Dentro de las obligaciones que existen en un edificio, uno de los que pasa más
desapercibido es la limpieza del shaft de basura. Como individuo porfiado que va al
médico cuando no aguanta el dolor, el problema de los residuos sólo es tal cuando
ya es profundo.
"En el tema de los ductos, la administración sólo les pone atención cuando hay algún reclamo. Y ahí nos llaman urgente", comenta Soledad Arenas, gerente comercial de la empresa de aseo Comunidad Limpia.
"Algunos nos piden cotización y al año después nos llaman de nuevo para concretar. Como en su momento se fue el olor, les da lo mismo, pero no saben que tienen que limpiar igual", agrega.
Existen varias reglas con respecto al tratamiento de la basura residencial en edificios. De partida, botar todo en bolsa bien cerrada y usando ojala dos en caso de que tenga un líquido.
¿Por que?
"Por el golpe en las paredes del ducto. La bolsa se rompe y el material se desparrama en el ducto", explica Soledad Arenas.
Otra regla en pro de la buena convivencia es utilizar los espacios designados para vidrios y cartones, porque los primeros pueden cortar las manos de los empleados del edificio y los segundos suelen quedar atrapados en el ducto, obstruyendo el paso de la basura del resto de los vecinos.
Melissa Montiel, administradora de un edificio, advierte sobre la arena de gato sucia. "La arena es mucho peso para el sistema. La gente debería bajarla a la zona de basura, pero la tira por el ducto y pesa tanto que revienta las otras bolsas en la sala de basura", agrega la administradora.
Lo mismo ha visto Soledad Arenas, de Comunidad Limpia: "Cuando tiran la arena sanitaria el ducto queda pasado a orina de gato y contamina a todo el edificio".
Además, con el golpe revienta la basura y salpica a todos lados, incluso la muralla de la sala de basura, situación que empeora cuando este lugar no está construido como corresponde.
"Es ideal que la sala de basura tenga azulejos, pero en los edificios pintan nomás. Ahí se pega la grasa y es mas difícil mantener limpio el lugar", agrega Arenas.
"Cuando los residuos orgánicos bajan dentro de la bolsa plástica el proceso de descomposición queda contenido dentro de esa bolsa y termina en el relleno sanitario", asegura.
Sin embargo, cuando la gente bota la comida a granel o con la bolsa mal cerrada, el proceso ocurre en el tubo: la comida se pega, sobre todo la grasa.
"Ese residuo es el que se pega más fácil a las superficies y genera olores a descomposición un poco distintos a materiales vegetales. Las grasas se mantienen por más tiempo, son difíciles de degradar y son hidrofóbicas. Entonces por mucho que se lave con agua, no sale. Eso es muy complejo", agrega Curotto, biólogo y experto en reciclaje industrial.
A eso se suma la aparición de insectos y ratas por culpa de esos residuos que se van acumulando por el tiempo.
El proceso dura como mínimo una tarde en un edificio de una torre, aunque usualmente son trabajos por dos días.
"Nosotros evaluamos los niveles de complejidad de cada edificio, el nivel de suciedad, la cantidad de torres, número de ductos y salas de basura", explica.
Cualquier definición de tiempo de trabajo implica que durante ese período los shafts no estarán disponibles.
"Los precios parten en $358.000 en una comunidad de un edificio, en Santiago, con una sala de basura y una línea de shafts", comentan desde Comunidad Limpia.
"Es ideal que la sala de basura tenga azulejos, pero en los edificios pintan nomás"
"En el tema de los ductos, la administración sólo les pone atención cuando hay algún reclamo. Y ahí nos llaman urgente", comenta Soledad Arenas, gerente comercial de la empresa de aseo Comunidad Limpia.
"Algunos nos piden cotización y al año después nos llaman de nuevo para concretar. Como en su momento se fue el olor, les da lo mismo, pero no saben que tienen que limpiar igual", agrega.
Existen varias reglas con respecto al tratamiento de la basura residencial en edificios. De partida, botar todo en bolsa bien cerrada y usando ojala dos en caso de que tenga un líquido.
¿Por que?
"Por el golpe en las paredes del ducto. La bolsa se rompe y el material se desparrama en el ducto", explica Soledad Arenas.
Otra regla en pro de la buena convivencia es utilizar los espacios designados para vidrios y cartones, porque los primeros pueden cortar las manos de los empleados del edificio y los segundos suelen quedar atrapados en el ducto, obstruyendo el paso de la basura del resto de los vecinos.
Melissa Montiel, administradora de un edificio, advierte sobre la arena de gato sucia. "La arena es mucho peso para el sistema. La gente debería bajarla a la zona de basura, pero la tira por el ducto y pesa tanto que revienta las otras bolsas en la sala de basura", agrega la administradora.
Lo mismo ha visto Soledad Arenas, de Comunidad Limpia: "Cuando tiran la arena sanitaria el ducto queda pasado a orina de gato y contamina a todo el edificio".
Además, con el golpe revienta la basura y salpica a todos lados, incluso la muralla de la sala de basura, situación que empeora cuando este lugar no está construido como corresponde.
"Es ideal que la sala de basura tenga azulejos, pero en los edificios pintan nomás. Ahí se pega la grasa y es mas difícil mantener limpio el lugar", agrega Arenas.
El olor
Leonardo Curotto, gerente comercial de la empresa de gestión de residuos Arrigoni Ambiental, dice que es importante que las bolsas lanzadas por el ducto vayan perfectamente amarradas para que no se desprendan los residuos orgánicos, que son los que están detrás del problema de los olores."Cuando los residuos orgánicos bajan dentro de la bolsa plástica el proceso de descomposición queda contenido dentro de esa bolsa y termina en el relleno sanitario", asegura.
Sin embargo, cuando la gente bota la comida a granel o con la bolsa mal cerrada, el proceso ocurre en el tubo: la comida se pega, sobre todo la grasa.
"Ese residuo es el que se pega más fácil a las superficies y genera olores a descomposición un poco distintos a materiales vegetales. Las grasas se mantienen por más tiempo, son difíciles de degradar y son hidrofóbicas. Entonces por mucho que se lave con agua, no sale. Eso es muy complejo", agrega Curotto, biólogo y experto en reciclaje industrial.
A eso se suma la aparición de insectos y ratas por culpa de esos residuos que se van acumulando por el tiempo.
La limpieza
La recomendación es limpiar el shaft del edificio cada seis meses. "Cuando vamos a un lugar se hace una visita técnica para evaluar las condiciones de los ductos y de la sala de basura, que es donde llega lo que tira la gente", cuenta Soledad Arenas de Comunidad Limpia.El proceso dura como mínimo una tarde en un edificio de una torre, aunque usualmente son trabajos por dos días.
"Nosotros evaluamos los niveles de complejidad de cada edificio, el nivel de suciedad, la cantidad de torres, número de ductos y salas de basura", explica.
Cualquier definición de tiempo de trabajo implica que durante ese período los shafts no estarán disponibles.
"Los precios parten en $358.000 en una comunidad de un edificio, en Santiago, con una sala de basura y una línea de shafts", comentan desde Comunidad Limpia.
"Es ideal que la sala de basura tenga azulejos, pero en los edificios pintan nomás"