"Se necesitó un estallido social para que Joaquín Lavín hablara de Che Copete", bromeó al aire junto al alcalde de Las Condes que también estaba en el panel. El programa ganó la sintonía en su horario con 7,1 puntos, mientras T VN quedó segundo con 5 unidades.
Más seria y una vez fuera de pantalla, la ucraniana que vivió en Santiago durante 6 años y actualmente está radicada en Brasil hace una década declaró: "Yo estoy absolutamente de acuerdo con las manifestaciones. La gente tiene que reclamar y luchar por sus derechos. Con lo que no estoy de acuerdo y, si tengo el poder de pedirles e influenciar, les pido que no destruyan".
Agregó: "Costó tanto construir. Pensemos cómo era Chile hace 30 años. Era otro país, era casi precario. Hubo un crecimiento tan notorio que hoy en día Chile es un modelo. Todo el mundo dice que es el mejor país de América Latina, entonces para qué destruirlo. Por qué no mejor construir sobre algo. Muchos me dicen Lola, es que hay que deconstruir para construir . Lo entiendo, pero destruir es distinto porque eso es faltarse el respeto a sí mismos".
"Por ejemplo, Brasil es alegre, pero cuando no quisieron más a (la presidenta) Dilma Rousseff lo lograron de una manera pacífica, organizada. Soy testigo de que no hubo destrucciones. Creo que acá sí se va a conseguir un cambio pero sin más víctimas ni destrucción", advierte. A continuación recalca que "soy totalmente apolítica y no pertenezco a ningún partido, pero tengo mi opinión".
-¿Qué cambios nota, Lola?
-Esto es lo que pasa con alguien como yo que vive afuera y que viene de vez en cuando: se notan más los cambios y las cosas que se hacen en Chile para bien o para mal. Antes del estallido a mí me llamaba mucho la atención el crecimiento de Santiago. De repente uno llega y dice esos edificios son nuevos , construyeron más autopistas. Y esa opinión no es solamente mía, sino de muchos conocidos que viajan para acá, porque Chile es un destino apetecido principalmente por los brasileños que vienen a hacer tours de vino o a esquiar.
-¿Qué le dicen?
-Me dicen qué ciudad más limpia, organizada, todo funciona . Eso es lo que más he escuchado. Ese es el punto positivo. El negativo es que cuando llegas y vas sólo al tour de vino, es todo lindo y te atienden regio si tienes dinero y te vas con una buena impresión. Ahora que vengo más seguido por razones personales, me empapo más y me doy cuenta que acá están pasando cosas graves. Hay mucha injusticia y mucha desigualdad. Es vergonzoso hablar de la jubilación que tienen los adultos mayores.
La otrora musa de "Morandé con compañía" vino en octubre por tres semanas post- estallido y luego en diciembre por unos pocos días porque está emparejada hace tres años con un chileno ligado al ámbito financiero. En octubre les pidió a unos amigos que la llevaran a Plaza Italia. "Quería entender, como una persona que trabaja en las comunicaciones hace rato, quería verlo. Es otra ciudad, jamás pensé llegar a ver Santiago de esa manera. Me dolió mucho por la gente que está sufriendo y que vive ahí", dice.
-¿Cuál es la comparación que hace del Chile en el que vivía al de ahora?
-Mi convivencia en Chile era más reducida. Ahora soy más adulta, me meto en los asuntos y empatizo muchísimo más. En aquel momento era chica y me dedicaba más a trabajar. Marzo se viene difícil, pero ojalá la gente logre el objetivo de manera pacífica. Quiero que a este país le vaya bien.