No siempre tener un título profesional -o más de uno- y una vasta experiencia laboral
le ayuda a un candidato que necesita urgentemente trabajar.
La sobrecalificación (ser demasiado "bueno" para un cargo) representa una suerte de desajuste entre las competencias del trabajador y las requeridas para la vacante. Y ese desajuste conlleva que algunas compañías descarten a postulantes sobrecalificados por temor a que renuncien en el corto plazo por una pega mejor pagada.
Claudio Oyarzún, gerente general de Humannet Consultores, explica que un profesional será considerado "sobrecalificado" dependiendo del puesto al que postula.
"Si se trata de un cargo junior, donde no se requiera mucha experiencia laboral ni estudios superiores, y para el cual se ofrece un sueldo bajo, un profesional con posgrado y más de 15 años de trayectoria no será considerado como el más apto, justamente porque cuenta con más calificaciones que las que exige dicha posición", ilustra.
Al contratar a un profesional con dichas características, enfatiza, la emprea corre e riesgo de que en cualquier momento abandone el trabajo por considerarlo aburrido, poco desafiante y mal pagado.
Carla Guillén, consultora senior de recursos humanos de Michael Page, confirma que muchas empresas desconfían de los aspirantes sobrecalificados: les juega en contra la eventual desmotivación.
"Los colaboradores podrían aburrirse de sus actividades cotidianas, ya que no les proporcionarían ningún conocimiento o reto mayor. Además, pueden exigir un salario mayor a lo que el puesto ofrece. Se produce un desgaste en los trabajadores, lo que aumenta el riesgo de que lo tomen como un trabajo temporal a la espera de encontrar una mejor oportunidad", plantea.
Por ejemplo, un ingeniero comercial evitará mencionar que cursó un MBA o que alguna vez ocupó un cargo gerencial, para no verse perjudicado en una vacante de menor rango si lo que busca es ser contratado prontamente por algún apuro económico (si es sostén de la casa o debe pagar deudas).
ris Retamal, directora de selección de la empresa de recursos humanos Adecco Chile, dice que cuando un profesional lleva mucho tiempo buscando pega empieza a bajar sus expectativas. "Para no quedar fuera en el primer filtro en el proceso de selección, no mencionan todos los estudios que tienen", explica.
Otros candidatos, dice, sienten temor a que un currículum demasiado amplio no le aclare a la empresa cuál es su expertise. "Hay gente que omite mencionar todos los estudios para evitar confusiones en el perfil", asegura.
Guillén añade que el temor de los aspirantes a ser rechazados los empuja a ocu tar todo su perfil. "Sin embargo, aunque se piense lo contrario, el mercado sí está abierto a recibir a este tipo de candidatos. El postulante debe entender que va a ser aceptado por sus ciclos de crecimiento y desarrollo, además de la actitud al postular al puesto".
Iris Retamal también aconseja jugársela con todo en esa instancia cara a cara: "La mirada debe estar puesta en observar hacia dónde se enfoca su carrera profesional y visualizar cómo contar esa historia, no sólo en el currículum, sino en cómo se estructura el relato en la entrevista".
La sobrecalificación (ser demasiado "bueno" para un cargo) representa una suerte de desajuste entre las competencias del trabajador y las requeridas para la vacante. Y ese desajuste conlleva que algunas compañías descarten a postulantes sobrecalificados por temor a que renuncien en el corto plazo por una pega mejor pagada.
Claudio Oyarzún, gerente general de Humannet Consultores, explica que un profesional será considerado "sobrecalificado" dependiendo del puesto al que postula.
"Si se trata de un cargo junior, donde no se requiera mucha experiencia laboral ni estudios superiores, y para el cual se ofrece un sueldo bajo, un profesional con posgrado y más de 15 años de trayectoria no será considerado como el más apto, justamente porque cuenta con más calificaciones que las que exige dicha posición", ilustra.
Al contratar a un profesional con dichas características, enfatiza, la emprea corre e riesgo de que en cualquier momento abandone el trabajo por considerarlo aburrido, poco desafiante y mal pagado.
Carla Guillén, consultora senior de recursos humanos de Michael Page, confirma que muchas empresas desconfían de los aspirantes sobrecalificados: les juega en contra la eventual desmotivación.
"Los colaboradores podrían aburrirse de sus actividades cotidianas, ya que no les proporcionarían ningún conocimiento o reto mayor. Además, pueden exigir un salario mayor a lo que el puesto ofrece. Se produce un desgaste en los trabajadores, lo que aumenta el riesgo de que lo tomen como un trabajo temporal a la espera de encontrar una mejor oportunidad", plantea.
El temor y las expectativas
Ante ese panorama, muchos candidatos desesperados por trabajar suelen omitir en sus CV el detalle de sus estudios o experiencia: el miedo es que los marginen rápidamente del proceso de selección.Por ejemplo, un ingeniero comercial evitará mencionar que cursó un MBA o que alguna vez ocupó un cargo gerencial, para no verse perjudicado en una vacante de menor rango si lo que busca es ser contratado prontamente por algún apuro económico (si es sostén de la casa o debe pagar deudas).
ris Retamal, directora de selección de la empresa de recursos humanos Adecco Chile, dice que cuando un profesional lleva mucho tiempo buscando pega empieza a bajar sus expectativas. "Para no quedar fuera en el primer filtro en el proceso de selección, no mencionan todos los estudios que tienen", explica.
Otros candidatos, dice, sienten temor a que un currículum demasiado amplio no le aclare a la empresa cuál es su expertise. "Hay gente que omite mencionar todos los estudios para evitar confusiones en el perfil", asegura.
Guillén añade que el temor de los aspirantes a ser rechazados los empuja a ocu tar todo su perfil. "Sin embargo, aunque se piense lo contrario, el mercado sí está abierto a recibir a este tipo de candidatos. El postulante debe entender que va a ser aceptado por sus ciclos de crecimiento y desarrollo, además de la actitud al postular al puesto".
Tips para la entrevista
Si realmente le interesa trabajar en un puesto para el cual parece sobrecalificado, Carla Guillén sugiere reforzarlo de entrada en la entrevista. Por ejemplo, puede decir que el salario no es su principal prioridad. "Así establece que realmente está interesado en aportar con su experiencia a los desafíos de la empresa", explica.Iris Retamal también aconseja jugársela con todo en esa instancia cara a cara: "La mirada debe estar puesta en observar hacia dónde se enfoca su carrera profesional y visualizar cómo contar esa historia, no sólo en el currículum, sino en cómo se estructura el relato en la entrevista".