"Mucha gente, sin embargo, va a las urgencias hospitalarias para adelantar sus exámenes, sus resonancias, sus escáneres, porque saben que allí se los harán rápido, y porque seguramente pidieron hora en el mismo hospital (o en otro) y se la dieron para dos meses más", afirma el médico.
Para otras dolencias menos graves, sostiene Matute, existen el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) o el Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR), que son recintos de menor complejidad que suelen resolver los casos menos graves (ver infografía).
El médico explica que cada paciente tiene asignado el hospital más cercano a su domicilio. Si la dolencia excede las capacidades de ese recinto, la persona será trasladada al hospital de mayor complejidad de la macrozona o a un centro especialista en la patología.
Santiago está dividido en seis macrozonas: norte, sur, occidente, oriente, central y suroriente. Cada área tiene un hospital cabecilla que atiende los casos más complejos: San José, Barros Luco, San Juan de Dios, Salvador, ex Posta Central y Sótero del Río, respectivamente.
En caso de urgencias camino al trabajo o en vacaciones, agrega el doctor, el paciente será atendido en el recinto médico más cercano y luego será derivado al centro que le corresponda.
-¿Qué cosas suele ver en la urgencia del Barros Luco, doctor?
-Casi siempre vemos que el que más reclama es porque está menos grave. Está hablando, está gritando, está golpeando a alguien o rompiendo algo. El enfermo es muy obvio: está calladito, encogiéndose la guatita porque le duele mucho, está en un rincón. Cuando me asomo a una sala de espera y veo eso, digo "a ese paciente veámoslo rápido".
-¿Cómo funciona la urgencia de un hospital?
-Cuando los pacientes van a una urgencia hospitalaria son categorizados en base a un sistema internacional que se llama índice de Severidad de Emergencia (ESI, por sus siglas en inglés). Existen cinco categorías de riesgo: Cl, C2, C3, C4 y C5 (ver fichas).
-¿Qué debe hacer una persona categorizada como paciente leve?
-En lugar de esperar en el hospital, ese paciente puede dar aviso de que se retira y se va al Sapu o al centro más cercano a su domicilio, donde las atenciones suelen ser más ágiles. Allí le terminan haciendo el diagnóstico y en el caso de que finalmente requiera ir al hospital, lo terminarán derivando, que suele ser lo más infrecuente.
-Hablemos de casos concretos: una persona se fractura la muñeca y vive en Maipú. ¿Dónde tiene que ir?
-Al hospital de Maipú, porque la persona no sabe si tiene fractura en la muñeca o no. Ahora, si tiene el hueso afuera, tiene que ir a la urgencia más cercana. Pero si solo tiene una deformidad o dolor en la muñeca, porque se golpeó o cayó con la mano, en ese caso tiene que ir, ojalá, al hospital que corresponda, porque primero hay que hacer el diagnóstico.
-¿No le conviene mejor ir directo al hospital especialista, en este caso, el Traumatológico?
-Lo ideal es que una persona no llegue en primera instancia a estos centros especialistas, porque no se les dará la cobertura que requieren al inicio. Estos hospitales funcionan, la mayoría de las veces, como centros de derivación, es decir, reciben pacientes de otros recintos. No son hospitales que atienden de primera instancia, a pesar de que tienen urgencias. Es mejor que el paciente vaya a un consultorio primero antes de acudir a estos hospitales especialistas, porque se requiere el diagnóstico y luego se verá la derivación respectiva a la especialidad que corresponda.
-¿Cuáles son los principales hospitales especialistas de Santiago?
-El Traumatológico es uno que destaca. Ahora, si alguien llega con un infarto agudo al miocardio al Traumatológico, lo atenderán, pero lo despejarán rápidamente a otro centro, porque ellos no ven infartos. Otro ejemplo de hospital especialista es el Instituto de Neurocirugía. A este grupo también entra el Hospital del Tórax, que es especialista en patologías pulmonares y del corazón.