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Perro rescatado de Plaza Italia juega con los regadores
Es miércoles, mediodía, y un perrito conocido popularmente como Rucio Capucha está en un patio durmiendo al sol. Después de su siesta, lo llevan a jugar a un parque y ahí se entretiene mojándose con los regadores. Semanas atrás, su vida era muy distinta. El Rucio, que tiene entre 4 y 5 años, merodeaba por los alrededores de Plaza Italia y se hizo famoso cuando se viralizó una foto de él siendo impactado por el chorro de un carro lanza-agua.

El can fue sacado oficialmente de las calles el 16 de noviembre por la estudiante de veterinaria Trinidad Alvear, quien junto a su compañero José Pablo Pérez de Tudela fundaron VetsSOS, organización que ayuda a animales afectados por las movilizaciones sociales. Ellos, junto a otras compañeras de la U. Mayor, más Eliana Albasetti en un principio, han rescatado alrededor de 30 canes.

A finales de noviembre, la vida del Rucio pareció dar un cambio radical y se anunció a través de su cuenta de Instagram (@rucio.capucha, más de 45 mil seguidores) que había sido adoptado. El animal fue entregado castrado, desparasitado y con sus vacunas correspondientes, pero días después, tras no recibir los cuidados adecuados, sus rescatistas consideraron que no se podía quedar ahí. Finalmente, el martes 3, el Rucio pasó su primera noche en su casa definitiva. Ahora, él vive junto a Alexia Briones (foto secundaria) y su pololo Nabor Henríquez. Ellos ya tienen de antes a Manchita (13 años) y Chola (1), perritas que fueron abandonadas. El Rucio comparte el patio con ellas y su momento favorito es cuando riegan el pasto y él trata de interceptar el chorro de agua, como si estuviera recordando viejos tiempos.

"Yo seguía la cuenta del Rucio en Instagram, conocía su historia y lo que ocurrió es que esto coincidió con la muerte de nuestro perrito Horacio. Ahí nos dimos un plazo de seis meses para adoptar otro y cuando vimos que el Rucio estaba de nuevo disponible, con mi pololo decidimos que lo queríamos adoptar", relata Alexia, que estudia traducción inglés español. "Uno piensa que por ser un perro callejero no lo vas a poder enderezar, por decirlo de alguna manera, o que va a causar problemas. Pensamos que iba a ser un desafío y que por lo menos el Rucio iba a tardar un mes (en adaptarse). Pero es impresionante pensar que lleva una semana y está completamente adaptado", destaca ella.

Cuando están en un parque, el Rucio camina libre y responde al nombre que lo hizo famoso. En la noche, ya sabe que el sillón cama que está en la pieza principal es su lugar para dormir y rasca la puerta cuando quiere ir al baño. "Con mi pololo nos llegamos a emocionar porque se nota que está tan feliz, tan tranquilo y duerme plácidamente. Mis amigos lo ven casi como un rockstar y lo vinieron a visitar. A él le encanta eso, de hecho yo creo que sabe que es un rockstar porque le encanta que la gente lo venga a ver. Debe estar acostumbrado a estar con mucha gente", destaca Alexia.

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