En el Paradero 14 de La Florida se cruzan dos de las avenidas más importantes de
Santiago: Vicuña Mackenna, que recorre de Puente Alto a Santiago Centro, y Américo
Vespucio, que involucra a Maipú, Lo Espejo, La Granja, La Pintana, La Florida, Ñuñoa,
Macul, San Joaquín y Peñalolén.
En hora punta mañana, solo entre las 7:30 y las 9:30 horas circulan hacia el centro más de 4.000 vehículos por Vicuña Mackenna.
Por eso, para las personas que transitan por ese sector, los daños producidos después del estallido social del 18 de octubre han ocasionado un enorme problema por la fluidez del tránsito.
Así lo retrata Paulina Yáñez, de 22 años, quien vive a un costado del metro Vicente Valdés, en La Florida, y diariamente debe tomar micro en Vicuña Mackenna para dirigirse a su universidad: "En las mañanas es muy complicado cruzar en ese paradero porque, donde hay gran cantidad de autos que no son solo de la comuna, la concordancia para que los peatones puedan pasar se hace bastante difícil. Se pierde mucho tiempo. En mi caso, pasé de demorarme 10 minutos en tomar el bus a unos 18 minutos, es decir, casi el doble", cuenta.
El director de tránsito de la municipalidad de La Florida, Mario Chávez, explica que "la primera vez que hubo incidentes en el paradero 14, el 18 de octubre pasado, fueron asuntos menores, así que se solucionaron rápido. Pero después de tres días el sector ya estaba vandalizado otra vez. El viernes 13 de diciembre se provocaron nuevas protestas y ahí lo destruyeron por completo. Si lo asimiláramos al choque de un auto, la pérdida fue total".
Sin contar la zona de Plaza Italia, el Paradero 14 de La Florida contempla la inversión más alta de todas las intersecciones afectadas en la Región Metropolitana, que considera a las comunas Estación Central, La Florida, Lo Prado, Providencia, Quilicura, Recoleta, San Joaquín y Santiago. "Se priorizaron especialmente los ejes Alameda y Vicuña Mackenna, por su injerencia en el trazado y la importancia en el traslado a diario de miles de familias", especifica el Minvu.
"Este plan se concentra en reparar postes, fabricar lámparas, hacer canalizaciones, recomponer el cableado, levantar semáforos, recuperando su controlador, que es como su corazón porque es lo que le da los tiempos. Es lo que más tarda, puesto que se le realiza una prueba en laboratorios", explica Chávez, quien agrega que "llevamos trabajando cerca de un mes en el tema y estamos esperando la mejor oportunidad para volver a generar el encendido".
En tanto, Monckeberg enfatiza que "nos hemos hecho cargo, desde un inicio, de recuperar la seguridad de los peatones y cruces viales. Por eso, los semáforos se transformaron en un tema prioritario y urgente, donde hoy estamos avanzando en los ejes principales de Santiago. Entendemos la urgencia que se exige en la reparación, pero cada contrato contempla un plazo entre 30 y 70 días, y se ha ido cumpliendo según lo pronosticado".
Según Mario Chávez, el avance de los trabajos en la zona es del 60% en la actualidad.
Chávez detalla que en el sector existían 31 postes de semáforos, con sus respectivas lámparas direccionales, además de tres paraderos y 30 señales de tránsito, sumados a cuatro estaciones de trasbordo del Metro.
Miranda, quien además es académico de U. Tecnológica Metropolitana (Utem), destaca que, por la gran cantidad de mobiliario público existente en la zona, "su reparación debe ser muy costosa y lenta".
Ariel López, magíster en urbanismo e investigador del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios, destaca que "hay que considerar que Vicuña Mackenna con Américo Vespucio es un subcentro consolidado de Santiago, es el centro funcional de La Florida y es entendible que ahí donde se concentra lo político administrativo y comercial también se aglutinen protestas".
Además, plantea que el problema de circulación en estas vías viene "desde que La Florida fue segregada físicamente por la Autopista Vespucio Sur, por tanto todo el flujo entre ambos lados se concentra en los puentes que cruzan Américo Vespucio, siendo Vicuña Mackenna uno de los pasos más importantes entre los dos lados de la autopista".
En hora punta mañana, solo entre las 7:30 y las 9:30 horas circulan hacia el centro más de 4.000 vehículos por Vicuña Mackenna.
Por eso, para las personas que transitan por ese sector, los daños producidos después del estallido social del 18 de octubre han ocasionado un enorme problema por la fluidez del tránsito.
