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Sergio Lagos cuenta cómo vive el día a día en Lastarria con Merced
Lleva 17 años viviendo en el último piso del edificio de la esquina de Lastarria con Merced. Para Sergio Lagos, su esposa, Nicole, y sus dos hijos Celeste (6) y León (1 1), las jornadas incluyen mucha vida de barrio: salidas a jugar al parque Foresta e ir a tomarse un cafecito por alguno de los locales. Pero hace un mes, viviendo en parte de la Zona 0, llamada así por las manifestaciones que tienen su punto álgido en el sector de Plaza Italia, el panelista de "Bienvenidos" ha tenido que cambiar algunas rutinas.

Las primeras adaptaciones, Sergio las hizo desde la mañana: "La salida para llevar a los niños al colegio en auto se ha tornado más complicada. En las calles Loreto con Cardenal Caro, y toda esa zona, se arma un taco enorme porque no hay semáforo". ¿Solución? "Hemos tenido que salir un poquito más temprano y buscar otras vías alternativas para llegar a tiempo".

Ese es el único horario en que utiliza el auto, porque "está más difícil moverse en auto por esa zona. También tratamos de armar nuestras rutinas más temprano porque si llegas más tarde te topas con barricadas, enfrentamientos, entonces es más difícil trasladarse de un lado a otro y, por supuesto, el retorno a casa", agrega e animador.

Él camina: "Depende de los días de grabación, puedo salir a las 17:30 0 las 21:00 horas, me vengo caminando del canal, paso por todo ese sector donde se desarrollan las manifestaciones. No uso mascarilla, porque a estas alturas uno ya tiene un nivel de resistencia a las lacrimógenas mucho mayor".

-¿Qué medidas tomó en el hogar, considerando que ahí se producen enfrentamientos también?
-Dependiendo de los días hay momentos que son más fuertes, por ejemplo. el martes (1 9 de noviembre) estuvo fuerte y fue hasta bien tarde. Se sienten los gases, el humo, así es que cerramos todas las ventanas más temprano de lo habitual por las tardes.

-¿Cómo ve su barrio tras el estallido social?
-Hay harto mundo pese al momento que se vive; sí, muchos locales cierran más temprano. Hablando en nombre de mis vecinos, digo que vivan, que salgan. El barrio necesita volver a tener flujo.

-Usted tenía planeado cambiarse a vivir el próximo año a la comuna de Huechuraba, ¿adelantará el cambio?
-Lo he pensado harto, pero si nos hubiésemos cambiado antes tal vez los niños no hubieran podido dimensionar lo que realmente pasa, no se les hubiera despertado la curiosidad y lo verían muy de lejos... Sería un poco amargo si no intentáramos incorporar las cosas positivas, así es que hemos estado tranquilos para que los chicos también vivan esto así. Hemos tratado de hacer la vida lo más habitual posible con algunos paseos por el barrio más especiales.

-¿Por ejemplo?
-Salimos a caminar por el barrio a leer los rayados, que es un shock de realidad potente y ahí conversamos. Hemos ido a marchas más pacíficas también. La Celeste me pregunta que es "evade", entonces están aprendiendo un léxico nuevo. León bromea con que a él le gustaría hacer su propio rayado.

-¿Cree que se puede mantener la cotidianidad?
-Mi llamado es que dentro de la situación adversa, hay que seguir haciendo todo lo más rutinariamente posible. El movimiento requiere que todos hagan lo que hacen habitualmente.

"No uso mascarilla, porque a estas alturas uno ya tiene un n.vel de resistencia a las lacrimógenas mucho mayor"

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