Su rostro irreconocible, su cráneo aplastado y su pierna más hábil con la pantorrilla
destrozada. La estatua de Alexis Sánchez, en la plaza O'Higgins de Tocopilla, fue
destruida en la madrugada de este lunes.
"Espero que la cuiden", dijo Alexis cuando la estatua, creada por Marco Vergara, se inauguró en marzo de 2017. No lo escucharon mucho. "Alexis Sánchez para nosotros es un símbolo, un joven talentoso, un ejemplo a nivel nacional y querido en todo el mundo", se lamenta Luis Moyano, alcalde de Tocopilla. "Hice la denuncia y ahora la policía tendrá que cumplir su rol", agrega.
Es la tercera estatua vandalizada en la ciudad: se suma al busto de Bernardo O'Higgins y otra dedicada a Manuel "Colo Colo" Muñoz, insigne jugador de la década de los 50. No hubo mensajes reivindicativos junto al destrozado Alexis. Los responsables aún no son identificados.
Para Rodrigo Cauas, sicólogo y docente del mágister de Entrenamiento Deportivo de la Universidad Mayor, este acto "resulta ilógico". "Más que algo ideológico contra Alexis, me parece que esto es producto de algo anarquista, de un grupo que destruye todo hoy en día, independiente de quien sea. Resulta ilógico, cuesta entender, porque Alexis es el modelo de un niño bueno, cabro chico, que siempre ha sido bajo perfil, no declara muchas cosas, no cambió mucho con la fama ni ostenta tanto, a diferencia de otros jugadores. Si hubiera que tomar alguien para irse en contra a lo mejor tendría que ser Arturo Vidal, pero no Alexis", asegura Cauas.
"Es muy posible que no haya sido contra Alexis propiamente tal", advierte Daniel Chernilo, director del doctorado en Procesos e Instituciones Políticas de la Universidad Adolfo Ibáñez. Según él, habría que tener en cuenta que en noviembre botaron la estatua de Pedro de Valdivia en Concepción y que el 31 de diciembre trataron de derribar al General Baquedano en Plaza Italia.
"También es posible que esto haya estado vinculado con lo que pasó en la PSU, con un grupo de jóvenes que han tomado ciertas acciones para generar la idea de la no vuelta a la normalidad. Botar estatuas se ha transformado en un símbolo de reivindicación y en el caso de Alexis no tiene mucho sentido porque no es una figura opresora. En este caso el que bota una estatua además adquiere una cierta autoridad simbólica sobre el lugar. Además, no es lo mismo la estatua de un desconocido que del futbolista chileno más importante en los últimos diez años y que eso resuene internacionalmente", agrega Chernilo, doctor en sociología de la Universidad de Warwick.
-¿Y si fue contra él?
-Esa posibilidad la atribuyo a la situación muy polarizada, a la exigencia de esperar que la gente se declare a favor o en contra de las movilizaciones. Alexis nunca habla mucho y sus declaraciones no fueron muy comprometidas con las demandas. Desde grupos más radicalizados se puede leer como una declaración tibia, aunque es consistente con su perfil, de alguien que opina poco y su compromiso más se vincula a campañas sociales.
Según Bernardo Guerrero, sociólogo y doctor en ciencias socioculturales de la Universidad Libre de Ámsterdam, asegura que estos actos se enmarcan en una hipersensibilidad que domina el escenario actual. "Estos monumentos representan una idea de nación que está siendo cuestionada. Hay una hipersensibilidad, estamos en blanco o negro en estos momentos. Y Alexis es un chico dócil, que representa esta idea de respetar a la autoridad y que el presidente sabrá lo que tiene que hacer", dice el docente de la Universidad Arturo Prat.
"Espero que la cuiden", dijo Alexis cuando la estatua, creada por Marco Vergara, se inauguró en marzo de 2017. No lo escucharon mucho. "Alexis Sánchez para nosotros es un símbolo, un joven talentoso, un ejemplo a nivel nacional y querido en todo el mundo", se lamenta Luis Moyano, alcalde de Tocopilla. "Hice la denuncia y ahora la policía tendrá que cumplir su rol", agrega.
Es la tercera estatua vandalizada en la ciudad: se suma al busto de Bernardo O'Higgins y otra dedicada a Manuel "Colo Colo" Muñoz, insigne jugador de la década de los 50. No hubo mensajes reivindicativos junto al destrozado Alexis. Los responsables aún no son identificados.
Para Rodrigo Cauas, sicólogo y docente del mágister de Entrenamiento Deportivo de la Universidad Mayor, este acto "resulta ilógico". "Más que algo ideológico contra Alexis, me parece que esto es producto de algo anarquista, de un grupo que destruye todo hoy en día, independiente de quien sea. Resulta ilógico, cuesta entender, porque Alexis es el modelo de un niño bueno, cabro chico, que siempre ha sido bajo perfil, no declara muchas cosas, no cambió mucho con la fama ni ostenta tanto, a diferencia de otros jugadores. Si hubiera que tomar alguien para irse en contra a lo mejor tendría que ser Arturo Vidal, pero no Alexis", asegura Cauas.
"Es muy posible que no haya sido contra Alexis propiamente tal", advierte Daniel Chernilo, director del doctorado en Procesos e Instituciones Políticas de la Universidad Adolfo Ibáñez. Según él, habría que tener en cuenta que en noviembre botaron la estatua de Pedro de Valdivia en Concepción y que el 31 de diciembre trataron de derribar al General Baquedano en Plaza Italia.
"También es posible que esto haya estado vinculado con lo que pasó en la PSU, con un grupo de jóvenes que han tomado ciertas acciones para generar la idea de la no vuelta a la normalidad. Botar estatuas se ha transformado en un símbolo de reivindicación y en el caso de Alexis no tiene mucho sentido porque no es una figura opresora. En este caso el que bota una estatua además adquiere una cierta autoridad simbólica sobre el lugar. Además, no es lo mismo la estatua de un desconocido que del futbolista chileno más importante en los últimos diez años y que eso resuene internacionalmente", agrega Chernilo, doctor en sociología de la Universidad de Warwick.
-¿Y si fue contra él?
-Esa posibilidad la atribuyo a la situación muy polarizada, a la exigencia de esperar que la gente se declare a favor o en contra de las movilizaciones. Alexis nunca habla mucho y sus declaraciones no fueron muy comprometidas con las demandas. Desde grupos más radicalizados se puede leer como una declaración tibia, aunque es consistente con su perfil, de alguien que opina poco y su compromiso más se vincula a campañas sociales.
Según Bernardo Guerrero, sociólogo y doctor en ciencias socioculturales de la Universidad Libre de Ámsterdam, asegura que estos actos se enmarcan en una hipersensibilidad que domina el escenario actual. "Estos monumentos representan una idea de nación que está siendo cuestionada. Hay una hipersensibilidad, estamos en blanco o negro en estos momentos. Y Alexis es un chico dócil, que representa esta idea de respetar a la autoridad y que el presidente sabrá lo que tiene que hacer", dice el docente de la Universidad Arturo Prat.