Si decide entrar al mundo del stand up comedy, sí o sí va a fracasar: habrá noches
en las que nadie se reirá de sus historias y se sentirá la persona más fome del
planeta. Pero si después de esas horribles experiencias sigue con ganas de ser
comediante, esto podría ser lo suyo.
"Si después de fracasar quieres seguir subiendo, ya sea para ir por tu revancha o para demostrar que eres mejor, es porque tienes el bicho adentro tuyo", define Andro Vukovic, quien tomó cursos con León Murillo, Jorge Alís y Luis Slimming.
A su juicio, sin embargo, la mejor preparación para ser standapero es en los llamados "micrófonos abiertos", donde cualquiera puede subir a un escenario y probar suerte. "No recomiendo los talleres. No hay nada que acredite su calidad, ni un 'Ministerio del Humor' que verifique cómo son. Todo lo que se necesita para aprender está en YouTube", sentencia Vukovic, quien actualmente se presenta en el ciclo "Festival de Comedia" en Gran Refugio todos los viernes y sábados.
Dicho eso, Bernardita Rufflnelli ofrece varios cursos de stand up comedy. Tiene matrículas abiertas para el nivel 1: son 12 clases de 2 horas una vez por semana que se dictan en el Escape Games de Providencia. ¿Precios? Varían según la modalidad (si es taller, seminario o coaching personalizado) y van desde $50.000 hasta $200.000.
"Con el taller te demoras menos en cometer errores. Lo elaboré pensando en todo lo que me habría gustado saber antes de tirarme al escenario. Ayuda a ver cómo evoluciona la comedia en forma colectiva y entras al circuito con una red de apoyo importante, con un grupo de confianza que hace mucho más fácil aprender a surfear el medio", dice Ruffinelli. Añade que no todos quienes toman el taller quieren ser comediantes de stand up: muchos sólo buscan vencer el temor a hablar en público o adquirir más cancha en la vida social. "No es una fábrica de gente chistosa; es un laboratorio para aprender a comunicarte desde un paradigma distinto y novedoso", afirma.
-¿Puede una persona fome volverse divertida tomando un curso?
-Alguien que quizás no sea de naturaleza muy festiva puede perfectamente aprender la técnica y elaborar un material gracioso, porque finalmente el stand up comedy es lo que tienes que decir y desde dónde lo planteas.
Entre los más célebres comediantes que se presentarán ahí está Felipe Izquierdo: a pesar de que ha pasado por diferentes tipos de comedia -películas, programas de TV dice que el stand up le permite improvisar más y genera un vértigo diferente.
-¿Cuál es el error más común de un principiante en el stand up?
-No vivir el escenario como una plataforma para convivir con el público a través de las historias o temáticas que plantea. El s tandapero debe encontrar una identidad en la manera cómo contar las situaciones y debe ser gracioso; debe concentrar el foco de atención por mucho rato, a veces más de una hora, y eso implica necesariamente ser gracioso, no se trata de aprenderse de memoria chistes.
-¿Es necesario prepararse con cursos o lecturas para hacer stand up comedy?
-Siempre es bueno estudiar de todo, leer mucho y atender la propia realidad en cuanto a la capacidad de transformar su vida en miles de anécdotas reconocibles y cotidianas. Quizás por la suerte de haber trabajado en radio por más de 20 años y vivir todos los días la realidad para transformarla en un cuento, yo tengo esa capacidad para resolver rápidamente de qué hablar.
-¿Cómo resolver eso?
-Recomiendo leer mucho, ser adicto a historia, filosofía y literatura universal, porque - a lo menos a mí me hace sentido- en la medida que más entiendes el comportamiento humano, puedes enriquecer más el análisis de la realidad presente, de este mundo 2020.
"Si después de fracasar quieres seguir subiendo, ya sea para ir por tu revancha o para demostrar que eres mejor, es porque tienes el bicho adentro tuyo", define Andro Vukovic, quien tomó cursos con León Murillo, Jorge Alís y Luis Slimming.
A su juicio, sin embargo, la mejor preparación para ser standapero es en los llamados "micrófonos abiertos", donde cualquiera puede subir a un escenario y probar suerte. "No recomiendo los talleres. No hay nada que acredite su calidad, ni un 'Ministerio del Humor' que verifique cómo son. Todo lo que se necesita para aprender está en YouTube", sentencia Vukovic, quien actualmente se presenta en el ciclo "Festival de Comedia" en Gran Refugio todos los viernes y sábados.
Dicho eso, Bernardita Rufflnelli ofrece varios cursos de stand up comedy. Tiene matrículas abiertas para el nivel 1: son 12 clases de 2 horas una vez por semana que se dictan en el Escape Games de Providencia. ¿Precios? Varían según la modalidad (si es taller, seminario o coaching personalizado) y van desde $50.000 hasta $200.000.
"Con el taller te demoras menos en cometer errores. Lo elaboré pensando en todo lo que me habría gustado saber antes de tirarme al escenario. Ayuda a ver cómo evoluciona la comedia en forma colectiva y entras al circuito con una red de apoyo importante, con un grupo de confianza que hace mucho más fácil aprender a surfear el medio", dice Ruffinelli. Añade que no todos quienes toman el taller quieren ser comediantes de stand up: muchos sólo buscan vencer el temor a hablar en público o adquirir más cancha en la vida social. "No es una fábrica de gente chistosa; es un laboratorio para aprender a comunicarte desde un paradigma distinto y novedoso", afirma.
-¿Puede una persona fome volverse divertida tomando un curso?
-Alguien que quizás no sea de naturaleza muy festiva puede perfectamente aprender la técnica y elaborar un material gracioso, porque finalmente el stand up comedy es lo que tienes que decir y desde dónde lo planteas.
Las lecciones de Izquierdo
En el Teatro C de Vitacura están sorprendidos: a tablero vuelto se han presentado sus ciclos "Microcomedia", donde comediantes con diversos niveles de fama hacen stand up comedy. "En momentos duros, como los que estamos viviendo en Chile, al parecer el humor es una buena salida para despejar la mente", teoriza Max Raide, uno de los socios fundadores del espacio. Según dice, la clave para un humorista hoy es no ser conservador en los relatos: "Está la sensación de que se puede hablar de todo, de cosas que antes hubiesen sido más complejas".Entre los más célebres comediantes que se presentarán ahí está Felipe Izquierdo: a pesar de que ha pasado por diferentes tipos de comedia -películas, programas de TV dice que el stand up le permite improvisar más y genera un vértigo diferente.
-¿Cuál es el error más común de un principiante en el stand up?
-No vivir el escenario como una plataforma para convivir con el público a través de las historias o temáticas que plantea. El s tandapero debe encontrar una identidad en la manera cómo contar las situaciones y debe ser gracioso; debe concentrar el foco de atención por mucho rato, a veces más de una hora, y eso implica necesariamente ser gracioso, no se trata de aprenderse de memoria chistes.
-¿Es necesario prepararse con cursos o lecturas para hacer stand up comedy?
-Siempre es bueno estudiar de todo, leer mucho y atender la propia realidad en cuanto a la capacidad de transformar su vida en miles de anécdotas reconocibles y cotidianas. Quizás por la suerte de haber trabajado en radio por más de 20 años y vivir todos los días la realidad para transformarla en un cuento, yo tengo esa capacidad para resolver rápidamente de qué hablar.
-¿Cómo resolver eso?
-Recomiendo leer mucho, ser adicto a historia, filosofía y literatura universal, porque - a lo menos a mí me hace sentido- en la medida que más entiendes el comportamiento humano, puedes enriquecer más el análisis de la realidad presente, de este mundo 2020.