Entre quitasoles, flotadores, parlantes e incluso uno que otro melón con vino se
reunieron manifestantes en la playa de Reñaca desde el mediodía de este domingo.
El objetivo fue replicar la convocatoria realizada en noviembre de 2019, donde
mucha gente llegó hasta los distintos sectores del balneario, lo que terminó con un
ciudadano norteamericano disparando a los manifestantes, hiriendo a uno en la
pierna. Como una forma de prevenir cualquier atisbo de desmán, también llegaron
cientos de Carabineros, y efectivos de la PDI, quienes realizaron masivos controles
de identidad. Todo el contingente, además, estuvo apoyado por drones que recorrían
los sectores de punta a cabo. Pero nada de eso fue necesario, porque a la playa
llegaron veraneantes y, como mucho, pacíficos manifestantes que se dedicaron a
escuchar música y, de vez en cuando, darse un chapuzón.
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