Su historia, que se dio a conocer hace dos días, causó conmoción a nivel mundial, pues luego de difundir las sospechas que tenía respecto a la aparición de una posible epidemia, fue visitado y amenazado por autoridades chinas. ¿La razón? Supuestamente difundir rumores, un cargo que tiene una penalidad de siete años de cárcel en China, según consigna "El País".
Para librarse de aquel castigo, se tuvo que acercar a una comisaría para firmar un documento que lo hacía retractarse de todas las advertencias hechas anteriormente. Así, junto a otros siete doctores, se convertía en una figura perseguida por tratar de difundir la mayor información posible sobre el, en ese entonces, desconocido brote.
Lo peor e inesperado llegó a mediados de enero. Luego de tratar a una paciente con glaucoma que no tenía conocimiento de haber contraído el virus, el oftalmólogo de 34 años se contagió y empezó a sentir los síntomas típicos que se manifiestan: mucha tos y fiebre. Fue el 12 del primer mes del año cuando ingresó al hospital, y desde allí estuvo internado hasta el momento de su deceso.
En el Hospital Central de Wuhan, se mantuvo optimista y agradecido por el apoyo mostrado en las redes sociales (puntualmente en Weibo, red social china), subiendo pequeños textos para mantener la comunicación, mientras estaba conectado a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea.
Wenliang se suma a las cifras de fallecidos por el coronavirus, que ya alcanzan los 563. Y además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta la fecha se contabilizan 28 mil personas contagiadas.
¿Qué decían los reportes?
Las informaciones que dio a conocer la prensa internacional durante el jueves fueron diversas. En primera instancia, el doctor fue declarado muerto a eso de las 22:00 hrs. debido a un fallo cardíaco, información que fue recogida por muchos medios locales, incluído el Diario del Pueblo de China, según BBC.
Con el pasar de los minutos, hubo intervención por parte del gobierno. Así, funcionarios gubernamentales exigieron a los medios rectificar la información respecto a Wenliang, quien hasta ese momento seguía recibiendo tratamiento. Paralelamente, el Hospital Central de Wuhan, desmentía el fallecimiento del oftalmólogo, que dejaba a su esposa embarazada y a su primer hijo.
A las 02:58 de la mañana, la confirmación ya venía por parte del hospital en el que estaba recibiendo tratamiento. "El oftalmólogo de nuestro hospital, Li Wenliang, desafortunadamente fue infectado con coronavirus durante su trabajo en la lucha contra la epidemia. (Falleció) después de que los intentos de resucitar no tuvieran éxito", versaba un comunicado oficial del recinto médico, informa CNN.