Así lo retrata Paulina Yáñez, de 22 años, quien vive a un costado del metro Vicente Valdés, en La Florida, y diariamente debe tomar micro en Vicuña Mackenna para dirigirse a su universidad: "En las mañanas es muy complicado cruzar en ese paradero porque, donde hay gran cantidad de autos que no son solo de la comuna, la concordancia para que los peatones puedan pasar se hace bastante difícil. Se pierde mucho tiempo. En mi caso, pasé de demorarme 10 minutos en tomar el bus a unos 18 minutos, es decir, casi el doble", cuenta.
El director de tránsito de la municipalidad de La Florida, Mario Chávez, explica que "la primera vez que hubo incidentes en el paradero 14, el 18 de octubre pasado, fueron asuntos menores, así que se solucionaron rápido. Pero después de tres días el sector ya estaba vandalizado otra vez. El viernes 13 de diciembre se provocaron nuevas protestas y ahí lo destruyeron por completo. Si lo asimiláramos al choque de un auto, la pérdida fue total".
Reparación de daños
El gobierno, a través del ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), anunció en noviembre un plan de recuperación de espacios públicos para reparar los daños ocasionados en diferentes intersecciones de Santiago como producto de actos vandálicos. "Este plan contempla una inversión nacional superior a los $10.000 millones e incluye la reparación de mobiliario urbano, semáforos, áreas verdes, pavimentos, vallas y señaléticas", afirman desde el ministerio.Sin contar la zona de Plaza Italia, el Paradero 14 de La Florida contempla la inversión más alta de todas las intersecciones afectadas en la Región Metropolitana, que considera a las comunas Estación Central, La Florida, Lo Prado, Providencia, Quilicura, Recoleta, San Joaquín y Santiago. "Se priorizaron especialmente los ejes Alameda y Vicuña Mackenna, por su injerencia en el trazado y la importancia en el traslado a diario de miles de familias", especifica el Minvu.
"Este plan se concentra en reparar postes, fabricar lámparas, hacer canalizaciones, recomponer el cableado, levantar semáforos, recuperando su controlador, que es como su corazón porque es lo que le da los tiempos. Es lo que más tarda, puesto que se le realiza una prueba en laboratorios", explica Chávez, quien agrega que "llevamos trabajando cerca de un mes en el tema y estamos esperando la mejor oportunidad para volver a generar el encendido".
En tanto, Monckeberg enfatiza que "nos hemos hecho cargo, desde un inicio, de recuperar la seguridad de los peatones y cruces viales. Por eso, los semáforos se transformaron en un tema prioritario y urgente, donde hoy estamos avanzando en los ejes principales de Santiago. Entendemos la urgencia que se exige en la reparación, pero cada contrato contempla un plazo entre 30 y 70 días, y se ha ido cumpliendo según lo pronosticado".
Según Mario Chávez, el avance de los trabajos en la zona es del 60% en la actualidad.
Mobiliario público
Álvaro Miranda, doctor en Gestión de la Infraestructura del Transporte y del Territorio de la U. Politécnica de Cataluña, explica que la relevancia del Paradero 14 "es que se trata de un cruce bastante grande, que tiene muchos semáforos compuestos por varios cabezales, que son las cajas que contienen tres luces o dos en el caso de los peatonales. Además, es muy concurrido, ya que tiene dos de las avenidas más importantes de la Región Metropolitana. Es un cruce en el que hay que invertir mucho dinero para dejarlo debidamente equipado desde el punto de vista de gestión de tránsito".Chávez detalla que en el sector existían 31 postes de semáforos, con sus respectivas lámparas direccionales, además de tres paraderos y 30 señales de tránsito, sumados a cuatro estaciones de trasbordo del Metro.
Miranda, quien además es académico de U. Tecnológica Metropolitana (Utem), destaca que, por la gran cantidad de mobiliario público existente en la zona, "su reparación debe ser muy costosa y lenta".
Ariel López, magíster en urbanismo e investigador del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios, destaca que "hay que considerar que Vicuña Mackenna con Américo Vespucio es un subcentro consolidado de Santiago, es el centro funcional de La Florida y es entendible que ahí donde se concentra lo político administrativo y comercial también se aglutinen protestas".
Además, plantea que el problema de circulación en estas vías viene "desde que La Florida fue segregada físicamente por la Autopista Vespucio Sur, por tanto todo el flujo entre ambos lados se concentra en los puentes que cruzan Américo Vespucio, siendo Vicuña Mackenna uno de los pasos más importantes entre los dos lados de la autopista".