Después del Caso Catrillanca, en que la manipulación de las imágenes grabadas por
una cámara Go Pro inhabilitó parte de los registros para ser presentados como
pruebas ante la Fiscalía, la policía uniformada decidió equipar a sus efectivos con
nuevas cámaras, ésta vez inviolables.
Se trata de 310 Body-Worn Cameras AXON body 2, equipos completamente automáticos y operados por dos policías a la vez. "Mientras uno porta la cámara en terreno, otro controla el equipo remotamente desde un cuartel general. Este segundo carabinero controla el lente gran angular que permite una visión despejada de 1450 en busca de pistas", detalla el mayor Manolo Gómez Díaz, de la 500 Comisaría de San Joaquín, donde el sistema ya ha sido probado durante todo un año.
Las cámaras, de apenas 110 gramos de peso, fueron compradas por la Asociación Municipal Metropolitana de Seguridad Ciudadana, consorcio formado por las comunas de Estación Central, Santiago y Providencia, donde serán portadas por los equipos antidisturbios de Carabineros. "Los equipos se enganchan en el chaleco antibalas a la altura del pecho, pues esa posición asegura un mayor campo de visión y optimiza los 1.080 pixeles", cuenta el uniformado, quien destaca la memoria de 64 GB y la batería de 12 horas de duración. "Gracias a esa gran autonomía las cámaras pueden transmitir, vía 4G, en directo a la central de imágenes o a una nube virtual, donde los archivos pueden mantenerse guardados lo que sea necesario", afirma el mayor Gómez.
Tal como ha ocurrido en Londres, Reino Unido; Nueva York, Estados Unidos y Queensland, Australia, antes de que a un carabinero se le adjudique una Body-Worn Camera, debe pasar por un entrenamiento, además de dominar el protocolo de uso, llamado "Manual de Procedimiento para el Registro y Uso de Videocámaras Corporales (VCC) en el Servicio Policial", del 2019, que está actualmente vigente y que incluye la forma en que éstas deben ser usadas desde el punto de vista operativo.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Catherine Martorell, destacó las garantías que los nuevos equipos ofrecerán a los civiles. "Al estar todo grabado y sin posibilidad de manipular las imágenes, los ciudadanos pueden estar seguros de que la policía hará su mejor esfuerzo por cumplir todos los protocolos". Así ha pasado en otros países. "Estos equipos tienen un amplio uso entre las policías del mundo, donde tienen como principal propósito documentar procedimientos, así como también garantizar los derechos ciudadanos, velando por el correcto actuar de las fuerzas de orden. Adicionalmente, pueden servir como medios de prueba ante los tribunales, al registrar eventuales disturbios, agresiones o faltas y delitos y resguardar a Carabineros.
Uno de los más contentos con las nuevas cámaras es el alcalde de santiago, Felipe Alessandri, quien espera que esta tecnología baje la conflictividad entre manifestantes y policías. "Según nos ha informado Carabineros, la experiencia llevada adelante en la 500 Comisaría demuestra que al saberse grabados, los vecinos muestran mejor disposición ante los procedimientos ciudadanos". Eso tiene su contrapartida, en que los ciudadanos también saben si un policía se sobrepasa, pues también está siendo grabado, por lo que ante una eventual denuncia, ya se cuenta con las pruebas necesarias.
Se trata de 310 Body-Worn Cameras AXON body 2, equipos completamente automáticos y operados por dos policías a la vez. "Mientras uno porta la cámara en terreno, otro controla el equipo remotamente desde un cuartel general. Este segundo carabinero controla el lente gran angular que permite una visión despejada de 1450 en busca de pistas", detalla el mayor Manolo Gómez Díaz, de la 500 Comisaría de San Joaquín, donde el sistema ya ha sido probado durante todo un año.
Las cámaras, de apenas 110 gramos de peso, fueron compradas por la Asociación Municipal Metropolitana de Seguridad Ciudadana, consorcio formado por las comunas de Estación Central, Santiago y Providencia, donde serán portadas por los equipos antidisturbios de Carabineros. "Los equipos se enganchan en el chaleco antibalas a la altura del pecho, pues esa posición asegura un mayor campo de visión y optimiza los 1.080 pixeles", cuenta el uniformado, quien destaca la memoria de 64 GB y la batería de 12 horas de duración. "Gracias a esa gran autonomía las cámaras pueden transmitir, vía 4G, en directo a la central de imágenes o a una nube virtual, donde los archivos pueden mantenerse guardados lo que sea necesario", afirma el mayor Gómez.
Tal como ha ocurrido en Londres, Reino Unido; Nueva York, Estados Unidos y Queensland, Australia, antes de que a un carabinero se le adjudique una Body-Worn Camera, debe pasar por un entrenamiento, además de dominar el protocolo de uso, llamado "Manual de Procedimiento para el Registro y Uso de Videocámaras Corporales (VCC) en el Servicio Policial", del 2019, que está actualmente vigente y que incluye la forma en que éstas deben ser usadas desde el punto de vista operativo.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Catherine Martorell, destacó las garantías que los nuevos equipos ofrecerán a los civiles. "Al estar todo grabado y sin posibilidad de manipular las imágenes, los ciudadanos pueden estar seguros de que la policía hará su mejor esfuerzo por cumplir todos los protocolos". Así ha pasado en otros países. "Estos equipos tienen un amplio uso entre las policías del mundo, donde tienen como principal propósito documentar procedimientos, así como también garantizar los derechos ciudadanos, velando por el correcto actuar de las fuerzas de orden. Adicionalmente, pueden servir como medios de prueba ante los tribunales, al registrar eventuales disturbios, agresiones o faltas y delitos y resguardar a Carabineros.
Uno de los más contentos con las nuevas cámaras es el alcalde de santiago, Felipe Alessandri, quien espera que esta tecnología baje la conflictividad entre manifestantes y policías. "Según nos ha informado Carabineros, la experiencia llevada adelante en la 500 Comisaría demuestra que al saberse grabados, los vecinos muestran mejor disposición ante los procedimientos ciudadanos". Eso tiene su contrapartida, en que los ciudadanos también saben si un policía se sobrepasa, pues también está siendo grabado, por lo que ante una eventual denuncia, ya se cuenta con las pruebas necesarias.