típicos del burócrata.
¿Qué habrá intentado Fariña decirle entonces a Stingo? "Que es una persona que actúa indebidamente, artificiosamente, mañosamente", interpreta Massone. "En el fondo le dijo abogadillo. Los sufijos terminados en illo son despectivos. Es decir, que esa persona se refirió a él desdeñosa o despreciativamente", cierra Velis-Meza.
"Los sufijos terminados en illo son despectivos"