"Las últimas semanas del programa no lo estaba pasando tan bien. Mis presentaciones no eran las adecuadas, pero las dos últimas que hice fueron increíbles, así que no debí quedar en riesgo de eliminación. De ahí partió la injusticia. Para mi último show (del viernes) me quedé hasta las 5 de la mañana armándolo y me dio mucha lata que el jurado no valorara lo que hice", cuenta Flores (19), ganadora del segundo ciclo de "The Voice Chile" (Canal 13, 2016).
-¿Se sintió poco valorada por el jurado?
-Por supuesto. Siempre sentí que buscaban algo más, que (Cristián) Natalino y Maitén (Montenegro) buscaban un pero. Me frustraba mucho con sus comentarios. Le buscaban la quinta pata al gato. Neilas (Katinas) y Claudia (Miranda) siempre fueron asertivos. Entonces, al final, encuentro una injusticia que me hayan sacado del programa, pero a la vez lo agradezco porque lo estaba pasando pésimo. De alguna forma, quería salirme de ahí.
-Pero la eliminaron sus compañeros.
-Uno no tiene que confiar en nadie ahí dentro (de "Rojo"). Ahora confío plenamente en que Edwin (Joseph, cantante que le dio su voto de apoyo) gane la competencia. Desde que entré (en agosto) que hubo una rivalidad con Pía María (Silva) que no entiendo de dónde salió, entonces sabía que no iba a votar por mí, pero el voto de Benjamín (Durán) me sorprendió un poco. La gente ve muchas cosas de afuera„ pero desconoce las reales. A ellos llamo lamebotas con la producción del programa. Si lo digo es por algo, no ando con miedo.
-Le faltaba sólo una semana para la final de "Rojo".
-No voy a mentir, yo agradezco mucho haber entrado a "Rojo" porque es una plataforma grande. Yo después de ganar "The Voice" no fui nadie, y ahora con este programa siento que me pude mostrar como artista y que la gente valorara mi arte. Se me abrió la puerta para mostrar mi música en muchos lados. Pero a la vez haber quedado a una semana de la final es frustrante, pero mis últimos shows fueron tan bacanes que siento que me fui digna.
-Usted entró al programa exclusivamente a esta competencia ("Gran Rojo"), a diferencia del resto de concursantes que venían de generaciones previas del programa.
-En un principio pensaba que los chiquillos venían de harto trabajo y que yo estaba descansada, pero si me llamaron fue por algo, así que no me hice ningún atado. Ahora estoy tranquila. Sentía mucho estrés, tuve problemas a la espalda, así que después de salir me sentí liberada. Ahora estoy retomando mis cosas y trabajando en eso, se vienen proyectos muy buenos.