Con el sol abrasador de estos días, el aire acondicionado del auto resulta casi
indispensable para manejar sin sofocarse. Sin embargo, hay gente que lo sufre,
especialmente quienes padecen alergias respiratorias.
Felipe Rivera, médico broncopulmonar del Hospital Clínico de la U. de Chile, sugiere ser precavido en el uso del aire acondicionado. "Lo ideal es que la temperatura al interior del auto no baje de 220 0 230", sugiere. En una cabina más fría que eso, advierte, disminuye la humedad del ambiente, lo que causa enfriamiento y resequedad de las vías respiratorias superiores. Y al pasar mucho tiempo expuesto a esas condiciones uno puede sufrir congestión nasal, irritación de las fosas nasales y molestias en la garganta.
Rivera subraya que los gérmenes atacan con mayor facilidad a una mucosa respiratoria inflamada, pues disminuye la efectividad de la acción defensiva de los glóbulos blancos. "18 0 19 grados en un habitáculo cerrado, como un vehículo, es una temperatura muy baja", recalca.
Los síntomas mencionados se acrecientan entre quienes sufren de asma, rinitis alérgica (que en distintos grados padece un 20% de la población santiaguina) o cualquier tipo de alergia respiratoria.
Los cambios bruscos de temperatura, como los que produce el aire acondicionado en un auto, son un estímulo para la inflamación de las vías respiratorias. "Aquí no se pueden entregar recetas fijas: con 5 minutos de exposición al aire acondicionado algunas personas comienzan con congestión nasal, pero a otras simplemente no les pasa nada. El alérgico se sube al auto, activa el aire acondicionado y empieza con rinitis porque se obstruye la nariz, bota mucosidad y no puede respirar bien. En este caso, si la temperatura exterior no es tan extrema, mejor que no lo use o que al menos no lo haga durante todo el trayecto", recomienda el broncopulmonar.
1) Climatizador: Mide la temperatura de la cabina antes de operar; así permite regular y fijarla con precisión, manteniéndola de forma constante pues el sistema disminuye paulatinamente la inyección de aire cuando se acerca a los grados indicados del usuario
2) Aire acondicionado: Solo entrega la posibilidad de regular la potencia del ventilador; usualmente tiene 4 niveles que indican porcentajes de la potencia de su funcionamiento: el número 1 equivale a 25% de potencia; el 2, a 35%; el 3, a 50% y el 4 al 100%.
"Con el aire acondicionado convencional, que tiene cuatro niveles, no existe una lectura de la temperatura al interior del vehículo y no tiene una relación directa con los grados del ambiente. Si se tiene el aire al máximo -en cuatro- y no se apaga, seguirá enfriando a toda su capacidad. Si se trata de un motor grande, como el de una camioneta, la temperatura en la cabina puede bajar de los 200. Incluso si se encuentra en el nivel 3, pero funcionando en un estacionamiento subterráneo, puede suceder algo similar", advierte Paillaqueo, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Santiago.
Aclara además que el climatizador, dependiendo del modelo del vehículo, permite ajustar la temperatura de forma diferenciada para el copiloto y el conductor (los más sofisticados también le dan esa opción a los pasajeros de los asientos traseros).
Felipe Rivera, médico broncopulmonar del Hospital Clínico de la U. de Chile, sugiere ser precavido en el uso del aire acondicionado. "Lo ideal es que la temperatura al interior del auto no baje de 220 0 230", sugiere. En una cabina más fría que eso, advierte, disminuye la humedad del ambiente, lo que causa enfriamiento y resequedad de las vías respiratorias superiores. Y al pasar mucho tiempo expuesto a esas condiciones uno puede sufrir congestión nasal, irritación de las fosas nasales y molestias en la garganta.
Rivera subraya que los gérmenes atacan con mayor facilidad a una mucosa respiratoria inflamada, pues disminuye la efectividad de la acción defensiva de los glóbulos blancos. "18 0 19 grados en un habitáculo cerrado, como un vehículo, es una temperatura muy baja", recalca.
Los síntomas mencionados se acrecientan entre quienes sufren de asma, rinitis alérgica (que en distintos grados padece un 20% de la población santiaguina) o cualquier tipo de alergia respiratoria.
Los cambios bruscos de temperatura, como los que produce el aire acondicionado en un auto, son un estímulo para la inflamación de las vías respiratorias. "Aquí no se pueden entregar recetas fijas: con 5 minutos de exposición al aire acondicionado algunas personas comienzan con congestión nasal, pero a otras simplemente no les pasa nada. El alérgico se sube al auto, activa el aire acondicionado y empieza con rinitis porque se obstruye la nariz, bota mucosidad y no puede respirar bien. En este caso, si la temperatura exterior no es tan extrema, mejor que no lo use o que al menos no lo haga durante todo el trayecto", recomienda el broncopulmonar.
Cómo regular la temperatura
Rodrigo Paillaqueo, ingeniero en climatización, aclara que hoy existen dos tecnologías para enfriar el aire en los vehículos:1) Climatizador: Mide la temperatura de la cabina antes de operar; así permite regular y fijarla con precisión, manteniéndola de forma constante pues el sistema disminuye paulatinamente la inyección de aire cuando se acerca a los grados indicados del usuario
2) Aire acondicionado: Solo entrega la posibilidad de regular la potencia del ventilador; usualmente tiene 4 niveles que indican porcentajes de la potencia de su funcionamiento: el número 1 equivale a 25% de potencia; el 2, a 35%; el 3, a 50% y el 4 al 100%.
"Con el aire acondicionado convencional, que tiene cuatro niveles, no existe una lectura de la temperatura al interior del vehículo y no tiene una relación directa con los grados del ambiente. Si se tiene el aire al máximo -en cuatro- y no se apaga, seguirá enfriando a toda su capacidad. Si se trata de un motor grande, como el de una camioneta, la temperatura en la cabina puede bajar de los 200. Incluso si se encuentra en el nivel 3, pero funcionando en un estacionamiento subterráneo, puede suceder algo similar", advierte Paillaqueo, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Santiago.
Aclara además que el climatizador, dependiendo del modelo del vehículo, permite ajustar la temperatura de forma diferenciada para el copiloto y el conductor (los más sofisticados también le dan esa opción a los pasajeros de los asientos traseros).