Las pifias que recibió en el Festival de Verano de Iquique, el sábado, y que lo
mantuvieron en el escenario sólo por 15 minutos, dejaron a Ernesto Belloni con una
tarea. Pese a que en ese show, con su personaje de Che Copete, no mostró la rutina
que presentará la noche del martes 25 de febrero en el Festival de Viña, el humorista
contó este lunes en "Bienvenidos" que reformulará parte de la presentación que hará
en la Quinta dentro de dos semanas.
Según manifestó Belloni, "en la rutina de Viña estamos preparando algo muy distinto, un humor que sea un aporte al escuchar las demandas de la gente, también queremos mostrar que hemos cambiado con respecto a las mujeres, que las hemos escuchado y estamos con sus demandas".
La frase del comediante viene de una teoría que analizó tras su fallida actuación en Iquique: "Más que reírse, la gente quiere que uno dé soluciones a partir del humor. La gente quiere humor con contenido", sentenció.
¿Es posible encontrar soluciones en el humor? Andrés Mendiburo, doctor en sicología del laboratorio y observatorio de lo cómico de la Universidad Andrés Bello, plantea que "la solución podría ser que el humor puede expandir el espacio de lo permitido. Por ejemplo, si Edo Caroe se sube y cuenta chistes de políticos, lo que está haciendo es expandir el espacio de lo que está permitido reírse a nivel social, entonces la gente puede pensar: ah, ahora se pueden contar chistes sobre políticos Lo que hace es mostrar los espacios sociales y límites actuales".
-¿Hay ciertos límites también, Andrés?
-Claro, los límites se pueden expandir o contraer: en el caso de las mujeres se contrajo y con los políticos se expandió. Lo que pasa con la manifestación de estos prejuicios a los políticos no es que la gente dijo los políticos son de esta forma . Sino que teniendo ese prejucio negativo ven que el humorista lo hizo (se rió) y entienden que ahora está permitido reírse de los políticos y que ahora ellos pueden hacerlo.
-¿De qué se pueden reír los humoristas en Chile hoy?
-Existe la zona de ambigüedad normativa, en el caso de Chile, se trata de lo que no estamos seguros si la norma nos permite reírnos, el año pasado escribimos un estudio sobre esto en la revista "Current psychology" (https://bit.ly/37iULCa). En nuestro país están los grupos que no está permitido que sean blanco de humor, por ejemplo, homosexuales y mujeres. El tema es que hay personas que sí encuentran gracioso reírse y otros no. Los que no están de acuerdo se hacen notar a través de funas, twitter, se organizan y pareciera ser que es una voz social mayoritaria, pero nuestros estudios demuestran que no es tan mayoritaria. Existe una parte de la población que considera que reírse de mujeres y homosexuales está bien.
-¿Y qué pasa con los tópicos de Belloni?
-Con Belloni hay una predisposición, también puede ser un prejuicio, que él hace un tipo de humor con el que la gente no conecta hoy. El humor me da pie para desahogarme y entregar temas de conversación, entrega una subjetividad que a veces puede ser colectiva; nos dice que no estamos solos.
Uno que sabe de rutinas para el Festival de Viña es Juan Pablo López, quien estuvo en el certamen en 2017 (https://bit.ly/31HNVF6). Él aporta que "hoy hay tantas temáticas para hace reír. Hay temáticas universales, porque la gente está informada, tiene acceso a las noticias, entonces uno puede tocar temas como el calentamiento global, el machismo, Trump, políticos, etc. Quizás hay que alejarse del tema nacional, es bueno que la gente descubra cosas dentro de lo que está escuchando. Ese podría ser un aporte del humor a la sociedad".
Según manifestó Belloni, "en la rutina de Viña estamos preparando algo muy distinto, un humor que sea un aporte al escuchar las demandas de la gente, también queremos mostrar que hemos cambiado con respecto a las mujeres, que las hemos escuchado y estamos con sus demandas".
La frase del comediante viene de una teoría que analizó tras su fallida actuación en Iquique: "Más que reírse, la gente quiere que uno dé soluciones a partir del humor. La gente quiere humor con contenido", sentenció.
¿Es posible encontrar soluciones en el humor? Andrés Mendiburo, doctor en sicología del laboratorio y observatorio de lo cómico de la Universidad Andrés Bello, plantea que "la solución podría ser que el humor puede expandir el espacio de lo permitido. Por ejemplo, si Edo Caroe se sube y cuenta chistes de políticos, lo que está haciendo es expandir el espacio de lo que está permitido reírse a nivel social, entonces la gente puede pensar: ah, ahora se pueden contar chistes sobre políticos Lo que hace es mostrar los espacios sociales y límites actuales".
-¿Hay ciertos límites también, Andrés?
-Claro, los límites se pueden expandir o contraer: en el caso de las mujeres se contrajo y con los políticos se expandió. Lo que pasa con la manifestación de estos prejuicios a los políticos no es que la gente dijo los políticos son de esta forma . Sino que teniendo ese prejucio negativo ven que el humorista lo hizo (se rió) y entienden que ahora está permitido reírse de los políticos y que ahora ellos pueden hacerlo.
-¿De qué se pueden reír los humoristas en Chile hoy?
-Existe la zona de ambigüedad normativa, en el caso de Chile, se trata de lo que no estamos seguros si la norma nos permite reírnos, el año pasado escribimos un estudio sobre esto en la revista "Current psychology" (https://bit.ly/37iULCa). En nuestro país están los grupos que no está permitido que sean blanco de humor, por ejemplo, homosexuales y mujeres. El tema es que hay personas que sí encuentran gracioso reírse y otros no. Los que no están de acuerdo se hacen notar a través de funas, twitter, se organizan y pareciera ser que es una voz social mayoritaria, pero nuestros estudios demuestran que no es tan mayoritaria. Existe una parte de la población que considera que reírse de mujeres y homosexuales está bien.
No da soluciones
Jorge Montealegre, estudioso del humor gráfico y escritor, aporta que "el humor no da soluciones, pero permite salidas y expresiones que hacen que la gente se encuentre con otra gente, los hace a todos parte de una comunidad" Y ejemplifica con parte de la rutina de Bombo Fica y su crítica a las tarjetas de crédito, la que él llamó Masterplop (https://bit.ly/2SCULHO): "Lo que hace él es tocar una fibra que es del público. A él le pasa algo que a la gente que lo está escuchando también le sucede".-¿Y qué pasa con los tópicos de Belloni?
-Con Belloni hay una predisposición, también puede ser un prejuicio, que él hace un tipo de humor con el que la gente no conecta hoy. El humor me da pie para desahogarme y entregar temas de conversación, entrega una subjetividad que a veces puede ser colectiva; nos dice que no estamos solos.
Uno que sabe de rutinas para el Festival de Viña es Juan Pablo López, quien estuvo en el certamen en 2017 (https://bit.ly/31HNVF6). Él aporta que "hoy hay tantas temáticas para hace reír. Hay temáticas universales, porque la gente está informada, tiene acceso a las noticias, entonces uno puede tocar temas como el calentamiento global, el machismo, Trump, políticos, etc. Quizás hay que alejarse del tema nacional, es bueno que la gente descubra cosas dentro de lo que está escuchando. Ese podría ser un aporte del humor a la sociedad".