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Becaron a chica tatuada de El discípulo del chef
Fue una llamada inesperada. "Me dijeron que me tenían una sorpresa. Pensé que se trataba de trabajo porque había postulado hace un par de meses a una pega en ese lugar", confiesa Paulina Figueroa, participante del equipo rojo -liderado por el chef español Sergi Arola- en el programa "El discípulo del chef".

La persona del teléfono llamaba de Inacap, institución que le ofreció una beca completa, por dos años, para estudiar gastronomía internacional. "Me puse a llorar. No me la creía. Esto es un sueño para mí. Siempre he querido estudiar, entonces que se me haya dado esta oportunidad fue increíble", añade la cocinera amateur, de 28 años, que fue una de las finalistas del espacio de cocina. "No es por desmerecer el premio del programa, porque la plata a veces ayuda mucho, pero también se acaba. Mi premio es mejor, mi educación, mi título, mi cartón, me durará por el resto de mi vida", reflexiona.

La beca es costo cero. Lo único que tendrá que comprar es el uniforme y materiales, en caso de necesitarlos. "También me van a ayudar con el tema de las fotocopias porque en la universidad se lee mucho", aclara Figueroa.

Sergi Arola celebró la noticia en su cuenta de Instagram. "Te lo mereces más que nadie, pequeña. No quepo en mí de orgullo!!!", posteó.

-¿Ya se inscribió, Paulina?
-Sí. Comienzo el 23 de marzo. Vespertino, porque necesito trabajar. Entro a clases a las 18 horas y salgo a las 22:30. Estoy muy feliz.

-¿Por qué cree que le dieron la beca?
-Yo les pregunté y me dijeron que los valores que mostré en "El discípulo..." son los mismos de la institución. Le conté al rector que jamás había estudiado cocina, que fue un propósito mío estudiar post programa: fotocopié libros y vi muchas recetas en YouTube. Llegar a la final fue mi esfuerzo.

-En su paso por el espacio de cocina mencionó varias veces a su abuelita. ¿Cómo está ella con la noticia?
-No lo puede creer. Toda mi familia esta muy orgullosa. Seré la primera de mi familia que irá a la universidad.

-Durante las grabaciones del programa vendía quequitos en el Metro. ¿Sigue con eso?
-No. En la época navideña vendí cola de mono y pan de pascua. Me fue re bien, pero sigo buscando trabajo.

Rifó su pechera

Una de las grandes confesiones de la chica tatuada (tiene en total 16 tatuajes. El primero se lo hizo a los 14 años y es un retrato tipo "rockabilly" de su bisabuela), ocurrió cuando se cortó el dedo rebanando un pepino. Cuando Sergi Arola, capitán de su equipo, le preguntó si estaba bien, ella respondió: "Me han pasado cosas peores, esto no es nada. Viví en un hogar de niños durante mi infancia, eso es peor", explicó sin entregar más detalles la cocinera de La Florida, que entre los 12 y 14 años estuvo en el Sename (Servicio Nacional de Menores). "Me tocó madurar a la fuerza. Menos mal mi abuelita me sacó de ese lugar".

Post programa ha organizado varias campañas en redes sociales. Una de ellas fue juntar regalos para los niños que viven en un hogar de menores llamado Padre Semería, ubicado en La Pintana. "Le trato de sacar provecho a la masividad que tengo en Instagram y así ayudar en temas sociales", dice Paulina.

-¿Qué le decían los niños?
-Les conté de mi experiencia y me comprometí con ellos, les dije que no me iba a desaparecer. Con la ayuda de unos amigos les llevamos un dj, un barbero y yo les cociné unas hamburguesas caseras.

En otra ocasión, sorteó la pechera que le entregaron en "El discípulo del chef". "Le pedí a la gente que donara cosas para ayudar a los damnificados de los incendios ocurridos en Valparaíso. Reunimos dinero y compramos alimentos no perecibles, mascarillas, útiles de aseo y guantes, que era lo que más se necesitaba", cierra Figueroa.

"Le trato de sacar provecho a la masividad que tengo en Instagram y así ayudar en temas sociales".

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