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Estas casas hechas con fardos de paja aguantan dos horas antes de incendiarse
Dentro de la amplia gama de materiales disponibles para la construcción, es poco probable que alguien considere los fardos de paja como una opción válida. Sin embargo, existe. Y hace mucho tiempo: según la profesora española Marta Revuelta, la construcción con fardos nace junto a la invención de la máquina embaladora de fardos, a finales del XIX.

"En aquella época, los colonos (de Estados Unidos) se vieron obligados a construir refugios temporales, dado que el material más tradicional para la construcción de casas -madera, piedra- no podía encontrarse con facilidad en las regiones interiores. Para su sorpresa, se dieron cuenta de que los fardos de paja constituían un material muy aislante, fácil de trabajar y barato", escribe en su blog, dando cuenta de la construcción de casas de paja entre 1915 y 1940.

Sustentable

Parte de la rama de la arquitectura sustentable -uno de sus mentores es Gernot Minke, arquitecto e ingeniero alemán considerado el padre de la bioconstrucción- la arquitectura en fardos en Chile alcanza el centenar de casas, muchas creadas gracias a las ventajas aislantes que tiene el material, como cuenta Jorge Broughton, arquitecto especializado en fardos.

"Tiene alta eficiencia energética en relación a una casa construida con ladrillos u hormigón. Son casas calentitas en invierno y frescas en verano. Además, estabilizan la humedad relativa en el interior y absorben olores y polvo", comenta, dejando para el final la pregunta que está en la mente de todos: ¿cómo se comporta una casa de paja ante un incendio? Igual que todas.

La clave es el barro

"La construcción con fardos de paja tiene una recubierta con otros materiales", comenta Carlos Aguirre, director de la carrera de Construcción Civil de la U. Las Américas, en referencia al adobe, hormigón o adobe con mortero de cemento que se ocupa.

Es ese material el que le otorga la resistencia al fuego y no el fardo de paja directamente, aunque éste sí aporta.

"El 2014 y el 2018 hicimos pruebas de laboratorio y resultó ser un muro que aguanta más de dos horas el fuego, ya que el revestimiento de barro aguanta el fuego y la densidad de la paja del fardo no permite que se oxigene", explica Broughton.

óscar Carrillo, director de proyectos de Estudio Tribal y especialistas en arquitectura sustentable, agrega: "La paja, como está prensada, tiene poco oxígeno. Entonces, si se llega desprender el revestimiento, va a costar mucho que se queme. Es como tratar de quemar una guía telefónica".

Son estos factores los que determinan que el fardo tenga un estándar de resistencia al fuego de F-120.

"La letra F corresponde a una tipología de ensayo de llama directa, mediante un soplete, y debe resistir más de 120 minutos y menos de 1 50", explica Carlos Aguirre.

Un par de cosas

El que esta técnica sea sustentable la transforma en un enorme gancho en estos tiempos, aunque no en todos los casos. Si no hay fardos de paja cerca, no será muy sostenible su transporte.

Explica Carrillo, de Estudio Tribal: "Lo importante acá es tratar de construir con los materiales que haya a disposición en el territorio. Si vivimos en el extremo sur, construir con fardos no tiene sentido por que requiere mucho traslado. Distinto es en zonas mediterráneas, donde el material se da como subproducto de la agricultura".

Es importante tener claro las limitantes del material. Y si bien la autoridad no va a rechazar los planos de una casa con fardos, distinto es si se quieren usar para construir un local comercial (ver recuadro ).

"El fardo de paja no está incorporado dentro de las soluciones constructivas del listado oficial de comportamiento al fuego del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El revestimiento es el que sostiene la resistencia al fuego y en ese sentido, no es recomendable su utilización para viviendas para uso carácter comercial", explica Aguirre.

Resistencia al fuego

Según la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, la resistencia al fuego requerida para los elementos de construcción de edificios va de F-15 a F-1 80, cifra que hace referencia al número de minutos que el material debe soportar el efecto directo de un soplete en su superficie.

Mientras más gente viva o funcione en la construcción, mayor es la resistencia que deben tener las estructuras. Por ejemplo, mientras para una casa habitación de un piso el estándar de resistencia va de F-15 en el caso de la techumbre o cielo falso, hasta F-120 para muros cortafuegos -misma resistencia de los fardos de paja revestidos con adobe-. En el caso de un hotel de 1.500 pasajeros, la resistencia parte de F-60 para cielos falsos y F-1 80 para muros cortafuegos, el máximo que exige el estándar.

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