Desde la Navidad que no cae nieve en la península antártica y el 6 de febrero la base
Esperanza midió 18,3 grados. Eso ha convertido a las bases de bahía Fildes en un
peladero y hasta han florecido vegetales. "Esto es como un paisaje del norte chileno",
describe el profesor e investigador Juan Francisco Salazar, de la University Western
Sydney de Australia y quien cumple su sexta visita a la Antártica.
¿Qué está pasando? El mundo científico sospecha de la crisis climática, pero necesita más tiempo para sus respuestas.
Marcelo Leppe, doctor en Ciencias Biológicas y director del Instituto Antártico Chileno (Inach), dice que lo que ocurre en ese continente no está desvinculado de lo que sucede en todo el mundo, aunque esté rodeado de la corriente circumpolar antártica, la más fuerte del mundo y que influye en todo el planeta, incluso en la atmósfera.
"El continente antártico ejerce un enorme efecto regulador del clima mundial y, por lo tanto, lo que le ocurra, tiene que ser preocupación de todos", dice.
Recuerda que en marzo del 2015 se registraron 17,5 grados, aunque el derretimiento que ocasionó ese fenómeno no alcanzó a borrar el color blanco del lugar.
Según Leppe, los derretimientos de glaciares aportan más agua dulce a los océanos y con ello baja la salinidad, lo que afecta al kril y a los pingüinos, por ejemplo. No sólo eso, también se acidifica el ambiente, lo que perjudica a los moluscos.
Se trató de un viento catabático (un tipo de viento descendente) con efecto Foehn. Es decir, rachas que bajaron y encontraron obstáculos, como cumbres, y "descendieron con características cálidas".
A medida que el viento baja a gran velocidad -explica- se va secando y "va aumentando su temperatura".
El efecto Foehn es cuando al final del proceso, parte del vapor de agua que contiene el aire se condensa en la ladera de la montaña (barlovento) que recibe la humedad del mar.
Saber por qué ocurrió de este modo ahora es un tema que tienen que investigar.
Elías Barticevic, director de la base Profesor Julio Escudero del Inach, que está en la Bahía Fildes, cuenta que en los últimos 12 años ha visitado la península y siempre estuvo con nieve, bajas temperatura y mucho viento. "Hoy no vemos eso", dice. Incluso, cuenta, ha florecido pasto.
De hecho, asegura que las temperaturas oscilan usualmente entre los 10 grados bajo cero y los 1,5 bajo cero. El promedio de la actual temporada es de 6 grados. En invierno normalmente hay entre 2 y cuatro metros de nieve.
¿Qué está pasando? El mundo científico sospecha de la crisis climática, pero necesita más tiempo para sus respuestas.
Marcelo Leppe, doctor en Ciencias Biológicas y director del Instituto Antártico Chileno (Inach), dice que lo que ocurre en ese continente no está desvinculado de lo que sucede en todo el mundo, aunque esté rodeado de la corriente circumpolar antártica, la más fuerte del mundo y que influye en todo el planeta, incluso en la atmósfera.
"El continente antártico ejerce un enorme efecto regulador del clima mundial y, por lo tanto, lo que le ocurra, tiene que ser preocupación de todos", dice.
Recuerda que en marzo del 2015 se registraron 17,5 grados, aunque el derretimiento que ocasionó ese fenómeno no alcanzó a borrar el color blanco del lugar.
Según Leppe, los derretimientos de glaciares aportan más agua dulce a los océanos y con ello baja la salinidad, lo que afecta al kril y a los pingüinos, por ejemplo. No sólo eso, también se acidifica el ambiente, lo que perjudica a los moluscos.
Viento catabático
El meteorólogo Nelson Ibáñez, desde la Región de Magallanes, dice que el 8 de febrero se vivió en bahía Fildes un fenómeno particular, que ocurre con mayor frecuencia en el continente.Se trató de un viento catabático (un tipo de viento descendente) con efecto Foehn. Es decir, rachas que bajaron y encontraron obstáculos, como cumbres, y "descendieron con características cálidas".
A medida que el viento baja a gran velocidad -explica- se va secando y "va aumentando su temperatura".
El efecto Foehn es cuando al final del proceso, parte del vapor de agua que contiene el aire se condensa en la ladera de la montaña (barlovento) que recibe la humedad del mar.
Saber por qué ocurrió de este modo ahora es un tema que tienen que investigar.
Elías Barticevic, director de la base Profesor Julio Escudero del Inach, que está en la Bahía Fildes, cuenta que en los últimos 12 años ha visitado la península y siempre estuvo con nieve, bajas temperatura y mucho viento. "Hoy no vemos eso", dice. Incluso, cuenta, ha florecido pasto.
De hecho, asegura que las temperaturas oscilan usualmente entre los 10 grados bajo cero y los 1,5 bajo cero. El promedio de la actual temporada es de 6 grados. En invierno normalmente hay entre 2 y cuatro metros de nieve.