¿Le pasa que cuando recorre Santiago en auto se encuentra con que ciclovías son
muy distintas unas de otras? Con el fin de unificar el estándar en el diseño y
construcción de esas vías exclusivas para modos de transportes no motorizados,
como las bicicletas y los scooters, el ministerio de Transportes y
Telecomunicaciones (MTT) elaboró un método simplificado para su construcción.
La "Guía de composición y diseño operacional de ciclovías" (https://bit.ly/37n0SpA), de 43 páginas, fue elaborada por la Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra) y será enviada el lunes a los municipios y gobiernos regionales del país.
Según el MT T, actualmente en Chile "existen 734 kilómetros de ciclovías construidas", de los cuales 339 km se ubican en la zona urbana de la Región Metropolitana, y se proyecta que "se superarán los mil kilómetros a nivel nacional en los próximos años".
Gisêle Labarthe, magíster en ingeniería civil con mención en transporte y secretaria ejecutiva de Sectra, explica que, de los distintos requisitos establecidos en esta guía, "el más relevante es el grado de protección o riesgo al que se verán enfrentados los ciclistas una vez que se materialice el proyecto".
Lo anterior significa "adoptar las decisiones de direccionalidad y emplazamiento, intentando minimizar los potenciales conflictos a los que se podrán ver enfrentados los ciclistas, y utilizar de manera adecuada la semaforización y la demarcación, de manera de establecer reglas de circulación que no pongan en peligro a ningún usuario de la vía".
A eso se suman los anchos necesarios para una circulación segura, "superficies que permitan un desplazamiento cómodo y sin elementos que puedan provocar caídas (como las rejillas de aguas lluvias, por ejemplo), el uso de segregación adecuada para las condiciones de circulación de la vía; y que se vinculen con el resto del sistema vial, en particular con la red de ciclovías existentes en la ciudad".
Según el documento, en el caso de las unidireccionales (donde los ciclos circulan en un solo sentido y en el mismo que los vehículos motorizados) "el ancho aceptable es entre 1,5 y 1,8 metros. Se debe tener en consideración que si la ciclovía posee 1,5 metros en toda su extensión se harán más complejas las maniobras de adelantamiento, por lo que es muy recomendable utilizar el mayor ancho posible. No se recomienda generar ciclovías unidireccionales de más de 1,8 m, puesto que tientan a ser utilizadas como bidireccionales (donde los ciclos circulan en ambos sentido de la pista)".
Para ciclovías bidireccionales, "el ancho recomendado es de 2,4 metros".
No obstante, en situaciones de excepción "se podrán aceptar anchos menores a los señalados, que en ningún caso serán menores a 1,2 m para ciclovías unidireccionales y 2,0 m para ciclovías bidireccionales".
Según comenta Ricardo Hurtubia, PhD en matemáticas y magíster en ciencias de la ingeniería, mención Transporte, "la situación ideal siempre será una ciclovía unidireccional ubicada por el lado derecho de la vía por donde circulan los automóviles, porque es más segura tanto para los ciclistas como para los conductores, ya que ambos pueden intuir de mejor forma los posibles movimientos de cada uno".
"Sin embargo, también puede funcionar bien una ciclovía bidireccional ubicada a la izquierda de la vía, siempre y cuando los ciclos se muevan en la misma dirección que los autos, como ocurre actualmente en la de Ricardo Lyon, en Providencia".
Hurtubia, quien es académico de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Ingeniería en Transporte de la UC, destaca que la guía promueva utilizar un trozo de la calzada destinado a los automóviles para transformarla en vía exclusiva para ciclos, "debido a que el espacio en la ciudad no es infinito. Se le pueden sacar 70 cm a esa posta y los vehículos pueden seguir transitando".
¿En qué experiencia se basaron para elaborar las recomendaciones de esta guía? Labarthe precisa que siempre se están revisando referencias internacionales, como el manual holandés Crow o el Nacional Association of City Transportation Officials (Nacto) de EE.UU.
Pero "para la confección de esta guía nos fijamos mucho más en la experiencia nacional acumulada" tanto en organismos públicos como privados.
La titular del MT T, Gloria Hutt, destacó que este manual servirá para gestionar ciclovías de manera más expedita, lo que consideró relevante porque "el 53% de los fallecidos en siniestros de tránsito son los usuarios más vulnerables, es decir, los peatones, ciclistas y motociclistas". Según sus cifras, en 2018 fallecieron 85 ciclistas, mientras que en 3.907 accidentes ocurridos ese año estuvo presente una bicicleta.
