El proyecto, que ya tiene incorporados 160 kioscos en cinco regiones del país, tiene el apoyo de Sercotec, de BancoEstado y de su filial Compraquí.
Bruno Trisotti, gerente de regiones y descentralización de Sercotec, explicó que apoyaron con $1 6 millones de los casi $20 millones que se invirtieron en el proyecto y aclaró que no es un préstamo, sino que un aporte "para mejorar su competitividad".
Agregó que esto permite mayor seguridad no sólo para comerciantes y clientes contra la delincuencia, al no haber dinero de por medio, sino que actualiza a los kioscos con los nuevos hábitos de consumo de Chile.
Juan López, del segmento comercio de BancoEstado Microempresa, dijo que apoyan la inclusión, porque en el proyecto participan comerciantes informales, semi informales y formales. "Apoyamos a la gente que, en este tema de la digitalización, necesita un medio para tener nuevos clientes", dijo.
Ylana Rodrigues, de marketing de Compraquí, filial de BancoEstado, cuenta que la entidad se unió a la empresa alemana SumUp para proveer de los lectores MPOS de tarjetas. Cada dispositivo vale $39 mil, es propiedad del suplementero y no tiene costo ni de arriendo ni de mantención. La comisión por venta es de 2,90% más IVA.
"Funciona así: se prende el dispositivo, se hace que una aplicación del celular se conecte con ella por bluetooth y se opera la tarjeta. Se inserta, el cliente pone el pinpass y hace la operación. Al final, desde el mismo celular se puede enviar un comprobante de venta por SMS o e-mail", explica la brasileña.
Ana González, presidenta de Conasuch, dijo que su sueño siempre fue "potenciar a los kioscos con nuevas herramientas para salir al mundo de la tecnología". Les costó, porque sus asociados son mayoritariamente adultos mayores que miran con recelo estos sistemas, pero logró convencer a 30 de todo Santiago. "El recibimiento, al final, ha sido muy bueno, ha ido tomando cuerpo como queríamos", dijo.