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Vicente Gallardo Antes comía Frugelé, ahora como naranjas
Vicente Gallardo tiene nueve años, cursa tercero básico en el colegio Ciudad de Frankfort, de San Joaquín, y desde que empezó a participar en el programa Héroes del Cambio, que realizaron el Team Chile y Jumbo, cambió completamente sus hábitos alimenticios.

Brenda Jara, su mamá, cuenta que antes ni se preocupaba de lo que comía. "Ahora no quiere comer cosas que tengan sellos. Cuando le da hambre, se prepara lechuga con palmitos, me pide aceite de oliva y sal de mar. Su colación tiene que ser 100% saludable", dice.

"Antes comía Frugelé, ahora como naranjas y harta fruta, tomo jugo y agua. Me gustaban mucho los dulces", cuenta el propio Vicente, que bajó su peso de 41 kilos a 35,1, redujo su Indice de Masa Corporal (IMC) de 20,4 a 18 y la circunferencia de cintura de 67 a 57 centímetros e hizo muy buenas migas con Paola Muñoz, la ciclista chilena que apadrinó el colegio.

"Siempre me escribía cuando me veía en alguna entrevista y estaba pendiente de qué semana iba a ir al colegio para tener alguna actividad juntos. Me marcó mucho", dice Muñoz, quien además reconoce estar más sensible ahora que está a dos meses de que nazca Amanda, su segunda hija.

Al igual que la seleccionada chilena, deportistas como los primos Marco y Esteban Grimalt, la pesista María Fernanda Valdés, los karatecas Valentina Toro y Rodrigo Rojas, la hockista Camila Caram, la atleta Fernanda Mackenna y la lanzadora del martillo Karen Gallardo, entre otros, apadrinaron 18 colegios de Chile, donde participaron más de 800 niños, en el programa Héroes del Cambio.

La idea era incentivar el deporte y promover hábitos alimenticios saludables, para combatir la obesidad. En su último informe, la Federación Mundial de la Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés) prevé que Chile tendrá 774 mil niños obesos en el año 2030, casi 300 mil entre los 5 y 9 años.

"Lo más difícil para cambiar los hábitos de alimentación es educar a los papás, que ellos demuestren interés en que los hijos se alimenten de mejor manera", explica Florencia Orphanopulos, nieta de griegos, prima del ex tenista Paul Capdeville y nutricionista a cargo del programa.

Para la evaluación, añade, no se fijó tanto en el peso de los niños, que es variable dada su condición de crecimiento, sino en la obesidad abdominal, en la circunferencia de cintura.

Un niño de ocho años, por ejemplo, no debiera tener más de 55 centímetros de cintura, explica. Para los adultos, lo normal es tener menos de 88 centímetros en las mujeres y menos de 90 en los hombres. Más de eso, puede generar problemas cardiovasculares u otros tipos de enfermedades.

"En promedio, los niños bajaron entre 8 y 10% la circunferencia de cintura, lo que significa que se alimentaron de mejor manera. Pueden haber subido de peso, pero eso es porque están creciendo", explica Orphanopoulos.

La escuela Ciudad de Frankfort, de hecho, redujo en 12,4% los niveles de obsesidad medidos en esta forma y subió en cuatro puntos el peso de los estudiantes.

"Durante estos cuatro meses, nos hemos dado cuenta de que podemos generar un cambio en el estilo de vida de las personas", dijo Rodrigo Sahr, gerente de marketing de Jumbo.

Este martes, en el Centro de Entrenamiento Olímpico, se realizó el cierre de la campaña, bajo la animación de Macarena Reyes, campeona de salto largo y nutricionista.

Allí, un centenar de niños entrenó hockey con Camila Caram, nado sincronizado en tierra con Kelley Kobler y Natalie Lubascher, y karate don Toro y Rojas, entre otras actividades

Aunque lo que más le gustó a Vicente fue el vóleibol con los primos Grimalt, sigue pensando en dedicarse al ciclismo. Algo de herencia tiene. Su mamá Brenda se va a trabajar todos los días en bicicleta. "Y yo lo puedo apadrinar", agrega Paola Muñoz.

"Ya no somos deportistas de la foto, sino de carne y hueso apoyando e inculcando en los niños hábitos de vida saludables".

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