La fiscal Paola Zárate, de la Fiscalía de Alta Complejidad Occidente, asegura que Bustamante interceptó a Xaviera en la calle Urmeneta, luego la metió a la fuerza a la casa abandonada donde vivía con los otros dos imputados del caso, le robó su celular y después la asesinó.
El teléfono de la joven, que fue ocupado mientras ella seguía desaparecida para enviar mensajes al padre de Xaviera y a un amigo, fue encontrado gracias a una persona que trabaja reparando celulares en un local de servicio técnico.
De acuerdo a los antecedentes de la Fiscalía, Bustamante quiso desbloquear el celular de Xaviera en una tienda de San Bernardo, el lunes pasado. El locatario descubrió que el aparato estaba inhabilitado por robo, pero lo recibió igual. Horas más tarde vio por redes sociales los detalles del caso de Xaviera e identificó al sospechoso.
La fiscal Zárate agrega que esta persona llamó a la PDI para devolver el teléfono y entregar las imágenes de las cámaras de vigilancia de la tienda, que muestran al acusado vistiendo el mismo polerón gris que ocupó el día que desapareció la joven.
Según la investigación policial, Bustamante huyó rumbo a Quintero para esconderse en la casa de una tía. Desde ese lugar, llamó a una ex polola. Esa llamada, hecha desde un celular particular, dice la fiscal, sirvió para georreferenciar la ubicación del sospechoso.
La policía civil descubrió que Bustamante había comprado pasajes para viajar a Temuco. La abogada defensora Margarita López descartó un intento de fuga hacia el sur y señaló que su representado había llamado a un inspector de la PDI para entregarse y aportar en el caso. Según su versión, solo robó el celular de Xaviera, pero el homicidio lo cometió otro de los imputados.