Mientras estaba inconsciente en la Unidad de Tratamientos Intensivos (UT l) de la
Clínica Alemana, Francisca García-Huidobro (46) recuerda que "como estaba media
inconsciente y dopada, cuando me estaban poniendo un catéter, yo pensaba que me
estaban microfoneando para el programa. Les decía: N o, ahí no va el sono ". Este
lunes la animadora volvió a tomar un micrófono de verdad en su vuelta a trabajar a
"Sigamos de largo" tras 23 días internada por una insuficiencia renal severa que se
complicó por una bacteria.
Llegó manejando a Canal 13, pasadas las 14 horas. Entró a su camarín y se vistió con su típica bata negra que tiene su nombre bordado. Sentada frente al espejo, dejándose maquillar, parecía la de siempre. Al comenzar a hablar hay en ella ciertas notas de fragilidad.
Su voz se quiebra a ratos cuando cuenta que "lo que pasé fue súper súper grave. Joaquín (su hijo de 14 años) tuvo esa sensación de que yo me podía morir, que creo debe haber sido un momento súper complicado, por suerte estaba su papá (Julio César Rodríguez). Ver a tu mamá llena de cables, con muchos doctores... pero bueno, ya sabe que estoy sana, de alta y, que si necesito ayuda la voy a pedir".
-¿En qué estuvo los días después de que la dieron de alta?
-He salido muy poco, sólo a hacerme controles y cosas médicas. No fui al estadio (es hincha de la Católica). Lo que sí he tratado de dormir harto, alimentarme bien, porque tengo una anemia que no hemos terminado de evaluar y también tengo un cálculo en el riñón que está estancado y antes de que caiga hay que programar una operación (laparoscópica) para sacarlo.
-¿Cómo trata la anemia?
-Estoy en un régimen de engorda, porque salí con 47 kilos de la clínica, que me tiene bien descompuesta porque yo no estoy acostumbrada a comer tanto, pero le estoy poniendo harto pino. Tengo que comer mucha carne, ensaladas verdes y harto chocolate.
-¿Físicamente cómo se siente en esta vuelta a trabajar?
-En la clínica me hacían hacer ejercicios porque uno queda con las patas de lana, entonces me mareaba cuando llegué a mi casa, los escalones eran súper difíciles para mí, tenía que afirmarme para subirlos. He hecho ejercicios para fortalecer las piernas como subir y bajar las escaleras de la casa y ya estoy caminando derechita. También me dieron permiso para manejar.
-¿Pero recuperará la energía?
-Soy como bien polilla, en Chilevisión varias veces hice "Primer plano" con fiebre y nadie se dio cuenta. Confío en mi capacidad de que cuando se prenden las cámaras y las luces me prendo igual. Además, esta vuelta me parece una súper buena entrada antes de partir con el Festival (estará animando el lanzamiento y en un franjeado).
-¿Qué lecciones saca después de lo que vivió?
-He pensado que tengo mucha suerte, que si no tuviera los recursos y la familia que tengo no la cuento, que si mi familia hubiera aguantado mi tozudez podría no estar viva, que me tengo que cuidar más, que no puedo hacer que mi familia, mi hijo, mis amigos y la gente que quiero pase más sustos. Tenía una cadena de gente llorándome, tengo que ser un poco más responsable.
-Hay gente que cambia después de tener estas experiencias...
-No creo mucho en eso, creo que los cambios son internos. Uno sigue siendo quien uno es, ahora no me puse dulce ni amorosa porque estuve a punto de morir. Por suerte mi sentido del humor no me lo operaron.
Media hora después de la entrevista, ya en el set de grabación de "Sigamos de largo", su compañero Sergio Lagos la presenta en su vuelta. Ahí Fran comprueba que como dijo sí es una polilla: vuelve con la talla negra, se ríe fuerte y pareciera ser la misma dama de hierro de siempre.
Llegó manejando a Canal 13, pasadas las 14 horas. Entró a su camarín y se vistió con su típica bata negra que tiene su nombre bordado. Sentada frente al espejo, dejándose maquillar, parecía la de siempre. Al comenzar a hablar hay en ella ciertas notas de fragilidad.
Su voz se quiebra a ratos cuando cuenta que "lo que pasé fue súper súper grave. Joaquín (su hijo de 14 años) tuvo esa sensación de que yo me podía morir, que creo debe haber sido un momento súper complicado, por suerte estaba su papá (Julio César Rodríguez). Ver a tu mamá llena de cables, con muchos doctores... pero bueno, ya sabe que estoy sana, de alta y, que si necesito ayuda la voy a pedir".
-¿En qué estuvo los días después de que la dieron de alta?
-He salido muy poco, sólo a hacerme controles y cosas médicas. No fui al estadio (es hincha de la Católica). Lo que sí he tratado de dormir harto, alimentarme bien, porque tengo una anemia que no hemos terminado de evaluar y también tengo un cálculo en el riñón que está estancado y antes de que caiga hay que programar una operación (laparoscópica) para sacarlo.
-¿Cómo trata la anemia?
-Estoy en un régimen de engorda, porque salí con 47 kilos de la clínica, que me tiene bien descompuesta porque yo no estoy acostumbrada a comer tanto, pero le estoy poniendo harto pino. Tengo que comer mucha carne, ensaladas verdes y harto chocolate.
-¿Físicamente cómo se siente en esta vuelta a trabajar?
-En la clínica me hacían hacer ejercicios porque uno queda con las patas de lana, entonces me mareaba cuando llegué a mi casa, los escalones eran súper difíciles para mí, tenía que afirmarme para subirlos. He hecho ejercicios para fortalecer las piernas como subir y bajar las escaleras de la casa y ya estoy caminando derechita. También me dieron permiso para manejar.
-¿Pero recuperará la energía?
-Soy como bien polilla, en Chilevisión varias veces hice "Primer plano" con fiebre y nadie se dio cuenta. Confío en mi capacidad de que cuando se prenden las cámaras y las luces me prendo igual. Además, esta vuelta me parece una súper buena entrada antes de partir con el Festival (estará animando el lanzamiento y en un franjeado).
-¿Qué lecciones saca después de lo que vivió?
-He pensado que tengo mucha suerte, que si no tuviera los recursos y la familia que tengo no la cuento, que si mi familia hubiera aguantado mi tozudez podría no estar viva, que me tengo que cuidar más, que no puedo hacer que mi familia, mi hijo, mis amigos y la gente que quiero pase más sustos. Tenía una cadena de gente llorándome, tengo que ser un poco más responsable.
-Hay gente que cambia después de tener estas experiencias...
-No creo mucho en eso, creo que los cambios son internos. Uno sigue siendo quien uno es, ahora no me puse dulce ni amorosa porque estuve a punto de morir. Por suerte mi sentido del humor no me lo operaron.
Media hora después de la entrevista, ya en el set de grabación de "Sigamos de largo", su compañero Sergio Lagos la presenta en su vuelta. Ahí Fran comprueba que como dijo sí es una polilla: vuelve con la talla negra, se ríe fuerte y pareciera ser la misma dama de hierro de siempre.