El Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 2 es considerado una de las
cárceles más peligrosas de Sudamérica. Buscando quitarle esa mala fama el
ministerio de Justicia implementó el Plan Integral de Modernización y Tecnificación
del recinto para convertirlo en un centro modelo en tecnología y seguridad. Se
pretende a través del uso de nuevos elementos tecnológicos optimizar la seguridad y
vigilancia por parte de Gendarmería, con mayor presencia del personal en los
módulos para contener riñas o agresiones entre internos, mejorar el control de las
visitas, evitando que ingresen objetos prohibidos al penal y mayor vigilancia al
entorno.
Larraín agrega: "Se ha detectado que se utilizan drones para hacer llegar elementos prohibidos a los internos (drogas, armas, etcétera), eso genera una complicación interna muy grave, por eso incorporamos los anti drones, que inhiben el funcionamiento de un dron externo y lo capturan. El gendarme que opera el anti dron tiene dos opciones: una vez que lo controla, lo puede devolver a su lugar de origen, o lo baja y lo trae al recinto penitenciario para inspeccionarlo". Ocho "anti drones" vigilarán los cielos sobre las cárceles de Chile para garantizar se mantengan impolutos.
Las medidas
El ministerio de Justicia informó que se instalaron para vigilancia 6 cámaras tipo domo, 4 cámaras termales fijas, 10 cámaras fijas tipo bullet y 6 cámaras fijas con visión panorámica. También se pasó de un sistema análogo de tele vigilancia a uno digital, con radares de detección y rastreo de movimientos. El sistema permite descubrir de forma inmediata movimientos sospechosos, merodeos, cruces a zonas prohibidas y reconocimiento facial, entre otras gracias. Se instaló además un nuevo cerco perimetral eléctrico con sensores infrarrojos por toda la unidad penal, y se incorporó al patrullaje un vehículo tipo buggy (en la foto) para apoyar al persona de Gendarmería ante peligro de fugas o amenazas a la seguridad dentro del penal. "Hoy la seguridad funciona a base de centinelas y cámaras que no son inteligentes. Con esta modernización los gendarmes podrán trabajar más cerca de los internos, contribuyendo a la reinserción social", explica el ministro de Justicia Hernán Larraín.El "anti drones"
Mención aparte merece el "cañón anti vehículos aéreos no tripulados" o el anti drones, como fue bautizado el chiche tecnológico con pinta de pistolón de película futurista. El aparato pertenece a la compañía china Hikvision, pesa 3,5 kilos y tiene un costo de $24.000.000. Según el manual del fabricante su función es, a través de haces de radiofrecuencia "generar interferencia, interrumpiendo la conectividad y posicionamiento GPS" de un dron al apuntarlo, hasta con un kilómetro de distancia. Si bien el artículo cuenta con una mira telescópica, no se necesita apuntar de forma precisa al dron. ¿Qué se consigue? Que el dron apuntado "flote, aterrice, o vuelva a su posición de despegue, protegiendo los espacios aéreos", según indica el fabricante.Larraín agrega: "Se ha detectado que se utilizan drones para hacer llegar elementos prohibidos a los internos (drogas, armas, etcétera), eso genera una complicación interna muy grave, por eso incorporamos los anti drones, que inhiben el funcionamiento de un dron externo y lo capturan. El gendarme que opera el anti dron tiene dos opciones: una vez que lo controla, lo puede devolver a su lugar de origen, o lo baja y lo trae al recinto penitenciario para inspeccionarlo". Ocho "anti drones" vigilarán los cielos sobre las cárceles de Chile para garantizar se mantengan impolutos.