La "Guía de composición y diseño operacional de ciclovías" (https://bit.ly/37n0SpA), de 43 páginas, fue elaborada por la Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra) y será enviada el lunes a los municipios y gobiernos regionales del país.
Según el MT T, actualmente en Chile "existen 734 kilómetros de ciclovías construidas", de los cuales 339 km se ubican en la zona urbana de la Región Metropolitana, y se proyecta que "se superarán los mil kilómetros a nivel nacional en los próximos años".
Gisêle Labarthe, magíster en ingeniería civil con mención en transporte y secretaria ejecutiva de Sectra, explica que, de los distintos requisitos establecidos en esta guía, "el más relevante es el grado de protección o riesgo al que se verán enfrentados los ciclistas una vez que se materialice el proyecto".
Lo anterior significa "adoptar las decisiones de direccionalidad y emplazamiento, intentando minimizar los potenciales conflictos a los que se podrán ver enfrentados los ciclistas, y utilizar de manera adecuada la semaforización y la demarcación, de manera de establecer reglas de circulación que no pongan en peligro a ningún usuario de la vía".
A eso se suman los anchos necesarios para una circulación segura, "superficies que permitan un desplazamiento cómodo y sin elementos que puedan provocar caídas (como las rejillas de aguas lluvias, por ejemplo), el uso de segregación adecuada para las condiciones de circulación de la vía; y que se vinculen con el resto del sistema vial, en particular con la red de ciclovías existentes en la ciudad".
Todas las medidas
Entre los datos que entrega la guía están las precisiones de tamaño de las ciclovías.Según el documento, en el caso de las unidireccionales (donde los ciclos circulan en un solo sentido y en el mismo que los vehículos motorizados) "el ancho aceptable es entre 1,5 y 1,8 metros. Se debe tener en consideración que si la ciclovía posee 1,5 metros en toda su extensión se harán más complejas las maniobras de adelantamiento, por lo que es muy recomendable utilizar el mayor ancho posible. No se recomienda generar ciclovías unidireccionales de más de 1,8 m, puesto que tientan a ser utilizadas como bidireccionales (donde los ciclos circulan en ambos sentido de la pista)".
Para ciclovías bidireccionales, "el ancho recomendado es de 2,4 metros".
No obstante, en situaciones de excepción "se podrán aceptar anchos menores a los señalados, que en ningún caso serán menores a 1,2 m para ciclovías unidireccionales y 2,0 m para ciclovías bidireccionales".
Según comenta Ricardo Hurtubia, PhD en matemáticas y magíster en ciencias de la ingeniería, mención Transporte, "la situación ideal siempre será una ciclovía unidireccional ubicada por el lado derecho de la vía por donde circulan los automóviles, porque es más segura tanto para los ciclistas como para los conductores, ya que ambos pueden intuir de mejor forma los posibles movimientos de cada uno".
"Sin embargo, también puede funcionar bien una ciclovía bidireccional ubicada a la izquierda de la vía, siempre y cuando los ciclos se muevan en la misma dirección que los autos, como ocurre actualmente en la de Ricardo Lyon, en Providencia".
Hurtubia, quien es académico de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Ingeniería en Transporte de la UC, destaca que la guía promueva utilizar un trozo de la calzada destinado a los automóviles para transformarla en vía exclusiva para ciclos, "debido a que el espacio en la ciudad no es infinito. Se le pueden sacar 70 cm a esa posta y los vehículos pueden seguir transitando".
¿En qué experiencia se basaron para elaborar las recomendaciones de esta guía? Labarthe precisa que siempre se están revisando referencias internacionales, como el manual holandés Crow o el Nacional Association of City Transportation Officials (Nacto) de EE.UU.
Pero "para la confección de esta guía nos fijamos mucho más en la experiencia nacional acumulada" tanto en organismos públicos como privados.
La titular del MT T, Gloria Hutt, destacó que este manual servirá para gestionar ciclovías de manera más expedita, lo que consideró relevante porque "el 53% de los fallecidos en siniestros de tránsito son los usuarios más vulnerables, es decir, los peatones, ciclistas y motociclistas". Según sus cifras, en 2018 fallecieron 85 ciclistas, mientras que en 3.907 accidentes ocurridos ese año estuvo presente una bicicleta.