Valeria Pinto Valdes entró este viernes al Registro Civil con una sonrisa que, sin
mucho éxito, intentaba disimular. Iba acompañada de su pareja y una de sus mejores
amigas, quienes llegaron en calidad de testigos a acompañarla en un día especial:
oficializar el cambio de su sexo y nombre registral.
Este viernes 27 entró en vigencia la ley 21.120, también llamada ley de Identidad de Género, que fue publicada el 10 de diciembre del año pasado y que entiende la identidad de género como "la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma", según se lee en el texto. En este caso, Valeria fue la primera de las 136 personas que tenían reservada una hora este viernes para realizar el trámite. El requisito es no estar casado o casada y ser mayor de 18 años. Solo se pide hora en el Registro Civil.
Cuando Valeria tenía solo cinco años ya manifestaba una desconformidad con su sexualidad: "Siempre le pedía a mi mamá que me regalara una Barbie, me vestía de rosado y era muy femenina en general", relata, agregando que "un día estaba en el baño y le pregunté a mi mamá por qué yo no era como ella. Ella me respondió que podía ser quien yo quisiera y que la naturaleza a veces se equivoca. Refiriéndose a que mi género no tenía por qué ser el mismo que mi físico representaba".
A pesar de que el cambio registral de sexo y nombre es solo para mayores de 18 años en acompañamiento de dos testigos. Ahora sí es posible, para los menores de entre 14 y 18 años realizar su cambio, con la diferencia de que estos deben recurrir junto con sus apoderados ante un tribunal de familia para que este determine si es posible o no realizar el cambio. En el caso de los menores de 14 años, la ley permite que estos puedan acceder a un programa de acompañamiento para asesorar sicológicamente y otorgar herramientas para el desarrollo integral de estos.
-Ministro, ¿qué pasa en el caso de los planes de las isapres?
En este caso el sujeto no pierde sus derechos. Por ejemplo, si es una mujer que cambia su sexo a masculino, va a seguir teniendo derecho a realizarse un examen de papanicolau. Sin embargo, si la persona tiene cambios físicos, sí puede cambiar su plan a uno que se acomode a sus necesidades.
Valeria asegura que, de haber podido cambiar su sexo, según su identidad de género, cuando era más joven, eso le hubiese hecho la vida más fácil. Ahora, sin embargo, prefiere avanzar y apuntar hacia el futuro: "Buscar trabajo, eso es lo primero que voy hacer. En donde sea, cualquier empresa, solo quiero trabajar", declaró . Según cuenta, "ese yo creo que va a ser el principal cambio que me va a traer esto en esta etapa de mi vida. Poder buscar trabajo con una identidad que me represente me va a abrir muchas oportunidades".
Además, Valeria comenta que para ella es muy importante la familia, sobre todo porque su infancia estuvo marcada por problemas de este tipo. "Este cambio, además, me va a permitir casarme con César en un futuro y, posteriormente, adoptar un niño. Me encantaría poder formar una familia y criar un niño como me hubiese gustado que me hubieran criado a mí", dice emocionada.
Este viernes 27 entró en vigencia la ley 21.120, también llamada ley de Identidad de Género, que fue publicada el 10 de diciembre del año pasado y que entiende la identidad de género como "la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma", según se lee en el texto. En este caso, Valeria fue la primera de las 136 personas que tenían reservada una hora este viernes para realizar el trámite. El requisito es no estar casado o casada y ser mayor de 18 años. Solo se pide hora en el Registro Civil.
Cuando Valeria tenía solo cinco años ya manifestaba una desconformidad con su sexualidad: "Siempre le pedía a mi mamá que me regalara una Barbie, me vestía de rosado y era muy femenina en general", relata, agregando que "un día estaba en el baño y le pregunté a mi mamá por qué yo no era como ella. Ella me respondió que podía ser quien yo quisiera y que la naturaleza a veces se equivoca. Refiriéndose a que mi género no tenía por qué ser el mismo que mi físico representaba".
A pesar de que el cambio registral de sexo y nombre es solo para mayores de 18 años en acompañamiento de dos testigos. Ahora sí es posible, para los menores de entre 14 y 18 años realizar su cambio, con la diferencia de que estos deben recurrir junto con sus apoderados ante un tribunal de familia para que este determine si es posible o no realizar el cambio. En el caso de los menores de 14 años, la ley permite que estos puedan acceder a un programa de acompañamiento para asesorar sicológicamente y otorgar herramientas para el desarrollo integral de estos.
Cambios cotidianos
Según explica el ministro de Justicia, Hernán Larraín, son muchos los ámbitos en que la ley puede cambiar la vida cotidiana de las personas transexuales, por ejempo: "Si un hombre cambia su sexo registral a femenino, podrá solicitar su jubilación a los 60 y no a los 65 años; la ley le permite participar en equipos deportivos del sexo al que se cambió; puede casarse con una persona del sexo opuesto al registrado e incluso adoptar; y puede ingresar a colegios no mixtos con su nueva identidad, utilizar el baño que le corresponda a su nuevo sexo y, de cometer algún delito, será aprisionado en la cárcel que le corresponda a su nuevo sexo".-Ministro, ¿qué pasa en el caso de los planes de las isapres?
En este caso el sujeto no pierde sus derechos. Por ejemplo, si es una mujer que cambia su sexo a masculino, va a seguir teniendo derecho a realizarse un examen de papanicolau. Sin embargo, si la persona tiene cambios físicos, sí puede cambiar su plan a uno que se acomode a sus necesidades.
Nueva vida
A sus 25 años, Valeria comenzó un tratamiento con hormonas que sigue hasta el día de hoy. "Fue una de las cosas que me cambió la vida porque, al fin, la gente empezaba a verme como lo que yo sentía que era". Posteriormente conoció a César, su actual pareja y con quien llevan juntos ocho años.Valeria asegura que, de haber podido cambiar su sexo, según su identidad de género, cuando era más joven, eso le hubiese hecho la vida más fácil. Ahora, sin embargo, prefiere avanzar y apuntar hacia el futuro: "Buscar trabajo, eso es lo primero que voy hacer. En donde sea, cualquier empresa, solo quiero trabajar", declaró . Según cuenta, "ese yo creo que va a ser el principal cambio que me va a traer esto en esta etapa de mi vida. Poder buscar trabajo con una identidad que me represente me va a abrir muchas oportunidades".
Además, Valeria comenta que para ella es muy importante la familia, sobre todo porque su infancia estuvo marcada por problemas de este tipo. "Este cambio, además, me va a permitir casarme con César en un futuro y, posteriormente, adoptar un niño. Me encantaría poder formar una familia y criar un niño como me hubiese gustado que me hubieran criado a mí", dice emocionada.