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Colegio multó en 400 mil pesos a alumno que se portó mal
Pablo Ravani cuenta que se quedó de una pieza cuando fue a matricular a su hijo preadolescente por segundo año consecutivo en el United College, de Providencia. Según le exigió el establecimiento educacional, a los 250 mil pesos que cuesta la matrícula, él como apoderado, debía sumar otros 400 mil pesos por concepto de multas por mala conducta de su pupilo.

"Me parece muy abusivo de parte del colegio, sobre todo, porque recién ahí me informaron que mi hijo tenía acumuladas 1 54 anotaciones negativas, o registros de situaciones escolares, como les gusta llamarlas a ellos", cuenta el padre del menor, quien ante la imposibilidad de juntar los 650 mil que exigía el establecimiento, se vio obligado a cambiar al niño de colegio.

Marco Méndez, rector del establecimiento, aclaró que, "uno transgrede la ley cuando la norma prohíbe algo, pero en este caso no sabemos de una ley que prohíba lo que nosotros hacemos en este colegio y que además está en el reglamento interno". Él se refiere al detallado el sistema de puntos que regula los cobros. "No todas las conductas negativas tienen la misma valoración. Por ejemplo si al niño se le quedó el cuaderno -una falta menor-, se le penaliza con 30 puntos; pero si le faltó el respeto a un profesor, seguramente se ganará 1 80 puntos por mala conducta".

Así, el menor va juntando un pozo de puntos durante el año escolar, que si en diciembre supera los 6.000 puntos, desembocará en una serie de sanciones económicas, que en el caso del hijo de Ravani, llegaron a 400 mil pesos.

La situación llegó a oídos del superintendente de Educación, Cristián O'Ryan, quien se decidió a actuar de oficio. Aunque el colegio dispone de 72 horas (a partir del martes), según la autoridad, todo indica que hay un serio incumplimiento a la ley. "En esto quiero ser tajante, es ilegal cobrar multas por mala conducta de los alumnos, porque aunque la norma permite sanciones e incentivos a la buena conducta, la Circular 482, que regula estas situaciones, exige que las medidas sean pedagógicas, legales, formativas, progresivas y reparatorias, y un cobro en dinero no cumple con ninguna de ellas".

El rector del establecimiento defiende el sistema de cobros, como una prueba de flexibilidad del recinto: "En otros colegios pagados, si el niño se porta mal, simplemente no lo reciben al año siguiente. Acá le damos la posibilidad de que siga, siempre y cuando los padres asuman este cobro, que no necesariamente es definitivo, pues si el alumno se porta bien, tiene derecho a que se devuelvan 200 mil pesos por semestre".

Para la madre del niño, Mónica Martínez, "sería ideal si el colegio realmente devolviera esa plata, el problema es que el mismo colegio que cobra la multa, es el que pone las anotaciones".

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