La fiscalía, a través del fiscal jefe de la unidad investigadora de delitos violentos, Christian Toledo, dijo que basó la imputación en la declaración de dos testigos que estuvieron en la zona y un video.
"De acuerdo a la declaración de los testigos, hubo una manifestación en la intersección de Américo Vespucio con Santa Rosa en la que ya se estaba quemando un bus de la locomoción colectiva. En ese momento la turba se apropió, mediante intimidación, de este otro bus. El imputado se subió a este bus y lo manejó, atropellando a la persona (Sergio Aburto)", afirmó el fiscal Toledo.
Fue producto de este hecho, según explicó el fiscal, que "los mismos manifestantes arremetieron contra él, causándole lesiones, y es por eso que llegó en un principio al Hospital Padre Hurtado en calidad de víctima". Pero luego, dijo, se estableció que él era el conductor de este bus que atropelló al manifestante.
El imputado fue llevado hasta el mismo hospital en que estaba quien sufrió el atropello, Sergio Aburto Fuentes, quien falleció esa noche producto de las lesiones que recibió mientras iba, según sus familiares, a ver lo que ocurría en el paradero 25 de Santa Rosa.
Según el fiscal Toledo, a Hernán Castro se le imputan dos delitos. "Uno es participar de una turba de personas, apropiándose de un vehículo de la locomoción colectiva del que, con intimidación, bajaron al conductor y a los pasajeros". Este cargo fue hecho de acuerdo al artículo 2680 sexies del Código Penal, que señala que quienes "mediante violencia o intimidación retuvieren o tomaren control de un vehículo de transporte público de pasajeros, serán sancionados con la pena de presidio mayor en su grado mínimo (cinco años y un día)".
El segundo delito, explicó el fiscal, es que "producto de haberse apropiado de ese vehículo con violencia, el imputado, conduciéndolo, atropelló a una persona provocándole la muerte". Esto, según el fiscal, configura un cuasidelito de homicidio, que según el artículo 4900 del Código Penal tiene una pena de reclusión menor en su grado mínimo (hasta 540 días).
El imputado tiene antecedentes previos de robos menores y lesiones ocasionadas en riñas. Con esto en consideración, junto a los testigos y un video descargado desde Facebook, el juez determinó dejar al imputado en prisión preventiva a la espera de la investigación, que será de 90 días.