El programa fue aprobado el 22 de enero por el Consejo Nacional de Educación, que le había hecho observaciones el año pasado. María Jesús Honorato, jefa de la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc, afirma que en la segunda versión hicieron algunas modificaciones “orientadas principalmente a desarrollar en mayor profundidad ciertos objetivos de aprendizaje, ya sea desde el punto de vista disciplinar o didáctico”.
Entre los cambios menciona que se realizaron ajustes para “visibilizar fenómenos como ambiente, territorio y espacio público, en el contexto nacional, y diversificar las actividades con una mayor variedad de estrategias didácticas”.
Los contenidos clave
El resultado tiene 204 páginas y se divide en cuatro unidades: Estado, Democracia y Ciudadanía; Justicia y Derechos Humanos; Participación y la Organización Territorial en Democracia, y Relaciones entre Estado y Mercado. Al cierre del documento, se proponen proyectos —metodología central en el nuevo currículum escolar— como, por ejemplo, que los estudiantes desarrollen una moción parlamentaria para presentar a un parlamentario de su distrito. Para ello, deben investigar sobre el desafío de proteger los datos personales almacenados en las plataformas digitales.
Una preocupación transversal, cuenta Honorato, fue procurar ofrecer una “diversidad de perspectivas y miradas de manera que sean los estudiantes, a partir del trabajo didáctico guiado por el profesor, los que analicen y evalúen críticamente”. Al abordar la justicia, por ejemplo, se plantea potenciar la reflexión con un juego de rol en el aula en que los alumnos simulen el acceso a la justicia que tienen grupos como los migrantes o indígenas.
Según Honorato, se veló por contemplar fuentes diversas, “incluyendo academia, material de prensa e informes de organizaciones internacionales, entre otros, que el estudiante debe analizar y evaluar críticamente”.
Por ejemplo, en la última unidad —en que se abordan los sistemas económicos— el programa propone trabajar los modelos “desde sus fundamentos teóricos, su historia y la evaluación de su implementación con estudios de casos reales”. Se habla del libre mercado, de las economías centralmente planificadas y también de los sistemas mixtos, citando a economistas como Jeffrey Sachs y Paul Samuelson.
El académico Gonzalo Muñoz, de la Facultad de Educación de la U. Diego Portales, evalúa el programa como “completo y consistente”. Sin embargo, acota que pudo existir “un grado mayor de diversidad de autores y actores”.
Quien también revisó el documento fue Natalia Cereceda, profesora de Historia que dictará el ramo en el Colegio Chuquicamata, en Calama: “Me gustó, no es tan extenso. Se va a poder, creo yo, lograr todos los aprendizajes con el tiempo que hay (…). Lo encontré aterrizado”.
Sobre cómo abordar temas en que puede existir una alta subjetividad, como la discusión sobre los modelos económicos, asegura que “ahí nosotros tenemos que ser lo más objetivos posible, para mostrarles pruebas y que sean ellos (los alumnos) los que decidan, no que sea el profesor el que los lleve a creer que uno de los modelos es mejor o peor”.